¡°Prohibido pinchar sus canciones¡±: por qu¨¦ Cliff Richard se convirti¨® en un artista demasiado aburrido para la radio
El ya octogenario exl¨ªder de The Shadows denunci¨® un veto de la industria por ¡°edadismo¡±. Sin embargo, artistas contempor¨¢neos suyos no han sufrido el mismo rechazo, que algunos han vinculado a su personalidad ¡°irritante¡±?
Las dudas que el cantante Cliff Richard (Lucknow, antigua India brit¨¢nica, 83 a?os) pudiera albergar sobre si las radios, que antiguamente dominaba, evitaban emitir su nueva m¨²sica a partir de los a?os noventa quedaron despejadas concretamente en 1998 gracias a una estrategia exitosa: publicar un sencillo con pseud¨®nimo. Cuando Can¡¯t Keep This Feeling In, firmada por el misterioso artista independiente Blacknight, fue distribuida por 240 cadenas y radiada sin ning¨²n problema, la sorpresa de que Richard era el aut¨¦ntico autor de la canci¨®n forz¨® a algunos pinchadiscos y directores de emisi¨®n a dar explicaciones. ¡°A decir verdad, si hubi¨¦ramos sabido que era de Cliff no la habr¨ªamos reproducido¡±, reconoci¨® el DJ Jerry Bascombe, de la londinense Chance FM. Simon Sadler, jefe musical de Kiss 100 FM, tambi¨¦n alab¨® la jugada de Richard: ¡°Ha demostrado que algunas radios son prejuiciosas¡±.
A¨²n oficialmente en activo, sin agenda en 2024 pero con una exitosa serie de conciertos a sus espaldas a finales del pasado a?o en Reino Unido, que llegaron a emitirse en cines, hay quien puede pensar que tratar de silenciar en sus tierras a Cliff Richard, omnipresente basti¨®n de la m¨²sica pop y rock brit¨¢nica, puede ser una tarea tan est¨¦ril como intentar censurar a Wagner. Sin embargo, Richard ha sostenido p¨²blicamente desde los noventa que los mandamases le quer¨ªan eliminar de la escena. Y al que fue l¨ªder de The Shadows, que acusa desde bastantes a?os atr¨¢s el descenso en las ventas de discos (aunque sea el ¨²nico del mundo que ha colocado un ¨¢lbum en el top 5 durante ocho d¨¦cadas seguidas, el primero en 1959 y el ¨²ltimo en 2023), no le faltan motivos para creerlo.
Este verano se cumplen 20 a?os de uno de los incidentes m¨¢s sonados en la guerra abierta entre las radios y Cliff Richard, cuando el afamado presentador y disc jockey Tony Blackburn provoc¨® su propio despido tras pinchar tres de los ¨¦xitos del cantante, Summer Holiday, Living Doll y We Don¡¯t Talk Anymore. Blackburn, ganador en 2002 de la primera edici¨®n del reality I¡¯m A Celebrity¡ Get Me Out Of Here!, el Supervivientes brit¨¢nico, lleg¨® a exponer la pol¨ªtica interna de la emisora Classic Gold Digital al leer en antena un correo electr¨®nico de su director de programaci¨®n: ¡°No debemos pinchar a Cliff Richard. No encaja con los valores de nuestra marca. No est¨¢ en la lista y debes dejar de ponerlo¡±.
No fue el ¨²nico desaire hecho p¨²blico: en 1998, fue el DJ Chris Evans quien tuvo la iniciativa de destruir en directo la colecci¨®n de discos de Richard en Virgin Radio, tras asegurar que no volver¨ªa reproducir una canci¨®n suya, que hab¨ªa sido ¡°maleducado¡± con ¨¦l en un encuentro previo y que era ¡°demasiado viejo¡±. En torno a una veintena de seguidores llegaron a acampar delante del estudio y a amenazar con no marcharse si la radio no emit¨ªa su ¨²ltimo single.
Aunque el vocalista se lamentaba en una entrevista en la BBC del ¡°edadismo en la industria¡±, no parece que, en un contexto cultural donde otras figuras de edad cercana como Paul McCartney (82 a?os) o Mick Jagger (80) siguen atrayendo un inter¨¦s masivo, el problema sea exactamente esa brecha. Cuando Absolute Radio 60s decidi¨® excluir a Richard de su programaci¨®n tem¨¢tica de los sesenta, el DJ Pete Mitchell opt¨® por argumentar m¨¢s all¨¢ de las coordenadas de los valores o la imagen de marca: ¡°Los Beatles, los Rolling Stones, The Doors o The Who son artistas atemporales de los sesenta que siguen siendo relevantes, no Sir Cliff¡±.
