¡°Me dicen que tengo suerte por estar con ¨¦l, como si hubiera ganado la loter¨ªa¡±: por qu¨¦ se sigue juzgando a las parejas en las que el delgado es el hombre
El ataque gordof¨®bico en redes a la pareja del jugador del Arsenal Declan Rice por no seguir los c¨¢nones de belleza que se le suponen a la novia de un futbolista perpet¨²a el prejuicio de que un hombre exitoso y atractivo tiene que estar con una mujer... delgada
¡°Mi mujer es el amor de mi vida y no existe nadie mejor para m¨ª. Los est¨¢ndares de belleza hoy en d¨ªa no son realistas y todo el mundo se ha vuelto loco por culpa de las redes sociales¡±. Con estas palabras Declan Rice, jugador del Arsenal, se erig¨ªa en contra del aluvi¨®n de mensajes gordof¨®bicos dirigidos contra su novia, Lauren Fryer, que, fruto de la presi¨®n de semejantes comentarios, ha eliminado todas las fotograf¨ªas de su perfil de Instagram.
Este ataque de odio indiscriminado es otra muestra de que la sociedad, especialmente la que encuentra un altavoz a trav¨¦s de las redes sociales, no acepta que personas de cuerpos, bellezas y deseabilidades normativas se enamoren de personas gordas, muy especialmente, o casi exclusivamente, si quien no tiene el cuerpo y la belleza de est¨¢ndares normativos es una mujer.
¡°Los c¨ªrculos sociales, como dir¨ªa [el soci¨®logo franc¨¦s] Pierre Bourdieu, son grupos informales que otorgan capital social a sus miembros y juegan un papel importante en la reproducci¨®n social. Si hici¨¦ramos una fotograf¨ªa de la mayor¨ªa de los futbolistas de ¨¦lite, siguen un mismo patr¨®n?de conducta social, incluida la afectiva y en ella, las sociedades occidentales est¨¢n impregnadas de estereotipos de belleza que privilegian la delgadez, especialmente para las mujeres¡±, explica Ulix¨¥s Fern¨¢ndez Garc¨ªa, periodista, antrop¨®logo social y cultural. ¡°Esta norma, profundamente arraigada en la cultura popular desde que la mujer se quit¨® el cors¨¦, junto a los medios de comunicaci¨®n y la publicidad, ejercen una presi¨®n social significativa sobre las mujeres, interiorizando la idea de que el valor individual est¨¢ estrechamente ligado al peso corporal. La sorpresa o incomodidad ante parejas no normativas puede revelar nuestras propias inseguridades sobre la imagen corporal y la autoestima. Nos incomoda ver que alguien que consideramos atractivo (el futbolista) no siga los est¨¢ndares de su mismo c¨ªrculo y se genera un rechazo social¡±, explica.
Es sorprendente la enorme cantidad de foros que existen cuyos usuarios se preguntan por qu¨¦ hombres apol¨ªneos salen con mujeres gordas, as¨ª como testimonios de mujeres que cuentan c¨®mo es tener citas cuando su peso no encaja en los c¨¢nones imperantes. En la serie Louie, la actriz Sarah Baker, en el instante en el que el c¨®mico le echa en cara haberse referido a s¨ª misma como ¡°gorda¡±, pone en marcha un espectacular mon¨®logo. ¡°?Sabes lo que es realmente curioso? Ligo con hombres constantemente, y me refiero a los que realmente est¨¢n buen¨ªsimos. Y ellos ligan tambi¨¦n conmigo, porque saben que su estatus no ser¨¢ nunca cuestionado. Sin embargo, tipos como t¨² nunca ligar¨ªan conmigo, porque os da miedo descubrir que quiz¨¢s tendr¨ªas que salir con mujeres como yo. ?Alguna vez has besado a una chica gorda? ?Alguna vez has cortejado a una chica gorda? ?Alguna vez has tomado de la mano a una chica gorda? ?Alguna vez has caminado por la calle a la luz del d¨ªa, de la mano, con una chica gorda, como yo?¡±, pregunta. Por supuesto, en muy pocas ocasiones es cuestionado que hombres m¨¢s o menos gordos, m¨¢s o menos calvos, m¨¢s o menos j¨®venes o m¨¢s o menos altos tengan, sistem¨¢ticamente, novias bell¨ªsimas una vez adquieren la suficiente parcela de fama o poder.
Como explica el profesor de psicolog¨ªa Harold Sigall en Radiating beauty: Effects of having a physically attractive partner on person perception, donde examina los efectos de tener una pareja rom¨¢ntica f¨ªsicamente atractiva en la percepci¨®n de la persona, los hombres que salen con las mujeres m¨¢s atractivas son mejor valorados, por lo que, como observamos en el mon¨®logo, en realidad el efecto halo (el sesgo cognitivo por el que se atribuyen determinadas caracter¨ªsticas a una persona de acuerdo con sus rasgos o aspecto), responsable de esta realidad, podr¨ªa explicar por qu¨¦ hay hombres que temen ser vistos en p¨²blico con mujeres ajenas a los c¨¢nones de belleza extendida y considerada ¡°normal¡±.
