Juan Diego Botto: ¡°Tengo el derecho y el deber de decir lo que pienso, igual que un fontanero. Pero a m¨ª se me escucha m¨¢s¡±
El actor irrumpi¨® en la escena como ¨ªdolo generacional gracias a ¡®Historias del Kronen¡¯. Triunf¨® en el cine y ha revolucionado el teatro. Su sue?o pendiente era trabajar con Almod¨®var. En ¡®La habitaci¨®n de al lado¡¯, acaba de cumplirlo
En La habitaci¨®n de al lado, la nueva pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var, hay un momento m¨¢gico protagonizado por Juan Diego Botto (Buenos Aires, 49 a?os). Ocurre a lo largo de dos escenas que comparte con Ra¨²l Ar¨¦valo y Tilda Swinton y donde interpreta a un reportero de guerra en Irak. Botto act¨²a en ingl¨¦s y espa?ol y deja una de esas secuencias, aparentemente triviales pero llenas de sugerencias, a las que el espectador regresa mentalmente en los d¨ªas posteriores al visionado. ¡°Creo que no hay ning¨²n actor espa?ol, o casi ninguno, que no haya fantaseado con trabajar con Almod¨®var¡±, cuenta el int¨¦rprete cuando se le pregunta por su debut con el manchego. ¡°Mi generaci¨®n ha crecido con el cine de Almod¨®var, forma parte de nuestra cultura cotidiana. Las chicas almod¨®var, las situaciones almodovarianas... Todo eso forma parte de mi vida. Lo que nunca me imagin¨¦ fue hacer una pel¨ªcula con Almod¨®var en ingl¨¦s. Me sorprendi¨® mucho cuando las directoras de casting me lo dijeron. Es un personaje muy peque?o pero muy gozoso de hacer, y adem¨¢s he tenido la suerte de trabajar con Tilda, que es una mujer maravillosa, una actriz estupenda que ha entendido muy bien el universo de Almod¨®var y se ha entregado a ¨¦l. Pero lo que m¨¢s ilusi¨®n me hizo fue el mero hecho de estar ah¨ª. De que Almod¨®var me dirigiera, de poder estar en su pel¨ªcula, de verlo colocar la c¨¢mara, dirigir a los actores. Ser testigo de su trabajo es un lujo, algo muy bonito¡±.
Juan Diego Botto se puso ante la c¨¢mara por primera vez con ocho a?os y ha trabajado con Montxo Armend¨¢riz, Imanol Uribe o Daniel Calparsoro. Es hijo de los actores Diego Botto, que desapareci¨® en 1977 durante la dictadura de Videla, y Cristina Rota, que se mud¨® a Madrid con sus hijos y abri¨® la que ha acabado siendo la escuela de interpretaci¨®n madrile?a por excelencia. Fiel a sus ra¨ªces, Botto nunca ha abandonado el teatro ¡ªcomo actor, dramaturgo, director y productor¡ª ni el compromiso pol¨ªtico. En su carrera hay alusiones constantes a la migraci¨®n, el exilio, la violencia y la justicia. En la pel¨ªcula estadounidense de Almod¨®var, interpreta a un reportero de guerra. ¡°Es un mundo que no me es ajeno, porque mi compa?era ha sido corresponsal de guerra, ha cubierto conflictos b¨¦licos y, de hecho, el que se narra en la pel¨ªcula, la guerra de Irak, ella lo cubri¨® durante la invasi¨®n para la Cadena Ser. Ella me ayud¨® a entender ese mundo¡±. Se refiere a la periodista Olga Rodr¨ªguez, con quien se cas¨® en 2017 y con quien ha colaborado, por ejemplo, en el guion de En los m¨¢rgenes (2022), un drama social sobre los desahucios protagonizado por Luis Tosar y Pen¨¦lope Cruz y que el propio Botto dirigi¨®.
?Dirigir le ha hecho cambiar su visi¨®n del oficio de actor? Dirigir te hace conocer un poco la trastienda, no solo de la parte art¨ªstica, sino tambi¨¦n de la comercial, la financiera... Es un trabajo muy colaborativo con todos los departamentos, muy enriquecedor. Pero, en cuanto a mi carrera como actor, yo sigo disfrutando mucho de ese trabajo. Me gusta contar historias, pero disfruto mucho de que me llamen para contar las historias de otros. Adem¨¢s, en este pa¨ªs hay muchos actores y actrices, y poder encadenar un trabajo con otro es un privilegio. Intento no olvidarme de ello.
