Cristina Rota, la directora y maestra que ha criado a varias generaciones de actores espa?oles
La mentora de figuras como Pen¨¦lope Cruz, Antonio de la Torre, Nathalie Poza o Jos¨¦ Coronado ha recibido el galard¨®n de honor de los premios de la prensa teatral madrile?a
Los primeros recuerdos de la actriz y directora Cristina Rota (La Plata, Argentina, 77 a?os) sobre los horrores de la dictadura datan de cuando ella ten¨ªa unos diez a?os, con el primer golpe militar en su pa¨ªs. Su padre, perseguido, tuvo que esconderse y ella fing¨ªa en la escuela pertenecer a una clase social superior para as¨ª poder protegerse. Con apenas 12 a?os ya asist¨ªa a reuniones pol¨ªticas clandestinas. La tragedia no termin¨® ah¨ª. A?os m¨¢s tarde, en 1977, bajo el r¨¦gimen del general Videla, se vio obligada a huir tras la desaparici¨®n de su marido, el tambi¨¦n actor y activista Diego Fernando Botto. Se exili¨® en Espa?a con dos hijos muy peque?os. Desde entonces vive en Madrid, donde se ha convertido en un claro referente de la escena teatral y la docencia, maestra y mentora de varias generaciones de int¨¦rpretes que incluyen nombres como Pen¨¦lope Cruz, Antonio de la Torre, Nathalie Poza, Jos¨¦ Coronado, Alberto San Juan o los hermanos Ernesto y Malena Alterio, as¨ª como sus propios hijos, Juan Diego Botto, Nur Levi y Mar¨ªa Botto. Pero tambi¨¦n de la pasi¨®n por la vida y el conocimiento, la poes¨ªa y la lucha por la memoria. ¡°A m¨ª los malos no me han vencido¡±, dice satisfecha Rota en una de las aulas de su escuela, que comparte espacio con la sala Mirador, uno de los teatros m¨¢s comprometidos de la ciudad.
Rota recibi¨® la noche del lunes el Premio de Honor en la gala de la primera edici¨®n de los Premios Godot, organizados por la revista Godot, publicaci¨®n dedicada a las artes esc¨¦nicas en Madrid. Se dio la circunstancia de que el jurado, compuesto por 40 periodistas culturales y teatrales de distintos medios de comunicaci¨®n, figuras de la escena y p¨²blico ¡°teatr¨®fago¡±, concedi¨® el galard¨®n al mejor espect¨¢culo teatral a Una noche sin luna, escrita y dirigida por Juan Diego Botto y coproducida por ella misma, de manera que madre e hijo compartieron emocionados el escenario. La obra El bar que se trag¨® a todos los espa?oles fue otra de las grandes protagonistas de la noche al llevarse tres distinciones: Alfredo Sanzol como mejor autor teatral, Francesco Carril como mejor int¨¦rprete masculino y Alejandro And¨²jar por su dise?o esc¨¦nico. Vicky Luengo recogi¨® el galard¨®n a mejor actriz por El Golem, obra que gan¨® tambi¨¦n la mejor m¨²sica para Fernando Vel¨¢zquez. Nao Albet y Marcel Borr¨¢s recibieron el premio a la mejor direcci¨®n por Atraco, paliza y muerte en Agban?spach.
Pasi¨®n, locura y profesionalidad fueron los adjetivos que se escucharon en la gala sobre Rota, directora de obras como Rosencratz y Guildenstern ha muerto y de montajes sobre textos de Lorca, Steinbeck o Tennesse Williams. Sin duda, el que mejor la identifica es el de la pasi¨®n. ¡°A veces pienso que no me gustar¨ªa llegar a morir sin poder transmitir a las nuevas generaciones la pasi¨®n por la vida y el teatro, la pasi¨®n por la poes¨ªa y los poetas y la pasi¨®n por transformar la sociedad¡±, asegura esta mujer defensora a ultranza de la funci¨®n social del teatro.
¡°Me gustar¨ªa ser un referente del amor al conocimiento y un referente contra la impostura. Vivimos momentos de invitaci¨®n a lo inmediato, al conformismo, a decir s¨ª, a los esl¨®ganes, y yo detesto a los fr¨ªvolos y a los impostores¡±, dice Rota, que estos d¨ªas ha estado revisado sus ra¨ªces y repensando su vida. Y con 77 a?os, sabe que su suerte ya estaba echada muy de ni?a, cuando empez¨® con sus clases de declamaci¨®n y m¨²sica y descubri¨® a los poetas a los que le empujaba su madre. Empez¨® a actuar a los 14 a?os y fue entonces cuando inici¨® un camino de giras interminables, con obras de repertorio que estudiaban por el camino y que tan bien reflej¨® Fern¨¢n G¨®mez en El viaje a ninguna parte. Ella tiene muy presente todo esto, empe?ada en no olvidar la miseria que conocieron, pero tampoco la felicidad que iban encontrando por los pueblos y ciudades.
Esa lucha por la memoria se la ha transmitido a sus tres hijos. ¡°No cre¨ª que salieran tan apasionados, nunca pens¨¦ que ser¨ªan tan amantes de la palabra y la literatura¡±, dice una m¨¢s que satisfecha madre, que ha sabido festejar la vida en momentos tr¨¢gicos. ¡°No entiendo la melancol¨ªa porque la melancol¨ªa es narcisismo, no habr¨ªa entendido que a mis hijos les transmitiera pulsi¨®n de muerte y no de vida. En el exilio, fue un esfuerzo enorme celebrar la vida a cada instante. Todo se celebraba en casa, cualquier peque?o logro era una fiesta, una comida, un cine. A m¨ª me salv¨® el teatro, me sac¨® del peligro de la melancol¨ªa y la nostalgia¡±, dice Rota, que asegura que nunca se supera un asesinato como el de su marido o el de tantos amigos, pero que el dolor se puede llegar a transformar en algo creativo y vivo.
¡°Los malos nunca me vencieron y ahora son mis hijos los que denuncian lo que yo empec¨¦ a denunciar hace tiempo¡±, a?ade Rota, que anuncia con alegr¨ªa las representaciones de las dos obras de su hijo Juan Diego, Una noche sin luna y El trozo invisible de este mundo, el a?o pr¨®ximo en Argentina. ¡°Ser¨¢ una manera de demostrar que no nos han vencido y que la memoria no se apaga¡±. De resta?ar las heridas, que dir¨ªa su querido Lorca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.