Algunos esc¨¢ndalos medi¨¢ticos de infidelidad han dejado, m¨¢s all¨¢ del adulterio en s¨ª, una segunda e interesante lectura sobre lo que un hombre poderoso considera su deseo p¨²blico y su deseo privado. Arnold Schwarzenegger fue infiel a su esposa Maria Shriver, una mujer bella, delgada, elegante y heredera de los Kennedy, con una mujer del servicio dom¨¦stico, la guatemalteca Mildred Patricia Baena, de cuerpo menudo y orondo. Hugh Grant enga?¨® a Elizabeth Hurley, considerada uno de los grandes mitos sexuales brit¨¢nicos de los a?os noventa, con la prostituta afroamericana Divine Brown. Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness se han divorciado tras 27 a?os de matrimonio en los que los rumores de separaci¨®n jam¨¢s cesaron, y no precisamente por constantes peleas o supuestas infidelidades, sino porque la diferencia de edad y, especialmente, el hecho de que la actriz no tenga un peso normativo, ha hecho siempre a muchos sospechar acerca de la pareja. ¡°Me dicen que tengo suerte por estar con ¨¦l, como si hubiera ganado la loter¨ªa. La gente no se da cuenta de que es muy maleducada al decir eso¡±, confes¨® en una entrevista en Anh¡¯s Brush With Fame, una prueba m¨¢s de que a la sociedad le llama la atenci¨®n siempre que un Adonis salga con una mujer gorda y, por si fuera poco, mayor que ¨¦l.
Blanca Caballero, comunicadora de 41 a?os, sale con un hombre de 32 a?os muy atractivo. ¡°Su cuerpo no hace que me sienta insegura. Es m¨¢s, cuando voy con ¨¦l, me siento m¨¢s segura y poderosa. Puede que al principio sintiera esa inseguridad, y de hecho, nunca pens¨¦ que se fijar¨ªa en m¨ª. Durante un tiempo entren¨¦ con ¨¦l, pero lo dej¨¦ porque no es lo m¨ªo y siempre hemos tenido claro c¨®mo es cada uno y qu¨¦ es lo que nos gusta de nosotros y del otro. La gente se sorprende al vernos, y s¨¦ que voy a decir algo pol¨ªticamente incorrecto, pero noto que pasa especialmente con hombres. En Chueca me han llamado zorra m¨¢s de una vez. Hay una obsesi¨®n con el culto al cuerpo¡¡±, explica a ICON.
Beatriu Carbonell trabaja en marketing online, tiene 41 a?os y sale con una mujer normativamente bella. Es consciente de que cuando la gente las ve juntas, muestra tanta curiosidad como incomodidad. ¡°Noto que me miran intentando averiguar qu¨¦ es eso tan genial que escondo y convence a pesar de mi imagen, que por cierto no es una imagen mala, pero es la de una mujer gorda, algo que ya sabemos que para esta sociedad es casi peor que la muerte¡±, asegura.
Lamentablemente, no hace falta ir a Hollywood para encontrar casos similares. As¨ª lo hace saber a ICON Gabriela Gamarra, gerente de restauraci¨®n de 34 a?os. ¡°Nos lleva pasando 17 a?os. Me doy cuenta de que la gente nos mira, y es evidente que se pregunta qu¨¦ hacemos juntos. El hecho de que ¨¦l sea espa?ol y yo latina suma rareza¡±, dice.
Ana de Miguel, escritora y fil¨®sofa, intenta explicar los motivos en el podcast Abro paraguas. ¡°?Y si hubiera habido hist¨®ricamente un sistema en el que ellos han tenido siempre todo el poder y dentro de ese poder, hubieran dicho que el hombre mayor y el hombre con tripa es atractivo? El hombre siempre es atractivo, porque ellos buscan el atractivo en cosas que no son su cuerpo¡±, se?ala.
Lo cierto es que es habitual que los humanos pongan en marcha una estrategia de apareamiento de variedad positiva, que responde a la idea de que ¡±lo similar atrae a lo similar¡±. As¨ª lo explica Ryan Anderson, de la Universidad de Queensland en Australia, en un art¨ªculo publicado en Psychology Today. ¡°Los estudios han demostrado que las personas eligen a otras con niveles educativos similares, parecida edad, de la misma raza... En este caso, podemos decir que las personas rom¨¢nticamente deseables generalmente se asocian con otras personas que tambi¨¦n lo son. Esto tiene sentido: estoy seguro de que somos capaces de pensar en ejemplos de parejas rom¨¢nticas en las que uno parece ser m¨¢s deseable que el otro, pero probablemente nos vienen a la cabeza m¨¢s casos en los que las parejas son comparablemente deseables. Pensemos en celebridades atractivas, ricas y de alto perfil: a menudo salen con otras personas que tambi¨¦n lo son¡±, explica para terminar. Tal vez, por eso, el caso de Declan Rice y Lauren Fryer sigue siendo tan llamativo. Y tal vez por eso necesitamos m¨¢s ejemplos visibles como ellos.
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