Un jurado indeciso y alg¨²n tinte paranormal: la extra?a relaci¨®n del cine espa?ol con el Festival de Venecia
El Le¨®n de Oro para Almod¨®var por ¡®La habitaci¨®n de al lado¡¯ ha hecho historia al ser el primero que se lleva una pel¨ªcula espa?ola, pero hace casi 70 a?os ese mismo hito estuvo a punto de ocurrir
Se ha dicho que, con su Le¨®n de Oro en la Mostra de Venecia, La habitaci¨®n de al lado ha hecho historia, y poco puede objetarse a esta afirmaci¨®n. Se trata de la primera pel¨ªcula de producci¨®n mayoritariamente espa?ola que obtiene este premio, y tambi¨¦n la primera de un director espa?ol desde que en 1967 un jurado presidido por Alberto Moravia, del que tambi¨¦n formaban parte Susan Sontag y Juan Goytisolo, se lo otorg¨® a Belle de Jour, de Luis Bu?uel, rodada y producida en Francia. La cinematograf¨ªa espa?ola no es una de las m¨¢s apreciadas por las secciones oficiales de los festivales europeos de categor¨ªa A (con la excepci¨®n de San Sebasti¨¢n, por motivos evidentes), como prueba la discreta cosecha de premios gordos para directores nacidos en Espa?a por pel¨ªculas nacionales en las tres grandes citas anuales: la Palma de Oro en Cannes del propio Bu?uel (con Viridiana, en 1961), los Osos de Oro en Berl¨ªn de Fern¨¢ndez Ardav¨ªn (El Lazarillo de Tormes, en 1960), Garc¨ªa S¨¢nchez y Mart¨ªnez-L¨¢zaro (Las truchas y Las palabras de Max, empatadas en 1978), Carlos Saura (Deprisa, deprisa, en 1981), Mario Camus (La colmena, en 1983) y Carla Sim¨®n (Alcarr¨¤s, en 2022), y ahora Almod¨®var en Venecia. Con o sin este premio, con y sin los que sin duda vendr¨¢n, La habitaci¨®n de al lado es una magn¨ªfica pel¨ªcula, y solo por eso deber¨ªa inscribirse en la historia del cine mundial. Sin embargo, hace casi 70 a?os, estuvo a punto de producirse un precedente que habr¨ªa supuesto el primer Le¨®n de Oro de la historia del cine espa?ol.
Aunque la Mostra de Venecia fue creada por el gobierno fascista italiano en 1932, y es por tanto el m¨¢s veterano de los festivales de cine, no fue hasta 1949 cuando entreg¨® el primer Le¨®n de Oro. Antes las mejores pel¨ªculas eran recompensadas con distinciones como la Copa Mussolini (hasta 1942) o el Gran Premio Internacional (en 1947 y 1948). En sus primeros a?os, lograron el le¨®n dorado obras maestras de directores de la categor¨ªa de Kurosawa o Dreyer, lo que aport¨® un enorme prestigio al galard¨®n principal de un festival que ya ten¨ªa que batirse el cobre con los de Cannes y Berl¨ªn.
En 1956 las expectativas eran altas, ya que concurr¨ªan a la Mostra, entre otras, las ¨²ltimas pel¨ªculas de Joshua Logan, Nicholas Ray, Kenji Mizoguchi, Ren¨¦ Cl¨¦ment o Robert Aldrich. Y tambi¨¦n, cosa bastante inusual, dos filmes espa?oles: Calabuch, de Luis Garc¨ªa Berlanga, con estrellas internacionales (Edmund Gwenn y Valentina Cortese) en su reparto, y Calle Mayor, de Juan Antonio Bardem, protagonizada por la estadounidense Betsy Blair, que ven¨ªa de estar nominada al Oscar como mejor actriz secundaria por Marty, ganadora de cuatro estatuillas principales.
Bardem y Berlanga hab¨ªan colaborado en sus inicios profesionales ¨Cdirigieron al alim¨®n Esa pareja feliz (1951), y despu¨¦s escribieron juntos el guion de Bienvenido, Mister Marshall (1953), que dirig¨ªa Berlanga en solitario¨C para despu¨¦s tomar caminos independientes. Berlanga se especializ¨® en comedias cada vez m¨¢s negras, mientras Bardem parec¨ªa empe?ado en adaptar al contexto espa?ol los esquemas formales del cine europeo de autor, de Antonioni a Fellini. El a?o anterior, Bardem hab¨ªa presentado en Cannes su Muerte de un ciclista (1955), donde obtuvo el premio de la cr¨ªtica internacional. Aunque ten¨ªa tantos detractores (Fran?ois Truffaut entre ellos) como admiradores, era ya uno de los nombres j¨®venes que empezaban a sonar con fuerza en los circuitos mundiales del cine de autor. En aquella Mostra de 1956, la pel¨ªcula de Berlanga obtuvo una tibia acogida (lastrada por una propensi¨®n al sentimentalismo a lo Frank Capra, a¨²n hoy est¨¢ considerada una de las m¨¢s flojas de su filmograf¨ªa), aunque la Oficina Cat¨®lica Internacional de Cine decidi¨® darle un premio por sus valores.
