El caso Pasok: ?pueden unas zapatillas verdes y unos cuantos memes resucitar a un partido?
Condenado a desaparecer por su gesti¨®n de la crisis de 2008, el hist¨®rico Partido Socialista de Grecia ha renacido entre la juventud de la forma m¨¢s contempor¨¢nea: gracias a memes que lo asocian con una ¨¦poca de bonanza y riqueza
Yannis Louloudis es un coleccionista de zapatillas griego. En su cuenta de Instagram, con m¨¢s de 200.000 seguidores, exhibe ropa cara, viajes a Dub¨¢i y, sobre todo, ediciones limitadas de deportivas. En 2021, con apenas 17 a?os, Louloudis se hizo famoso cuando lanz¨® al mercado las Basok Low, unas zapatillas muy parecidas a las c¨¦lebres Nike Dunk, pero con el reconocible verde corporativo y el logo, un sol verde, del Pasok, el Partido Socialista de Grecia. Se llamaban Basok porque en la jerga callejera la letra P se pronuncia como la B. El trapero Snik, icono de la moda urbana, public¨® un v¨ªdeo del unboxing que dispar¨® las ventas. Y no eran baratas: 300 euros, cuando el salario m¨ªnimo rondaba los 700. En la leng¨¹eta hab¨ªa una frase bordada: ¡°Dinero s¨ª que hay¡±. Lo dijo en 2009 el entonces primer ministro Giorgos Papandreu, del Pasok, cuando comenzaba una crisis que se llevar¨ªa por delante el sistema de partidos que reg¨ªa desde 1974. El pilar en el que se asentaba hab¨ªa sido el Pasok.
A los socialistas no les hizo gracia convertirse en una marca de moda. Amenazaron con poner una denuncia y Louloudis las retir¨® del mercado. Cuando en una entrevista le preguntaron si entend¨ªa la controversia, declar¨® que conoc¨ªa el Pasok ¡°por los memes¡±. Para ¨¦l no era tanto un partido como un elemento de la cultura popular con el que se hac¨ªa chanza. El joven explic¨® que cada vez que ofertaba alguna zapatilla muy cara, sus redes se llenaban de comentarios del tipo: ¡°Con el Pasok te las comprar¨ªan¡±. El partido socialista simbolizaba, en el imaginario de los j¨®venes despolitizados, la nostalgia ir¨®nica por los tiempos de bonanza econ¨®mica que sus padres les hab¨ªan contado. Desde hac¨ªa a?os, en las redes griegas circulaban miles de memes con esa tem¨¢tica. ¡°Con el Pasok, nosotros le hac¨ªamos regalos a Pap¨¢ Noel¡±; ¡°con el Pasok encend¨ªamos el aire acondicionado para compensar el calor de la calefacci¨®n¡±.
De hecho, en 2021 el Pasok ya no exist¨ªa como marca electoral. Resulta complicado resumir los turbulentos a?os que siguieron al crack de 2008. Adem¨¢s de brutales recortes sociales, decenas de huelgas generales, disturbios de escala inconcebible, plazas repletas de indignaci¨®n, p¨¦rdida del poder adquisitivo y hasta bajada de la esperanza de vida, en Grecia hubo muchas elecciones. Tantas, que se populariz¨® un dicho sarc¨¢stico: ¡°Antes vot¨¢bamos cada cuatro a?os y nos ¨ªbamos de vacaciones cada verano. Ahora nos vamos de vacaciones cada cuatro a?os y votamos cada pocos meses¡±.
En cada una de las citas electorales, el Pasok perd¨ªa apoyos y cada fracaso electoral era seguido de escisiones, que a su vez conduc¨ªan a rebautizar con nuevos nombres las formaciones de los que se iban y de quienes se quedaban: Izquierda Democr¨¢tica, El Olivo-Alianza Democr¨¢tica, Movimiento de los Socialistas Democr¨¢ticos, Movimiento por el Cambio¡ El declive de los socialistas helenos parec¨ªa tan inexorable que, en varios idiomas, se cre¨® un verbo para definir el proceso de los partidos de centro izquierda destinados a desaparecer: pasokizaci¨®n.
Parad¨®jicamente, cuanto menos peso ten¨ªa el partido, m¨¢s se asentaba la imagen ir¨®nica del Pasok como sin¨®nimo de estabilidad y abundancia. Las fotos de Papandreu, fundador del partido y primer ministro durante 10 a?os, pasaron a formar parte de la iconograf¨ªa habitual en los programas de humor de televisi¨®n y, sobre todo, en Facebook.
El bi¨®logo Yorgos Kankas recuerda su sorpresa la primera vez que fue invitado a una fiesta de tem¨¢tica Pasok. ¡°En 2013 el partido estaba en ca¨ªda libre y no conoc¨ªa a nadie que quisiera votarlo. Entonces, en Sal¨®nica me invitaron a un ¡®evento Pasok¡¯. Una fiesta de disfraces en la que los participantes deb¨ªan vestir atuendos que recordaran la ¨¦poca de esplendor socialista¡±. No solo hab¨ªa fiestas. Grupos de Facebook organizaban encuentros donde los asistentes vest¨ªan con prendas verdes y recreaban m¨ªtines de forma sat¨ªrica. Los j¨®venes utilizaban sus s¨ªmbolos, los esl¨®ganes y las referencias al partido en un tono burlesco y nost¨¢lgico. Como la marca electoral hab¨ªa desaparecido, nadie produc¨ªa nuevo merchandising. As¨ª, las banderas, llaveros, gorras o cualquier objeto con el s¨ªmbolo del sol verde se revaloriz¨® en el mercado de segunda mano.
Aunque inicialmente se trataba de una burla, el constante mencionar al Pasok lo convirti¨® en un partido popular entre los j¨®venes. La visibilidad de los chistes se tradujo paulatinamente en visibilidad a secas entre una generaci¨®n que parec¨ªa destinada a ignorarlo. Algunos l¨ªderes del partido empezaron a participar en la broma y aprovecharon para reconstruir la imagen del Pasok.
Y, al final, pas¨®: el consumo ir¨®nico revitaliz¨® el partido hasta tal punto que en 2022, los socialistas recuperaron su nombre y logo hist¨®ricos. En las recientes elecciones europeas rozaron el 13%, triplicaron el n¨²mero de esca?os y se consolidaron como tercera fuerza.
Este mayo, Yannis Louloudis lanz¨® unas zapatillas con el logo y el color corporativo de Nueva Democracia, el partido hoy en el poder. Pero, a diferencia de los socialistas, la derecha s¨ª supo ver el potencial desde el inicio y el propio primer ministro Kyriakos Mitsotakis pos¨® junto a Louloudis con un par en la mano, y otro en los pies. Por si acaso.
Adi¨®s, Pasok: Anatom¨ªa de una ca¨ªda
Casos de corrupción precipitaron la decadencia de un partido histórico. Además de su gestión de la crisis económica, el Pasok fundado por Andréas Papandreu (en la foto) y los conservadores de Nueva Democracia se vieron salpicados por la corrupción. Uno de los casos más conocidos implicó a ministros de ambos partidos con sobornos millonarios a la empresa Siemens por contratos en las obras de los Juegos Olímpicos de 2004. Algunos de los sumarios del caso todavía no se han resuelto pero, sea como fuere, la imagen de los partidos quedó manchada prácticamente hasta hoy.
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