?Puede la ayahuasca cambiar a un hombre? El auge de los ¡®viajes¡¯ contra la masculinidad mal entendida
Las experiencias psicod¨¦licas, ahora de moda entre la ¨¦lite de Silicon Valley, podr¨ªan ser herramientas clave para la deconstrucci¨®n masculina. Pero usuarios y especialistas alertan de que es necesaria la actitud y la supervisi¨®n adecuadas
Las drogas, como cualquier producto, pasan por fases de mercado. Del mismo modo que la coca¨ªna, antes de permear alarmantemente a todas las capas de la sociedad, era percibida como recreo de yuppies y glorificada como entretenimiento de clases altas o complemento de personajes carism¨¢ticos en el cine m¨¢s comercial de los ochenta y noventa, y en los ¨²ltimos a?os la ketamina ha llegado a ser considerada la droga de la generaci¨®n z, ahora el turno del rebranding le ha llegado a la ayahuasca, milenaria planta amaz¨®nica que presenta propiedades psicoactivas tras su decocci¨®n. Ya no hablamos solo de la an¨¦cdota ex¨®tica del aventurero que se fue de a?o sab¨¢tico a la selva o el turbio ritual de otro amigo volvi¨® hippie, sino una especie de tendencia entre los directivos de Silicon Valley, un tema de conversaci¨®n recurrente en la esfera de los podcasts de hombres hablando con hombres (y ¨²ltimamente ciertos hombres no dejan de hablar) y una sustancia de renovado inter¨¦s farmacol¨®gico para la nueva psiquiatr¨ªa.
Una arquitecta que prefiere no revelar su nombre desvela a ICON que hace a?os trabaj¨® en un proyecto para construir un pabell¨®n en Malib¨² contiguo a un retiro de meditaci¨®n para consumir ayahuasca de manera supervisada. ¡°Las dimensiones estaban en torno a los 250 metros cuadrados. El concepto que buscaban los clientes era que el efecto de la ayahuasca se tradujera al dise?o. Por eso se plante¨® que fuera como una cris¨¢lida, simulando el proceso que pasa una oruga para convertirse en mariposa. Estaba pensado para gente con mucho dinero¡±, explica. Los precios para clientes eran desorbitados. Y no pod¨ªa apuntarse cualquiera: los interesados deb¨ªan enviar una solicitud que, despu¨¦s, pasar¨ªa una criba. ¡°Nos pidieron que los ba?os fueran grandes, porque era donde los clientes iban a vomitar. Y una ba?era para que se metieran ah¨ª al terminar¡±, recuerda la arquitecta.
En ausencia de m¨¢s investigaci¨®n cient¨ªfica, y debido a su condici¨®n de sustancia prohibida en Espa?a, los usuarios se entregan a una suerte de prueba y error que, seg¨²n los especialistas, deber¨ªan ser siempre ¡°experiencias guiadas¡±. Porque la ayahuasca, cuyo sabor e intensidad no la hacen apta para ser una droga recreativa, tiene los mismos riesgos que cualquier otra sustancia alucin¨®gena. Como el psic¨®logo y psicofarmac¨®logo Dimitri Daldegan Bueno declar¨® a EL PA?S en 2023, ¡°los efectos psicol¨®gicos pueden ser muy intensos y a veces la persona puede necesitar apoyo para asimilar la experiencia. En general, la ayahuasca est¨¢ contraindicada para personas con afecciones mentales relacionadas con el espectro psic¨®tico porque puede causar un episodio o empeorarlo¡±. Indic¨®, adem¨¢s, que pueden darse ¡°interacciones con algunos medicamentos antidepresivos, as¨ª que es aconsejable que la gente que los tome consulte a su psiquiatra antes de tomar ayahuasca¡±.
