As¨ª es el nuevo ¡®Rocky IV¡¯ que llega a los cines espa?oles: m¨¢s acci¨®n, m¨¢s dramatismo y sin el robot graciosillo
Sylvester Stallone reedita con material in¨¦dito la m¨¢s famosa secuela de la saga, en la que se enfrenta al sovi¨¦tico Iv¨¢n Drago. Ha cambiado hasta el t¨ªtulo: la pel¨ªcula que hoy se estrena se llama ¡®Rocky vs. Drago¡¯
Uno de los primeros frentes de la Segunda Guerra Mundial se ubic¨® en un ring de boxeo. En 1938, un a?o antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia, la pelea entre el afroamericano Joe Louis y el alem¨¢n Max Schmeling en el Yankee Stadium de Nueva York estuvo rodeada de una fuerte carga propagand¨ªstica: Schmeling, que ya hab¨ªa derrotado en otra ocasi¨®n a Louis, era presentado por el ministerio de Propaganda de Goebbels como un s¨ªmbolo de la superioridad aria, alabado por Hitler, que no perd¨ªa ocasi¨®n de agasajarle o fotografiarse con ¨¦l. Por ello, cuando Louis le venci¨® con contundencia (le noque¨® en el primer asalto, tras apenas dos minutos que bastaron para hospitalizar al alem¨¢n diez d¨ªas), Schmeling cay¨® en desgracia, dej¨® de aparecer en la prensa del Tercer Reich y tuvo que ocuparse de que, con la p¨¦rdida del favor del F¨¹hrer, personas de su entorno cercano no fueran perseguidas.
Aquella historia inspir¨® a Sylvester Stallone el argumento para Rocky IV (1985), la entrega de la saga deportiva donde el actor, director y guionista termin¨® de cruzar los l¨ªmites de la hip¨¦rbole al escenificar una contienda a pu?os entre los dos bloques de la Guerra Fr¨ªa, encarnados en Rocky Balboa, representaci¨®n por excelencia del sue?o americano, y el sovi¨¦tico Iv¨¢n Drago (interpretado por Dolph Lundgren). De tono m¨¢s ¨¦pico, con m¨¢s secuencias de entrenamiento, un villano pasado de rosca y una ret¨®rica de aparente exaltaci¨®n patri¨®tica, aquel cuarto episodio no ten¨ªa mucho que ver ya con el intimista drama de personajes que vali¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula a Rocky (1976), pero eso no fue un problema para que se convirtiese en otro ¨¦xito comercial y en la m¨¢s conocida de las secuelas de la franquicia. Producto genuino de su tiempo, Rocky IV se erigi¨® en emblema de lo ochentero y, junto a Rambo: Acorralado II (tambi¨¦n de 1985), convirti¨® a Stallone en embajador cinematogr¨¢fico del reaganismo, a su pesar o no.
D¨¦cadas despu¨¦s, Sly a¨²n ten¨ªa cuentas pendientes con Drago. Tras recuperar al personaje en Creed II: La leyenda de Rocky (2018) ¨Cdonde el hijo de Drago se med¨ªa al hijo de Apollo Creed, que mor¨ªa peleando contra el sovi¨¦tico en Rocky IV¨C, durante la cuarentena por el coronavirus se encerr¨® para montar de nuevo la pel¨ªcula de 1985 al completo. La versi¨®n que Stallone termin¨® de pulir en 2021 cuenta con cerca de media hora de material in¨¦dito, seg¨²n indica a ICON la distribuidora 39 Escalones, que, bajo el nuevo t¨ªtulo Rocky vs. Drago, prev¨¦ estrenarla el pr¨®ximo 23 de agosto en cines espa?oles, con un lanzamiento de entre 50 y 60 copias repartidas por el territorio. De igual manera, hay otros tantos minutos que desaparecen: entre las modificaciones m¨¢s destacadas, queda fuera la subtrama c¨®mica de Sico, el robot que Rocky regalaba a su cu?ado Paulie, con el que entablaba una desconcertante relaci¨®n afectiva. Originalmente fue un gui?o de Stallone a su hijo autista, Seargeoh, puesto que el modelo utilizado era un invento para favorecer al desarrollo de los menores en el espectro.