Sin embargo, Calle Mayor pronto se convirti¨® en una de las favoritas del festival. Muchos esperaban que le otorgara el Le¨®n de Oro un jurado oficial presidido por el director de documentales John Grierson y compuesto, entre otros, por Andr¨¦ Bazin, quiz¨¢ el cr¨ªtico m¨¢s prestigioso de la historia, y el director Luchino Visconti, de ideolog¨ªa comunista, como el propio Bardem. Sin embargo, cuando se desvel¨® el palmar¨¦s, se supo que el Le¨®n hab¨ªa quedado desierto, y que solo se hab¨ªan concedido los premios de interpretaci¨®n Copa Volpi (que fueron al franc¨¦s Bourvil y la alemana Maria Schell) y una serie de menciones especiales, entre ellas a las actrices Betsy Blair y Anna Magnani, a Calle Mayor y la cinta b¨¦lica El arpa birmana, del japon¨¦s Kon Ichikawa. Para pasmo general, el acta del jurado informaba de que estas dos pel¨ªculas eran las preferidas de sus miembros. Al verse incapaz de tomar una decisi¨®n satisfactoria sobre cu¨¢l de ellas era mejor, hab¨ªan preferido no conceder a ninguna de ellas el premio principal. Sin embargo, la FIPRESCI, la cr¨ªtica internacional volvi¨® a conceder a Bardem su premio de aquel a?o (junto con Gervaise, de Cl¨¦ment). As¨ª que la favorita en la que coincid¨ªan cr¨ªtica y jurado se volvi¨® a casa con tres premios de consolaci¨®n y sin el Le¨®n de Oro que hab¨ªa rozado. Tres a?os antes, y por los mismos motivos, tampoco se hab¨ªa concedido primer premio, aunque en aquella ocasi¨®n el jurado no desvel¨® sus candidatas en liza. La situaci¨®n no volvi¨® a producirse despu¨¦s, aunque entre 1969 y 1979 el festival dej¨® de ser competitivo, y por tanto no hubo jurado oficial que repartiera premios.
Calle Mayor contaba la historia de una mujer soltera, habitante de una ciudad de provincias ¨Clos exteriores se rodaron entre Palencia, Cuenca y Logro?o¨C, no especialmente agraciada, ni joven ya, que por ello era contemplada por sus convecinos con desd¨¦n o compasi¨®n, y a la que un grupo de amigotes decid¨ªa gastarle una broma cruel, haciendo ver que uno de ellos ten¨ªa intenciones matrimoniales con ella. Aunque en teor¨ªa era una puesta al d¨ªa del sainete de Carlos Arniches La se?orita de Tr¨¦velez, de 1916, en realidad retrataba la sociedad espa?ola del franquismo, con toda su carga provinciana, asfixiante y at¨¢vica. La censura intervino el guion eliminando los elementos m¨¢s evidentes de cr¨ªtica a las instituciones pol¨ªticas y religiosas, y se asegur¨® de que una voz en off informara al inicio de que aquellas situaciones pod¨ªan suceder en Espa?a como en cualquier otro lugar del mundo. Pero segu¨ªa poco satisfecha con el resultado, y se manifestaron resistencias a permitir que la cinta representara a nuestro pa¨ªs en festivales extranjeros. Por fortuna, se trataba de una coproducci¨®n hispano-francesa en la que participaba Serge Silberman, quien despu¨¦s financiar¨ªa las pel¨ªculas francesas de Bu?uel, y que con sus presiones logr¨® que el gobierno franquista autorizara la presentaci¨®n del filme de Bardem en Venecia.
Hoy est¨¢ ampliamente reconocida como la mejor pel¨ªcula de su director, y es para muchos una de las mejores del cine espa?ol, aunque en honor a la verdad no puede pasarse por alto la poderosa influencia de I Vitelloni, de Fellini, estrenada tres a?os antes, y el excesivo subrayado de algunas de sus situaciones, como el cl¨ªmax final en la estaci¨®n del tren donde la protagonista se debate entre subirse o no al tren que la conducir¨¢ hacia una nueva vida. En 1963, Bardem tratar¨ªa de desquitarse con Nunca pasa nada, otra radiograf¨ªa de las ciudades de provincias en el franquismo, que volvi¨® a concursar en el festival de Venecia. Esta vez no hubo premio, y la cr¨ªtica fue menos entusiasta: Calle Menor fue el sobrenombre que se le adjudic¨®.
La justicia po¨¦tica tardar¨ªa unas cuantas d¨¦cadas en llegar, pero fue sonada. Dos veces, en 2000 y 2004, gan¨® Javier Bardem, sobrino del director de Calle Mayor, la Copa Volpi de la Mostra. La primera por Antes que anochezca, de Julian Schnabel, y la segunda por Mar adentro, de Alejandro Amen¨¢bar (que tambi¨¦n obtuvo el Gran Premio del Jurado, segundo en importancia tras el Le¨®n de Oro). En otro registro m¨¢s cercano a lo paranormal, tampoco conviene olvidar que cuando Pen¨¦lope Cruz recogi¨® el mismo premio en 2021 por su interpretaci¨®n en Madres paralelas, de Almod¨®var, cerr¨® su discurso citando en estos t¨¦rminos a su suegra, la actriz Pilar Bardem, hermana de Juan Antonio, fallecida dos meses antes: ¡°Al final de nuestra ¨²ltima conversaci¨®n me dijo: ¡°Te quiero¡±. Cre¨ªa que ser¨ªan sus ¨²ltimas palabras hacia m¨ª. Pero luego escuch¨¦ algo m¨¢s, muy suave y silencioso. Y con una sonrisa en la cara me dijo otras dos palabras: ¡®Copa Volpi¡±. Es posible que un guion de Almod¨®var pudiera recoger toda esta secuencia de acontecimientos de forma veros¨ªmil. A la espera de que eso ocurra, la realidad sigue siendo un territorio m¨¢s permeable a lo portentoso que cualquier ficci¨®n.
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