¡°Lo hicimos en la casa de un se?or mayor que era psiquiatra y que se tra¨ªa de contrabando la ayahuasca. Nos mand¨® vestirnos de blanco, pero por lo dem¨¢s fue todo un poco lumpen¡±
El omnipresente Elon Musk tuvo un viaje inici¨¢tico junto al pol¨¦mico gur¨² inform¨¢tico Lex Fridman. Tambi¨¦n Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de OpenAI, confes¨® en confes¨® en una entrevista que sus experiencias ¡°totalmente incre¨ªbles¡± con psicotr¨®picos le hicieron pasar de ser una ¡°persona muy ansiosa e infeliz a un tipo tranquilo¡±. Y estos testimonios no son del todo novedosos. Al fin y al cabo, ya Steve Jobs dijo en su d¨ªa que ¡°tomar LSD es una de los dos o tres cosas m¨¢s importantes que he hecho en la vida¡±, y que ¡°Bill Gates ser¨ªa un tipo m¨¢s abierto si hubiera tomado ¨¢cido de vez en cuando¡±.
Austen Allred, consejero delegado de la empresa Bloom Tech, alert¨® sobre las consecuencias... corporativas de popularizaci¨®n de la ayahuasca entre los emprendedores millonarios. Lo hizo con un consternado mensaje en X: ¡°De entre los empresarios de Silicon Valley que conozco y que hicieron viajes psicod¨¦licos de autodescubrimiento, casi el 100% dej¨® sus trabajos como CEO al cabo de un a?o. Podr¨ªan ser an¨¦cdotas aleatorias, pero hay que tener cuidado con esas cosas¡±. Allred lleg¨® a cifrar en ocho los empresarios que hab¨ªan dimitido de sus responsabilidades tras abrir el tercer ojo de su conciencia.
Al psiquiatra Josep Maria F¨¤bregas, referente en el uso terap¨¦utico de los psicod¨¦licos, no le sorprenden estas dimisiones del mundo tecnol¨®gico. ¡°Muchos de esos ejecutivos se dieron cuenta de que trabajaban haciendo algoritmos para enganchar a los adolescentes y poderles vender cosas. A trav¨¦s de la ayahuasca, es posible obtener un choque emocional tan potente con la realidad que prefieras dedicarte a la agricultura ecol¨®gica o al bienestar de los dem¨¢s. El potencial de conexi¨®n con la emoci¨®n y con el universo de la planta puede llevarte a ello¡±, relata el experto a ICON. F¨¤bregas defiende que la ayahuasca se ha revelado ¨²til para tratar cuadros de depresi¨®n severa, de duelo complicado o de estr¨¦s postraum¨¢tico. ?Ese clich¨¦ del audiovisual contempor¨¢neo en el que un personaje descubre, gracias a un viaje psicotr¨®pico, que el monstruo que le persegu¨ªa en la ni?ez era en realidad su padre? (V¨¦ase el ¨²ltimo cap¨ªtulo de La mes¨ªas o Queer, la reci¨¦n estrenada pel¨ªcula que reinterpreta el libro de William Burroughs). El doctor asegura que tambi¨¦n sucede en la vida real. ¡°Una de las ventajas de esas sustancias es la posibilidad de entrar en el inconsciente para enfocar de nuevo esas experiencias. La palabra inconsciente no deja de ser esa parte de la memoria donde hemos guardado las cosas que no nos gustan o nos duelen. La ayahuasca tiene la capacidad de iluminar esta parte oscura¡±.
F¨¤bregas cree que estamos viviendo un renacer en el uso terap¨¦utico de los alucin¨®genos. ¡°Hay un cambio de paradigma de c¨®mo entender el papel de los psicod¨¦licos dentro de la salud mental. En los a?os setenta se pusieron en marcha muchas terapias, pero esa corriente fue abortada a principios de los ochenta a consecuencia de la guerra contra las drogas que inici¨® Nixon. Ese cambio tuvo cierto sentido, porque lleg¨® a haber una banalizaci¨®n del uso de estas sustancias, con una propagaci¨®n desmesurada, no solamente en el plano individual, sino tambi¨¦n en el plano social y pol¨ªtico. Despu¨¦s hubo un periodo de oscuridad, una traves¨ªa por el desierto de 40 a?os. Y ahora asistimos a un renacimiento en el que los psicod¨¦licos han vuelto a recuperar un papel de prestigio dentro de la salud mental¡±.