¡°Stallone ha querido tomarse Rocky IV m¨¢s en serio de lo que iba¡±, cree Antonio Candela, autor del libro Universo Stallone (Applehead, 2018). ¡°Lo que aporta la nueva versi¨®n son m¨¢s secuencias de pelea, aprovechando que estaban maravillosamente coreografiadas, con un montaje milim¨¦trico. Y ha eliminado al famoso robot novia del cu?ado, el toque kitsch de la original, por verg¨¹enza que ¨¦l ha ido sintiendo con el paso de los a?os¡±. La noticia de que el nuevo montaje no contar¨ªa con el robot llev¨® a muchos seguidores a protestar (algunos, desde la iron¨ªa) a Stallone en sus redes sociales, comentarios que la estrella de acci¨®n recibi¨® con humor. ¡°Ya no me gusta el robot¡±, zanj¨® ante un usuario de Instagram. ¡°Ha sido fundido y ahora es una lata de cerveza¡±. A otro le dec¨ªa: ¡°Me parec¨ªa que pon¨ªa en peligro la seriedad de la pel¨ªcula. Creo que el robot est¨¢ prepar¨¢ndose para salir en la nueva de Star Wars¡±.
Adem¨¢s de la omisi¨®n del robot y la mejora de las peleas, en el nuevo montaje de Rocky IV gana peso el personaje de Apollo, a fin de remarcar su amistad, la tragedia de su muerte y el impacto que tiene en el protagonista. El ritmo y la atm¨®sfera son ligeramente distintos: sin alteraciones argumentales muy importantes, Stallone introduce otros detalles narrativos, alarga miradas, di¨¢logos e incluso cambia canciones . Eye Of The Tiger, de Survivor, hoy un cl¨¢sico de las emisoras nost¨¢lgicas de rock y que originalmente estaba en Rocky III, cierra la pel¨ªcula en lugar de la olvidada Hearts On Fire, de John Cafferty. ¡°Con el paso del tiempo, ¨¦l ha ido madurando y alej¨¢ndose de ciertas ideas que ten¨ªa en los ochenta¡±, explica Candela. ¡°Stallone es un autor con una evoluci¨®n palpable, que no se qued¨® anclado en lo que hac¨ªa al principio. La cocina del infierno [1978] y Rocky II [1979, primera entrega bajo su direcci¨®n] son dos pel¨ªculas con una puesta en escena muy del Nuevo Hollywood, muy callejeras. Pero cuando llegan los ochenta, cambia radicalmente de est¨¦tica y hace otra maravilla con Rocky III [1982], para m¨ª la mejor de la saga a nivel visual y de montaje. Es un autor con un estilo personal y mucha idea de c¨®mo hacer cine¡±.
Reescribir el pasado
En el documental Keep Punching: The Making Of ¡®Rocky Vs. Drago¡¯ (2021), compartido gratuitamente en YouTube a trav¨¦s de un canal oficial de Stallone, el actor y cineasta reflexionaba sobre el deseo de llevar su propia vida a la sala de montaje, cambiar lo que no le gustaba y corregir las decisiones de las que se arrepent¨ªa. El largometraje recoge todo el proceso de transformaci¨®n de Rocky IV en su versi¨®n actual, con Stallone enfrent¨¢ndose escena por escena (determinado, mientras sorbe un n¨²mero incontable de palitos de caramelo y controla sus nervios apretando compulsivamente una abrazadera) a su trabajo en los ochenta, que su montajista le va mostrando en un televisor con las tomas alternativas disponibles. ¡°Esta vez va a ser un drama, sin todas las cosas tontas y superfluas¡±, advierte a c¨¢mara, en una de las muchas ocasiones en las que el astro abunda en sus perspectivas creativas, como cuando discute la noci¨®n de que el cine sea un arte colectivo. ¡°Es la visi¨®n ¨²nica del director¡±, argumenta, para a continuaci¨®n describir las presiones que experiment¨® en Rocky IV con ¡°como si Picasso hubiese tenido que pintar con 50 personas detr¨¢s opinando¡±.
Aunque es un material destinado casi exclusivamente a fans de Stallone, con curiosidades como la revelaci¨®n de un homenaje escondido a la italiana H¨¦rcules (1958), el documental muestra una faceta del int¨¦rprete no tan asociada a su imagen p¨²blica. Sly habla, sin pretensiones intelectuales de post¨ªn, de c¨®mo su mirada art¨ªstica sigue condicionando su vida y llev¨¢ndole a replantearse constantemente todo, con factores tan diferenciales como el de la experiencia y la templanza por fin de su lado, cuando se acerca a los 80 a?os.
El doctor en Estudios Cinematogr¨¢ficos y productor franc¨¦s David da Silva, autor de Sylvester Stallone: H¨¦roe de la clase obrera (2024, editado en Espa?a por Malpaso), no cree que el nuevo montaje de Rocky IV sea un capricho balad¨ª. ¡°Es muy interesante. Le da un nuevo aspecto a la historia y los combates son m¨¢s realistas, con Rocky esquivando o protegi¨¦ndose m¨¢s en la ¨²ltima pelea. Stallone rod¨® al menos dos finales y ahora prefiere uno en el que Rocky saluda a su adversario, a pesar de haber matado a su mejor amigo, por el respeto esencial que se deben dos boxeadores cuando luchan en un cuadril¨¢tero. Es muy bonito y sin duda lo mejor de este montaje¡±, cuenta a ICON. ¡°Sin embargo, sigo prefiriendo el montaje original, porque iba con la ¨¦poca. Era la Guerra Fr¨ªa, estaba de moda el estilo MTV, era como un gran videoclip¡±.