?Qu¨¦ le aporta el teatro? Vivimos un resurgir de espect¨¢culos que abordan temas sociales, como si la realidad hubiese vuelto a subirse al escenario. Hay algo maravilloso en el teatro, y tiene que ver con la libertad. El cine o la televisi¨®n implican enormes presupuestos, y quien tiene ese dinero son las televisiones o las grandes productoras. El teatro es mucho m¨¢s independiente. Es m¨¢s f¨¢cil que productoras teatrales peque?as puedan montar espect¨¢culos relativamente complejos, y en poco tiempo. Eso hace que el teatro hoy est¨¦ muy vinculado a nuestra realidad y nos hable de nosotros mismos de una forma m¨¢s urgente, m¨¢s cercana y pr¨®xima. Por eso mucho p¨²blico se est¨¢ acercando al teatro, porque nos cuenta historias que no se est¨¢n contando en la televisi¨®n en el cine.
?Dir¨ªa que no a alg¨²n papel por motivos ideol¨®gicos? Cuando me ofrecen un trabajo como actor, generalmente lo que miro es que est¨¦ bien hecho, bien escrito, que sea interesante. Luego hay una cosa m¨¢s dif¨ªcil de valorar, que es que a m¨ª me guste. No le hago un examen ideol¨®gico al proyecto para saber si me meto o no, sino que lo leo desde la ingenuidad del espectador, como si fuera un lector que lo lee por primera vez. Otra cosa es cuando preparo mis propios proyectos. Tampoco les hago un examen de militancia o activismo, pero al final escribo sobre lo que a m¨ª me emociona.
En Una noche sin luna, la obra teatral escrita e interpretada por usted y dirigida por Sergio Peris-Mencheta, se transformaba en Garc¨ªa Lorca. Era una producci¨®n independiente, casi minimalista, y uno de los fen¨®menos teatrales m¨¢s imponentes que se recuerdan. Le dieron el Premio Nacional. Yo creo que es lo mejor que he hecho en mi carrera, como escritor y como actor, pero tambi¨¦n es posiblemente el proyecto que m¨¢s he disfrutado. Lo que sucede en el teatro se genera entre todos, y esa comuni¨®n con los espectadores fue algo muy bonito. La sensaci¨®n de que hay un mont¨®n de gente como nosotros, de que no estamos solos en esto, fue emocionante. Las obras que yo hago siempre las producimos en casa, es una pyme donde est¨¢n mi madre y mis hermanas, y arriesgamos pasta. Es una responsabilidad. Pero por suerte sali¨® bien.
?Le sorprendi¨® el entusiasmo del p¨²blico? Hubo un momento muy bonito en Granada, est¨¢bamos montando las cosas antes de empezar la funci¨®n y comentamos que esa tarde ¨ªbamos a ir a V¨ªznar, donde se supone que fusilaron a Lorca, y un t¨¦cnico del teatro de Granada coment¨® que all¨ª, en aquella fosa com¨²n, estaba su abuelo. Le preguntamos el nombre de su abuelo, lo escribimos en una de las tablas laterales de la escen+ograf¨ªa y le dedicamos la funci¨®n. Cogimos la rutina de preguntar, all¨ª donde ¨ªbamos, si hab¨ªa desaparecidos o fosas comunes, pon¨ªamos algunos nombres y les dedic¨¢bamos la funci¨®n. No hubo una sola plaza que no tuviera cerca una fosa com¨²n con gente todav¨ªa no recuperada.