Visto en sus or¨ªgenes como la traducci¨®n brit¨¢nica de Elvis Presley, Cliff Richard es frecuentemente considerado el hombre que introdujo el rock & roll en Reino Unido, aunque existiesen los precedentes de Tommy Steele o Marty Wilde. John Lennon referenci¨® Move It (1958), de Cliff & The Drifters ¨Cla anterior encarnaci¨®n de The Shadows¨C como la canci¨®n pionera del g¨¦nero en su pa¨ªs. Despu¨¦s, Richard dio un giro a su imagen al convertirse al cristianismo y suavizar significativamente su m¨²sica en la carrera en solitario que desarroll¨® al margen de The Shadows. Al igual que su ¨ªdolo Little Richard, a quien homenaje¨® desde el nombre art¨ªstico (Cliff Richard se llamaba realmente Harry Webb), lleg¨® a grabar varios discos de m¨²sica evang¨¦lica. De icono de una nueva generaci¨®n rebelde, pas¨® a ser un ap¨®stol de la decencia, la correcci¨®n y la pulcritud. Ah¨ª es donde, seg¨²n algunos, podr¨ªa radicar el quid de la cuesti¨®n. ¡°Tu madre probablemente lo adora, pero los m¨¢s j¨®venes tienden a sentir grima cada vez que hace sonar otra de sus animadas melod¨ªas¡±, dec¨ªa Talking Point, un espacio de mensajes de BBC News.
En su columna Razones para encontrar a Cliff Richard extremadamente irritante, publicada en The Independent, el autor Terence Blacker se lamentaba de que el cantante, pese a ser una estrella, no pareciera dar la talla como famoso. ¡°?Puede ser que el problema no sea de Cliff, sino nuestro? Los famosos llevan vidas paralelas en nuestro nombre, cometen los pecados que nunca nos atrevimos a cometer, su vida personal es m¨¢s turbulenta, su carrera m¨¢s angustiosa. En alg¨²n momento, emprenden ese trillado viaje de ida y vuelta al infierno para ahorrarnos la molestia a los que llevamos una vida m¨¢s tranquila. Cliff Richard no ha hecho nada de eso. Es una afrenta a la idea del mundo del espect¨¢culo como monta?a rusa¡±, escrib¨ªa. ¡°?D¨®nde queda el dolor, la diversi¨®n?¡±.
EE UU y Franco: los (supuestos) otros sabotajes
El escritor Rub¨¦n Olivares Rosell, autor de los dos vol¨²menes de El rock & roll brit¨¢nico para los fans espa?oles (1956-1964) (El Toro Records), no cree que exista una desconsideraci¨®n hacia Cliff Richard en Reino Unido, donde conserva rango de leyenda nacional. ¡°Tiene junto a Elvis y los Beatles la mayor suma de n¨²meros uno¡±, observa. ¡°Lo que pasa es que, cuando lleg¨® la invasi¨®n brit¨¢nica con los Beatles y los Rolling Stones, parece que se qued¨® un poco en el limbo, porque ¨¦l, a diferencia de ellos, no pudo triunfar en Estados Unidos¡±. Olivares, comisario de Chupas y Parkas, la exposici¨®n inspirada en la ¡°batalla de Brighton¡± entre mods y rockers de 1964 que acoge actualmente el Museo Nacional de Antropolog¨ªa de Madrid, tambi¨¦n opina que otro factor perjudic¨® a su imagen p¨²blica: ¡°Es alguien que ha estado soltero toda su vida, as¨ª que le han dado bastante ca?a. A los tabloides les gusta mucho hurgar¡±.
El artista, que ha desmentido en diversas ocasiones los rumores de homosexualidad que le han perseguido durante d¨¦cadas, ha celebrado con frecuencia en entrevistas la libertad que le ha dado no formar una familia o su negativa a casarse para poder consagrarse a su carrera. Bill Latham, profesor de estudios religiosos y gu¨ªa espiritual que vivi¨® con ¨¦l durante 30 a?os, hasta 1996, alab¨® que su negativa al matrimonio le hab¨ªa beneficiado para profundizar en su m¨²sica, su fe y tambi¨¦n en su habilidad para el tenis. En 2008, Richard cont¨® en su autobiograf¨ªa My Life, My Way que viv¨ªa con un sacerdote retirado: ¡°Se ha convertido en un compa?ero, lo cual es fant¨¢stico porque no me gusta vivir solo¡±.