A Da Silva le llama la atenci¨®n otro cambio narrativo de cierto calado en el desenlace de la pel¨ªcula: ¡°En la Rocky IV original, el dirigente sovi¨¦tico aplaude el discurso de paz de Rocky. Estamos en 1985 y esto anticipa la relajaci¨®n que va a tener lugar entre los dos pa¨ªses. En el nuevo montaje, se enfada y se marcha. Esto es representativo de lo que estamos viviendo hoy en d¨ªa, con grandes tensiones entre Estados Unidos y Rusia por la guerra de Ucrania¡±.
M¨¢s all¨¢ de los cambios enumerados, los elementos insustituibles para los admiradores de Rocky IV siguen ah¨ª. El entrenamiento del h¨¦roe en la URSS, la parafernalia comunista, la actuaci¨®n de James Brown¡ Y, en lo concerniente a los seguidores espa?oles, tambi¨¦n las voces de Ricard Solans y Camilo Garc¨ªa, que interpretaron respectivamente a Rocky y Apollo en la pel¨ªcula de 1985 y han vuelto a hacerlo en la que se estrena en cines. Seg¨²n explica a ICON Ad¨¢n Latonda, del estudio Fonofox, director del doblaje y voz de Iv¨¢n Drago en la nueva versi¨®n, las muchas variaciones introducidas por Stallone y la calidad con que se conservaba el sonido espa?ol de los ochenta dificultaban limitarse a grabar solo las partes in¨¦ditas sin que hubiese contrastes muy pronunciados. ¡°Hemos redoblado toda la pel¨ªcula excepto algunas secuencias, por una cuesti¨®n puramente sentimental¡±, dice, y pone de ejemplo parte del pr¨®logo ¨Cel resumen de Rocky III, esta vez m¨¢s largo¨C o el momento en que Rocky vocifera ¡°?Dragoooo!¡± en lo alto de la monta?a.
Latonda agradece el esfuerzo de Solans, semirretirado a sus 84 a?os, por volver a doblar a Stallone: ¡°Es emblem¨¢tico, totalmente reconocible. No se puede desligar del personaje. Si est¨¢ es gracias a Camilo, fue ¨¦l quien le convenci¨®. Evidentemente no viene por gracia divina, ¨¦l pone una tarifa, pero no hubiera aceptado de no tratarse de Rocky y de no haber sido por la mediaci¨®n de Camilo. Si hubi¨¦ramos tenido que cambiar de voz, hubiera sido una putada¡±. Adem¨¢s de Solans y Garc¨ªa, en el nuevo doblaje han participado Fernando Guill¨¦n Cuervo, Andrea Bronston o Rosa Mar¨ªa Hern¨¢ndez, que hereda el papel de Adrian, doblado antes por su madre, la fallecida Rosa Gui?¨®n. Uno de los muchos detalles que denotan el cari?o con que se ha trabajado en esta versi¨®n en castellano. ¡°Cuando te enfrentas a una pel¨ªcula de este calibre, parte de una saga tan conocida, que incluso generaciones m¨¢s j¨®venes siguen viendo y significa tanto para tanta gente, es una responsabilidad tremenda¡±, admite Latonda.
Sobre por qu¨¦ Rocky, m¨¢s all¨¢ de los anacronismos, las secuelas mejores o peores y los aspectos que ahora sonrojan a Stallone, sigue interesando al p¨²blico, el profesor David da Silva aventura: ¡°Todas las pel¨ªculas de la saga cuentan la misma historia, Rocky lucha primero contra s¨ª mismo (sus miedos, sus dudas, sus l¨ªmites) para convertirse en un ser humano mejor. Por eso hay tantas escenas con un espejo. El personaje se mira a menudo en el espejo y esto es un s¨ªmbolo de que se enfrenta al peor adversario que tenemos en nuestra vida: nosotros mismos. Es un mensaje que apela a todo el mundo¡±. A casi 50 a?os del inicio de la saga, la evoluci¨®n de Rocky y de Stallone contin¨²a y sigue sirviendo a muchos de ejemplo. Ya lo dice el personaje al final de esta cuarta entrega, ante la plana mayor sovi¨¦tica: ¡°Si yo puedo cambiar y vosotros tambi¨¦n, todos pueden cambiar¡±. Hasta la pel¨ªcula en la que lo dice ha podido cambiar.
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