?Alguna vez ha temido que hablar abiertamente de pol¨ªtica le cerrara puertas? Mi necesidad de expresarme no tiene que ver con el hecho de que sea actor, sino con que soy ciudadano. Y como cualquier otro ciudadano, vivo en comunidad y tengo el derecho y quiz¨¢ tambi¨¦n un poquito el deber de decir lo que pienso, igual que un fontanero o un electricista va a una manifestaci¨®n y se expresa p¨²blicamente, en la misma medida pues lo hago yo. Lo que pasa es que a m¨ª se me escucha m¨¢s por el trabajo que tengo. Cuando veo lo que est¨¢ pasando en Gaza, un genocidio en curso, algo tendr¨¦ que decir, me atormenta pensar que seguimos con nuestra vida cotidiana mientras el horror sucede a escasos kil¨®metros de aqu¨ª. No s¨¦ si me ir¨ªa mejor si no lo hiciera. No lo s¨¦. Me da igual.
Tambi¨¦n Almod¨®var habl¨® del auge de la extrema derecha en el discurso que dio al recoger el premio en Venecia. F¨ªjate: Almod¨®var, que se posiciona abiertamente, acaba de ganar el Le¨®n de Oro en Venecia. Es decir, no le puede ir mejor. Evidentemente hay gente que lo considerar¨¢ el demonio y le criticar¨¢ por las cosas que dice, pero eso no est¨¢ afectando a su trayectoria. Es de lejos el director espa?ol m¨¢s internacional y, con Bu?uel, el m¨¢s premiado. Por suerte hay una autonom¨ªa entre una cosa y otra. Con las cr¨ªticas hay que vivir, pero eso tambi¨¦n est¨¢ bien. Si expresas una opini¨®n tienes que aceptar el hecho de que haya gente a que no le guste tu opini¨®n. Eso forma parte del juego, siempre y cuando sea de forma respetuosa.
?Crecer entre actores y escenarios le ha hecho desmitificar la profesi¨®n? El primer mito creo que tiene que ver con la facilidad, con la historia de la Cenicienta, esa idea de que un d¨ªa ir¨¢s caminando por la calle y un director te descubrir¨¢ y notar¨¢ que eres un genio y a partir de ah¨ª todo ser¨¢ f¨¢cil. Yo crec¨ª escuchando a los alumnos de mi madre. Al principio la escuela estaba en el sal¨®n de casa. Pronto comprend¨ª que era algo que requer¨ªa mucho trabajo, estudio y pr¨¢ctica. A veces ven¨ªan actores conocidos a preparar un personaje, y yo pensaba: ¡°Joder, pero si ya son conocidos, si se supone que ya saben¡±. Pero cada vez que empiezas un proyecto empiezas de cero. Y luego est¨¢ el glamour. Cuando yo empezaba, en Espa?a la industria no ten¨ªa los mimbres como para permitirse estrellas como las de Hollywood. Mucha gente fantasea con que los actores vivimos en alfombras rojas y casas de lujo, y la realidad de la profesi¨®n es otra muy distinta. En la inmensa mayor¨ªa de los casos, pasa por compatibilizar el trabajo de actor con otra cosa porque no te llega, pasar temporadas esperando a que suene el tel¨¦fono, pedir ayuda a tus padres hasta que tienes 39 a?os... Por eso, cuando a un actor le preguntan si su hijo quiere ser actor, la respuesta suele ser: ¡°?Uf, espero que no!¡±.
?Usted siempre quiso ser actor? ?Se plante¨® otra profesi¨®n? No, la verdad es que no recuerdo haber querido ser otra cosa. No lo recuerdo. A lo mejor astronauta, durante un breve momento. Pero astronauta y actor.
En 2025 cumple 30 a?os Historias del Kronen. ?Qui¨¦n quer¨ªa ser usted en 1995? Yo quer¨ªa convertirme en Marlon Brando. Hice Historias del Kronen con 18 a?os, y lo que tiene la adolescencia es que no eres muy consciente de tus l¨ªmites y limitaciones. As¨ª que yo aspiraba a ser Marlon Brando, que siempre ha sido mi h¨¦roe como actor. Todo lo que recuerdo alrededor de esa pel¨ªcula es muy bonito, incluido el momento en que me enter¨¦ de que me hab¨ªan dado el papel. Yo estaba en una compa?¨ªa que hac¨ªa teatro gratis en centros culturales. Est¨¢bamos recogiendo la escenograf¨ªa y el bedel pregunt¨®: ?alguno de ustedes se llama Juan Diego? No s¨¦ c¨®mo Montxo [Armend¨¢riz] me hab¨ªa localizado, pero me dijo que quer¨ªa tomarse una ca?a conmigo. As¨ª que empaquetamos todo en la furgoneta y todos los compa?eros me llevaron a la Plaza de Santa Ana. Y se quedaron ah¨ª esperando fuera del bar, a ver qu¨¦ me dec¨ªa. Despu¨¦s me fui a celebrarlo con mis compa?eros. A esa pel¨ªcula le debo el principio de mi carrera.
