Yon Gonz¨¢lez: ¡°Veraneando, desde peque?ito, te preguntaban de d¨®nde eras y te dec¨ªan: ¡®?Etarra!¡±
El actor, uno de los rostros veteranos de la televisi¨®n espa?ola, vuelve a la pantalla grande con el drama ¡®?rase una vez en Euskadi¡¯, que retrata los a?os de plomo en un pueblo vasco
Como a muchos de su generaci¨®n, a Yon Gonz¨¢lez (Bergara, Guip¨²zcoa, 35 a?os) no no le supone un problema reconocer que se ha curtido como actor en televisi¨®n y que las series juveniles le han dado una carrera. Ten¨ªa 20 a?os cuando lleg¨® a Madrid y se convirti¨® en ¨ªdolo juvenil gracias a SMS: Sin miedo a so?ar (2006-2007) y El internado (2007-2010). Ahora, cuando acaba de cumplir los 35, aunque manteniendo la misma cara de chaval, se revela con uno de sus grandes papeles adultos en ?rase una vez en Euskadi (estrenada este viernes), el debut en la direcci¨®n de Manu G¨®mez. Un largometraje que narra la realidad vasca de los ochenta a trav¨¦s de los ojos de cuatro ni?os que aprenden a desenvolverse en el cosmos del pueblecito vasco en el que les ha tocado nacer.
La suya es la historia de alguien que ha sabido sobreponerse a una fama enorme en una ¨¦poca en la que no exist¨ªan las redes sociales y las fotograf¨ªas con estrellas a¨²n ten¨ªan baja resoluci¨®n. El internado lo convirti¨® en ¨ªdolo de una generaci¨®n de la que tambi¨¦n formaron parte Ana de Armas o Marti?o Rivas. El paso del actor por el cine ha sido m¨¢s ecl¨¦ctico: en la cuarta entrega de la saga Torrente (2011) rompi¨® con su imagen de gal¨¢n adolescente con el papel de un joven desnortado que termina en prisi¨®n. Y en Mentiras y gordas, uno de los mayores fen¨®menos de taquilla de 2009, encarn¨® a otro chico sin norte que se pasa con las sustancias.
P. Usted vivi¨® esa parte de los ochenta y noventa como ni?o en el Pa¨ªs Vasco. ?Se parecen sus recuerdos a lo que vemos en la pantalla?
R. S¨ª, el ambiente en realidad era el mismo. El olor a cajero quemado y la tensi¨®n en el pueblo a la hora de hablar de pol¨ªtica estaban muy presentes. Esa tensi¨®n se respiraba constantemente. Pero yo en el Pa¨ªs Vasco he tenido una infancia maravillosa, he sido muy feliz. Es verdad que se vivi¨® ese terror y el gran drama del terrorismo, que realmente fue en toda Espa?a. Yo veraneaba siempre, desde peque?ito, en Valencia, en Cullera. All¨ª te preguntaban de d¨®nde eras y te dec¨ªan: ¡°?Etarra!¡±. Eso ha sido as¨ª siempre. A mi padre, con la matr¨ªcula antigua de San Sebasti¨¢n, le pinchaban una rueda, le rayaban el coche, le jod¨ªan la antena, un retrovisor, siempre ten¨ªa alguna historia. Al final no deja de ser una cosa nacional.
P. Van a coincidir varias historias en el cine que, si bien de manera tangencial, hablan del conflicto vasco. ?Se puede empezar a tratar el tema con tranquilidad?
R. Ya hay m¨¢s libertad. La tensi¨®n que se respiraba en el pueblo tambi¨¦n estaba a la hora de producir algo respecto a ese tema y m¨¢s cuando todav¨ªa el organismo segu¨ªa activo. Ahora ya es pasado, aunque uno muy cercano porque cuando par¨® la banda terrorista fue hace justo 10 a?os. Es cierto que acab¨® y ahora es cuando realmente la gente siente que no hay peligro, una cosa que antes no pasaba. Est¨¢ bien hablar de ello y que se hagan pel¨ªculas para que la gente no olvide, para que vean c¨®mo fueron las cosas y en este caso (el de su personaje, F¨¦lix) ves a un chico que solamente es un ignorante, que intenta defender ideas y un lugar en el que tampoco naci¨® porque son andaluces que emigraron al Pa¨ªs Vasco, y sienten m¨¢s necesidad de integraci¨®n que los de all¨ª. Buscando esa libertad es como acaban perdi¨¦ndola. Est¨¢ bien que la gente lo vea, lo entienda y sea consciente de lo que realmente pas¨®. La de la pel¨ªcula es una mirada, hay muchas otras.