El n¨²mero de estudios con estos activos descendi¨® en picado cuando fueron incluidos en la lista 1 de la convenci¨®n de Viena para el control de sustancias estupefacientes, movimiento que los estigmatiz¨® como materiales sin inter¨¦s m¨¦dico. Pero la proliferaci¨®n social de ese t¨ªpico amigo que volv¨ªa de sus vacaciones por el Amazonas con grandes an¨¦cdotas reactiv¨® el inter¨¦s de la ciencia. ¡°El hito que demuestra el renacimiento psicod¨¦lico¡±, argumenta F¨¤bregas, ¡°es que en 2022 en el foro de Davos hubo un panel entero con conferencias dedicadas exclusivamente al uso de psicod¨¦licos¡±.
Cualquier b¨²squeda urgente en Youtube que sume los ¨ªtems ¡°Joe Rogan + ayahuasca¡± confirmar¨¢ que la manosfera est¨¢ viviendo un extra?o enamoramiento con la planta, pero el doctor nos invita a mirar m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos y de las modas. S¨ª, puede que el mundo de la masculinidad campanuda haya encontrado en la experiencia psicotrascedente su nuevo juguete favorito, pero un viaje introspectivo, adecuadamente guiado, puede llevar, tambi¨¦n, a desactivar esas mismas estructuras de engreimiento patriarcal. ¡°Cada d¨ªa hay m¨¢s informaci¨®n de gente que ha sentido transformar su vida de manera profunda por una experiencia con un psicod¨¦lico, eso es totalmente real¡±, explica F¨¤bregas. ¡°Hay personas que acuden a tomas de ayahuasca no regladas, no m¨¦dicas, buscando estas respuestas, y encuentran informaci¨®n esencial para cambiar. Por ejemplo, individuos con una masculinidad entendida desde el machismo que, gracias a una experiencia potente espiritual, se transforman profund¨ªsimamente. La ayahuasca, debidamente administrada, puede ser una herramienta de crecimiento¡±.
Las experiencias son diversas. ?ngel tom¨® ayahuasca por primera vez a los 25 a?os junto a varios amigos en un piso de Barcelona. Recuerda la experiencia como ¡°muy poco buc¨®lica¡±, pero positiva. ¡°Lo hicimos en la casa de un se?or mayor que era psiquiatra y que se tra¨ªa de contrabando la ayahuasca. Nos mand¨® vestirnos de blanco, pero por lo dem¨¢s fue todo un poco lumpen¡±. La sesi¨®n se desarroll¨® de manera muy diferente para todos los participantes. ?ngel recuerda que estaba receptivo y que los efectos de la planta se le subieron mucho m¨¢s r¨¢pido que a sus compa?eros tras la primera toma. ¡°Estaba colocad¨ªsimo, cerraba los ojos y volaba sobre unas cuevas de diamantes acompa?ado por una presencia claramente femenina que me hablaba telep¨¢ticamente. En un momento dado, me dijo: ¡®Si quieres ir all¨ª, yo voy contigo, pero me vas a prometer que no lo vas a contar nunca, es una cosa para que la disfrutes solo t¨²¡±. ?ngel le dijo a aquella voz que no iba a ser capaz de guardarse el secreto y entonces se fren¨® la experiencia de golpe. ¡°Me dijo que no hab¨ªa trato y se me baj¨® el ciego de repente. A partir de ah¨ª estuve sobrio toda la noche. El psiquiatra me dio dos chupitos m¨¢s, pero no hubo forma de que me subiera. Y el resto de mis amigos estaban colocados¡±.