?Intuy¨® que estaba haciendo una pel¨ªcula de culto? Todos pens¨¢bamos que est¨¢bamos haciendo una buena pel¨ªcula, pero no algo que quedar¨ªa en el recuerdo. Por ejemplo, Historias del Kronen compiti¨® en el Festival de Cannes. Yo no he vuelto a estar en el Festival de Cannes. Y fue un ¨¦xito generacional. Para mucha gente de mi quinta, esa pel¨ªcula contaba cosas en el cine por primera vez.
?Le da v¨¦rtigo pensar que han pasado 30 a?os de aquello? El paso del tiempo es incre¨ªble. Los mayores siempre te dicen que pasa muy r¨¢pido. Y con 18 uno no siente que pase tan r¨¢pido. Pero luego es como aquella abuela de Cien a?os de soledad que dec¨ªa ¡°los d¨ªas los hacen m¨¢s cortos ahora¡±. Pues s¨ª, s¨ª, todo ha pasado muy r¨¢pido.
?Por qu¨¦ le interesa tanto la memoria? Yo creo que la memoria es lo que configura tu identidad. Por tanto, un individuo desmemoriado es un individuo carente de identidad o con su identidad cuestionada. Con un pa¨ªs ocurre lo mismo. Cuando te empe?as en negar partes de tu historia, es tu propia identidad lo que est¨¢s negado. Entonces se potencian algunos elementos en detrimento de otros. Para algunos, ser espa?ol tiene que ver con la religi¨®n cat¨®lica o con que te gusten los toros. Pero, para otros, podr¨ªa ser ensalzar las figuras de Garc¨ªa Lorca, de Antonio Machado o de la Brigada 9, que fue la primera en entrar en Par¨ªs para liberarla de los nazis. ?Cu¨¢ntas gente sabe en Espa?a que los primeros tanques que entraron en Par¨ªs fueron espa?oles? ?Cu¨¢ntas pel¨ªculas se han hecho sobre ellos? Podr¨ªa ser una fiesta nacional y un motivo de orgullo, porque la Europa moderna se construy¨® sobre la Segunda Guerra Mundial, sobre 1945 y el orgullo de haber acabado con los nazis. Podr¨ªa ser una se?a de identidad que aquellos espa?oles, los m¨¢s valientes, lucharon en Espa?a, perdieron, no se rindieron y se lucharon contra los nazis. Sin embargo, no es un hito a celebrar como se?a identitaria, en parte, porque estamos desmemoriados..
?C¨®mo interpreta desde esa ¨®ptica el auge de la ultraderecha? Pues mira, yo creo que el optimismo es una militancia, que tiene que ser una forma de estar en la vida. No hablo de un optimismo infantil o naif, sino fruto de la certeza de que lo que no se anhela, lo que no se batalla, lo que no se desea, no cambia. Cuando Moncho hizo Silencio Roto, antes de empezar la pel¨ªcula aparecen unas frases de Bertold Brecht: ¡°En los tiempos sombr¨ªos ?Se cantar¨¢ tambi¨¦n? Tambi¨¦n se cantar¨¢ sobre los tiempos sombr¨ªos¡±. Yo creo en cantar como met¨¢fora y como s¨ªmbolo de estar en la vida. Por muy mal que est¨¦n las cosas, tenemos que pensar que se pueden cambiar y mejorar. Evidentemente, vivimos tiempos complejos, pero esa esperanza de que llegar¨¢n tiempos mejores yo la tengo.
Maquillaje y peluquer¨ªa: Ricardo Calero. Asistente de fotograf¨ªa: Marcos Jim¨¦nez. Asistente de estilismo: Paloma Guti¨¦rrez.
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