C¨®mo salvar la ¨®pera del naufragio causado por la pandemia
Joan Matabosch, director art¨ªstico del Teatro Real, defiende que la relevancia de la ¨®pera est¨¢ en sinton¨ªa con los nuevos tiempos, por muy complicados que estos sean
Cuenta Joan Matabosch (Barcelona, 1961) que, pocos an?os despue?s de la inauguracio?n del Teatro Real en 1850, un ministro de Isabel II se empen?o? en inmiscuirse ma?s de lo conveniente en la programacio?n operi?stica. ¡°Aquel idiota integral llego? a declarar que habi?a que programar estrictamente obras de Mercadante, Bellini y Donizetti, y que, si alguien queri?a ver a ese moderno de Verdi, que se fuera a Na?poles¡±, relata. Por suerte, an?ade, el Teatro Real no hizo ni caso. Y, de hecho, las obras con las que la institucio?n madrilen?a ha hecho frente a los meses ma?s extran?os de las u?ltimas de?cadas han sido precisamente o?peras verdianas.
El pasado julio, una versio?n semiescenificada de La Traviata marco? la reactivacio?n del sector tras el paro?n de la pandemia. Las 27 funciones se convirtieron en todo un reto en el que a Matabosch le correspondio? supervisar que el montaje, la agenda de los diversos repartos, la escenografi?a, los ensayos y, en general, todo lo que sucedi?a fuera del patio de butacas aunara seguridad y nivel arti?stico. ¡°Estas representaciones se han logrado mantener a pesar de que incluso algo tan simple como viajar era, en estas circunstancias, casi misio?n imposible para los artistas¡±, apunta. ¡°Y ha valido la pena porque, adema?s de permitirnos finalizar la temporada con la u?ltima o?pera programada, se ha convertido, a nivel internacional, en una declaracio?n de intenciones y en una inspiracio?n para otras instituciones¡±. Tras las primeras funciones, el equipo del Real se encontro? con que los teatros ma?s importantes del mundo les pedi?an que compartieran el protocolo sanitario de artistas y personal. El inicio en septiembre de la nueva temporada, tambie?n con un Verdi (Un ballo in maschera) ha sido ma?s accidentado, aunque por motivos ajenos a la direccio?n arti?stica, con una funcio?n cancelada entre protestas por la distribucio?n del aforo permitido en la sala.
Coexistir con la complejidad no es algo nuevo en la o?pera, cuya historia, explica Matabosch, ¡°consiste en contestar, en todas las e?pocas, a la pregunta: '?Quie?n paga esto?¡±. Segu?n el siglo, la respuesta ha pasado por las cortes, la burguesi?a y los estados que la emplean para mostrar ¡°gusto y capacidad de gestio?n¡±. De ahi? que la nueva normalidad de la institucio?n madrilen?a tenga especial relevancia. Como afirma su director arti?stico, el Real ¡°tiene el deprimente re?cord de ser el teatro de o?pera europeo con menores aportaciones pu?blicas, apenas un 25% de su presupuesto, mucho menos de la tercera parte de lo habitual en cualquier otro pai?s¡±.
Nacido en una familia aficionada a la mu?sica y el teatro, cuando se matriculo? en la facultad de Sociologi?a ya habi?a acabado la carrera de mu?sica. Comenzo? a trabajar como periodista y despue?s en el Liceu de Barcelona, cuyo director arti?stico era entonces Albin Ha?nseroth. ¡°A rai?z de un enfrentamiento con e?l, me propuso trabajar juntos. Yo acepte? porque pense? que aquello era una experiencia vital. Pero e?l me dijo que aquello no era una experiencia vital, sino lo que exactamente teni?a que acabar haciendo. Teni?a toda la razo?n¡±.
Se convirtio? en director arti?stico del Liceu en 1996, y del Real en 2013. ¡°Cuando llegue? para suceder a Gerard Mortier deje? muy claro que i?bamos a respetar la esencia de su concepcio?n de la o?pera como forma arti?stica¡±, explica. ¡°La o?pera es, como e?l defendi?a, un arte, y no un producto de entretenimiento decorativo, vaci?o, satisfecho de su gloria pasada y perfectamente prescindible¡±. La temporada que se ha inaugurado incluye un 47% de obras que nunca antes se han representado en el teatro madrilen?o. ¡°La institucio?n tiene una responsabilidad activa en lograr que el repertorio sea dina?mico, y que las o?peras de Britten o Jana?cek sean tan populares como Tosca¡±, explica. Dicho asi?, parece incluso fa?cil.
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