A ?ngel le parece l¨®gico que muchos hombres reflexionen sobre su identidad despu¨¦s de un trance de ayahuasca. Sobre todo ahora que las fronteras culturales y pol¨ªticas de cierta masculinidad est¨¢n cada vez m¨¢s acotadas. ¡°Al final, en cualquier ¨¢mbito buscas respuestas a preguntas de moda. Si el g¨¦nero est¨¢ en boga y se reflexiona mucho sobre eso, es normal que cuando te enfrentas a una experiencia trascendental las preguntas que m¨¢s est¨¢n en el imaginario colectivo aparezcan ah¨ª. Nuestro cham¨¢n nos dijo que la ayahuasca era una droga claramente femenina mientras que el peyote es masculino. Yo lo not¨¦ as¨ª, claramente¡±. ?ngel dice haber probado setas, MDMA y LSD, pero mantiene que la ayahuasca es la experiencia que le ha afectado m¨¢s durante m¨¢s tiempo.
¡°Me he gastado miles de euros en terapia porque tengo un TDH [trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad] diagnosticado tard¨ªamente y muchas veces he pensado: ?por qu¨¦ no voy a un terapeuta que me coloque para hablar? Las barreras que se rompen cuando est¨¢s colocado pueden ser ¨²tiles para que el terapeuta te gu¨ªe¡±, asegura.
Teresa tom¨® ayahuasca por primera vez a los 23 a?os, rodeada de amigas, en Londres. Hoy recuerda aquel estreno como un ejercicio inici¨¢tico bastante id¨ªlico. ¡°Aunque suene hippie, tengo que decir que sent¨ª que estaba pensando de forma distinta. Tus neuronas hacen otro tipo de conexiones y es m¨¢s f¨¢cil que llegues a conclusiones. No hablo de grandes revelaciones, pero s¨ª de pensamientos que interiorizas de otra manera, como si tu personalidad cambiase un poquito¡±, confiesa. Precisamente esa modulaci¨®n cognitiva hace que, ahora, sea consciente del peligro que puede tener la experiencia tutelada por las manos inadecuadas. En particular, las de un hombre perverso. ¡°La figura del cham¨¢n me parece peligrosa y es muy f¨¢cil que se corresponda con figuras narcisistas¡±, advierte.
Por eso, Teresa duda al ser preguntada sobre las posibilidades de la ayahuasca como palanca para las nuevas masculinidades. ¡°Vivimos en una cultura patriarcal en la que el hombre est¨¢ asimilado con un presunto estoicismo, muy cuestionable si tenemos en cuenta que, luego, esa misma masculinidad es la m¨¢s emocional y avasalladora. Ahora bien, ?puede la ayahuasca ayudar a canalizar esas emociones desde otras perspectivas? Tal vez. Pero es s¨®lo un veh¨ªculo, un medio; la ayahuasca no puede ser la respuesta a ning¨²n problema. No sirve tomar nada si no se aspira a cambiar¡±.
?Nos drogamos para escapar de la realidad o para entenderla? He aqu¨ª el huevo y la gallina de las conciencias alteradas. Quienes recurren a la desinhibici¨®n de los elixires vegetales son a menudo ap¨®stoles de alg¨²n tipo de revelaci¨®n. La relaci¨®n entre verdad y sustancia, largamente acariciada por la historiograf¨ªa de las drogas y sus estudiosos, desde Antonio Escohotado a Jonathan Ott, asimila al consumidor de t¨®xicos ente¨®genos con un explorador en busca de un pedazo de trascendencia. El psiquiatra Josep Mar¨ªa F¨¤bregas ratifica la capacidad de esta droga para acceder a verdades profundas pero advierte tambi¨¦n sobre sus riesgos con un manejo imprudente. ¡°Como posible medicina, la ayahuasca tiene unas indicaciones absolutamente claras y manifiestas y tambi¨¦n unas contraindicaciones, sin ninguna duda. Yo abogo que el conocimiento psicod¨¦lico no puede caer en la trampa otra vez de la banalizaci¨®n y tiene que ser acompa?ado de ciencia y respeto. Respeto por el conocimiento anterior, por las poblaciones ind¨ªgenas que durante milenios la han utilizado. Debemos saber traducir ese conocimiento a nuestra cultura y actuar correctamente. Y tiene que estar en manos de gente capaz, preparada y ¨¦tica¡±.