Deseos no tan ocultos: Luca Guadagnino, en portada de ICON en mayo
Los focos se centran en el director del reci¨¦n estrenado ¡®Rivales¡¯ en la portada de nuestro pr¨®ximo n¨²mero, que tambi¨¦n cuenta con el c¨®mico Berto Romero y los actores Iv¨¢n Pellicer y Miguel Bernardeau

Hay una cosa que molesta al director Luca Guadagnino: ¡°Me gustar¨ªa saber de d¨®nde viene esa idea de que me atrae el mundo del privilegio. Mi cine no habla de privilegiados.¡± Sus obras, con escenas cada vez m¨¢s bellas, frecuentemente se ubican en entornos lujosos y opulentos, pero seg¨²n ¨¦l, no tiene nada que ver con lo que le atrae de verdad: ¡°Si me interesaran las historias de privilegiados, probablemente estar¨ªa en la ruina cinematogr¨¢fica, ser¨ªa terrible.¡±
Para Guadagnino, el tema recurrente en su obra es otro: ¡°Nada me parece m¨¢s fascinante que el poder devastador de la represi¨®n, especialmente masculina. Y el modo que esta represi¨®n puede calcificar en una armadura muy dif¨ªcil de quitarse.¡± A ¨¦l le parece muy raro ser cualquier cosa que no a si mismo: ¡°Soy lo que ves, digo lo que pienso, pero no todo el mundo hace lo mismo y siempre me pregunto por qu¨¦ alguien puede decidir no decir lo que piensa, tras qu¨¦ parapeto se esconde, por qu¨¦ lo hace.¡± Lo resume de manera sencilla: ¡°El hombre teme su propio deseo.¡±
Tal vez se podr¨ªa decir eso del comediante Berto Romero. Convirti¨® su deseo por la risa ajena en su profesi¨®n, pero teme el d¨ªa en que seque la fuente de la que manan los chistes: ¡°No s¨¦ si es angustia vital, pesimismo o el s¨ªndrome del impostor, pero es as¨ª como lo vivo. Siento que mi hardware humor¨ªstico de base no ser¨¢ suficiente si no sigo invirtiendo en software¡±. La b¨²squeda de la comedia que se incaut¨® desde sus seis a?os le confiri¨® el estatus incuestionable de uno de los hombres m¨¢s graciosos del pa¨ªs, pero no le convence: ¡°Hay dos tipos de c¨®micos: los que se sienten graciosos y los que no. Yo pertenezco al segundo grupo¡±.
Hay otros que casi no se dan cuenta de que han alcanzado su mayor deseo. El actor Iv¨¢n Pellicer, por ejemplo, cuenta que lo que m¨¢s le gustaba hacer de ni?o era pasear por las monta?as con su madre. Era uno de los pocos momentos en que sent¨ªa que ten¨ªa su total atenci¨®n, tan dividida entre las muchas tareas que realizaba para crearlo por su propia cuenta. ¡°Estuve mucho en conflicto con ella. ¡®T¨ªa, ?por qu¨¦ no eres como las otras madres?¡¯¡±. Hoy se reconcili¨® y la tiene en la m¨¢s alta estima: ¡°Ahora agradezco tanto, pero tanto, por la educaci¨®n que me dio, basada en la empat¨ªa, en la sensibilidad y en la naturaleza¡±. Aunque gradualmente se va convirtiendo en una de las mayores promesas de la industria, tiene tiempo para hacer lo que m¨¢s le gusta: pasear por las monta?as, ahora con su perra.
Pero no todos est¨¢n tan cerca de sus deseos. Aunque le encante su oficio, el actor Miguel Bernardeau no trabaja en su verdadera pasi¨®n: el mar. Casi dificulta la entrevista con la cantidad que podr¨ªa hablar de ballenas jorobadas; incluso ¨¦l mismo se corta de vez en cuando con un ¡°No te quiero aburrir¡±. Para ¨¦l, el agua salada es su ¡°v¨ªa de escape y santuario¡±. Pero el actor de ?lite y Zorro lamenta no tener tiempo para satisfacer su m¨¢s profundo anhelo. Su rutina de trabajo no le permite acercarse tanto al mar como quisiera.
El deseo tambi¨¦n puede convertirse en obsesi¨®n, como la que presiona a los calvos a ¡°arreglar¡± su falta de pelo. Les torturan as¨ª como estas versiones en bossa nova de canciones de rock que suenan en todos los ascensores y restaurantes del mundo. Al menos nos recuerdan del verano que se acerca, y con ello, la duda de c¨®mo usar correctamente los pantalones cortos. Lo debatiremos en el pr¨®ximo n¨²mero sin olvidar las cosas m¨¢s deseadas del mundo: nuestras recomendaciones de moda, relojes y hoteles. Todo esto y m¨¢s, este s¨¢bado, gratis con EL PA?S.
Puedes seguir ICON en Facebook, X, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.