Su visi¨®n cristiana le ha llevado a asumir con frecuencia un papel de oposici¨®n f¨¢ctica a la cultura rock que ¨¦l, parad¨®jicamente, ayud¨® a levantar. En los ochenta, critic¨® el ¡°ejemplo nocivo¡± de Frankie Goes to Hollywood o David Bowie al ofrecer ¡°im¨¢genes perversas como algo atractivo¡± a sus fans de 10 o 12 a?os. Ha atacado asimismo la est¨¦tica ¡°perturbadora¡± de Alice Cooper, el impulso autodestructivo de Oasis y, respecto al videoclip de Wrecking Ball, dijo que esperaba que a Miley Cyrus ¡°se le pasase¡±. Tambi¨¦n apoy¨® iniciativas como el Nationwide Festival of Light, contra la secularizaci¨®n y el supuesto libertinaje social, y se manifest¨® contra el aumento de elementos sexuales en el cine, como el documental educativo El lenguaje del amor (1969), del que pidi¨® su retirada. No obstante, aunque estas pistas podr¨ªan remitir a un perfil ultraconservador, ha defendido con convicci¨®n el matrimonio igualitario.
En la cultura popular de Reino Unido, adem¨¢s de su influencia musical, apareci¨® en varias pel¨ªculas promocionales, siguiendo los pasos de Elvis, y una de sus canciones m¨¢s destacadas dio nombre a la telecomedia The Young Ones (Los j¨®venes) (1982), un hito generacional donde lleg¨® a actuar y que le hermanaba con la subcultura punk: el personaje del c¨®mico Rik Mayall era fan¨¢tico suyo. En Espa?a, obtuvo m¨¢s notoriedad a su doble paso por Eurovisi¨®n: en 1968, cuando Congratulations perdi¨® frente a La La La, de Massiel, y en 1973, donde su Power To All Our Friends volvi¨® a quedar por debajo de la propuesta espa?ola, Eres t¨², de Mocedades. La creencia extendida de que Franco ama?¨® el festival para que Massiel ganara y mejorase la proyecci¨®n exterior de Espa?a le llev¨®, en 2008, a reclamar el reconocimiento de Congratulations como ganadora real.
¡°Que le ganase Massiel en Londres en 1968 delante de todo el p¨²blico ingl¨¦s tuvo que doler, pero creo que no hubo ama?o¡±, dice a ICON Rub¨¦n Oliveras Rosell. ¡°Lo que pasa es que ganar por un voto llev¨® a que se dijeran esas cosas, pero yo dir¨ªa que todo es m¨¢s sencillo¡±. La noticia del supuesto fraude fue consecuencia de unas declaraciones de Jos¨¦ Mar¨ªa ??igo en un documental de La Sexta, donde reconoc¨ªa que era un rumor fuerte en los primeros tiempos de TVE, y que la televisi¨®n p¨²blica compr¨® ¡°series que nunca se iban a poner y nunca se pusieron, con tal de que nos dieran los votos para tratar de poder ganar, porque entonces ven¨ªa muy bien a Espa?a un cierto renombre en lo que fuera¡±.
De una manera o de otra, Richard se sobrepuso al supuesto en¨¦simo golpe del establisment: Congratulations lleg¨® de todas formas al n¨²mero uno en Espa?a. En una carrera de incontestable ¨¦xito y solidez, dentro del relato alimentado por el propio Richard sobre las manos negras impidi¨¦ndole triunfar (a¨²n) m¨¢s, el periodista Spencer Leigh recordaba que hubo un tiempo en que el cantante s¨ª fue de verdad una figura divisiva, lejos del aura poco problem¨¢tica o incluso aburrida a la que se le asocia ahora. ¡°Cliff Richard irrumpi¨® con 17 a?os, hizo varios temas de rock & roll desinhibido, apareci¨® en pel¨ªculas controvertidas [Acusaci¨®n infame, de 1959, fue calificada X por su tem¨¢tica] y fue criticado por la prensa por exhibicionismo sexual¡±, recuerda el columnista de Record Collector. ¡°Antes de Cliff, el rock & roll brit¨¢nico ten¨ªa un complejo de inferioridad. ?l demostr¨® que pod¨ªamos hacer rock genuino. Aunque lo desplazaron de los focos y a veces les mostr¨® lo que no se debe hacer, Cliff Richard prepar¨® el escenario para los Beatles y los Rolling Stones¡±.
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