P. Este a?o se cumplen 15 desde que lleg¨® a Madrid (en 2006, con SMS, la primera serie adolescente de La Sexta). ?Qu¨¦ expectativas se han cumplido desde entonces?
R. La verdad es que yo pensaba ¡°?qu¨¦ ser¨¢?, ?qu¨¦ pasar¨¢?¡±. Al final, esto es un oficio tan complicado que no sabes por d¨®nde puedes salir. Yo no dej¨¦ de enganchar una cosa con otra y El internado fue un producto con tanto ¨¦xito que hizo que hubiera un flujo de trabajo constante. Y, bueno, ahora estoy ah¨ª¡ un poco de par¨®n, ?no? Las generaciones cambian.
P. El internado supuso un momento de fama enorme para todos sus protagonistas. ?Lleg¨® a pasarlo mal en alg¨²n momento?
R. ?Mal?... Bueno, es una adaptaci¨®n, entender las cosas. Yo nunca fui fan. He admirado a muchos artistas, pero nunca he tenido este punto fan¨¢tico. Trabaj¨¦ en una discoteca y, por ejemplo, vino Fito, el de Fitipaldi, que tocaba por la noche. Estaba all¨ª, comiendo. Recuerdo que le serv¨ª, le quit¨¦ el plato y en ning¨²n momento se me ocurri¨® decirle nada, no se me pas¨® por la cabeza. Cuando pas¨® lo del El internado yo era muy joven, no hab¨ªa plataformas (de streaming) todav¨ªa ni redes sociales. Era otra ¨¦poca. Hab¨ªa un l¨ªo por una firma y yo, que tengo mala letra, pensaba: ¡°?Para qu¨¦ querr¨¢ mi mierda de firma?¡±.
P. Ahora le pedir¨¢n un selfi.
R. S¨ª, pero, ?con qu¨¦ fin? ?Ense?ar la foto? No deja de haber una propaganda ah¨ª de uno mismo, porque es para ellos. Realmente, aparte de la foto, no s¨¦ si hay un inter¨¦s por una persona que admiras. Preguntar algo, aunque sea durante un minuto, intentar saber c¨®mo late esa persona. Es como si realmente no me hubieras visto. Yo nunca he tenido esa necesidad y mira que he admirado a gente. Como a Fito, que yo en aquel momento lo escuchaba todos los d¨ªas. Creo que, como con muchas cosas, se convierte todo en algo de usar y tirar. Y va a m¨¢s a todos los niveles, incluso con relaciones, que igual tambi¨¦n hay que hacer un buen c¨¢sting. Yo ah¨ª me puedo equivocar tambi¨¦n. La vida, como grupo, nos va a hacer ser m¨¢s pr¨¢cticos y tambi¨¦n, sin querer, m¨¢s fr¨ªos.
P. Con su pr¨®ximo proyecto en Netflix (Los herederos de la tierra, adaptaci¨®n de la novela de Ildefonso Falcones), es probable que como protagonista est¨¦ a punto de vivir otro pico de fama, esta vez a nivel mundial. ?Asusta?
R. S¨ª, s¨ª, si yo he estado en Rep¨²blica Dominicana en mitad de la selva y una ni?a me se?al¨® y dijo: ¡°Yon Gonz¨¢lez¡±. No me lo pod¨ªa creer. Yo qu¨¦ s¨¦, al final llevo 15 a?os ah¨ª, est¨¦ o no activo. Y si no me conociera much¨ªsima gente no ser¨ªa nada. Eso quiere decir que est¨¢s en un proyecto que funciona, que eso est¨¢ muy bien para todos y te va a proporcionar m¨¢s trabajo. Todo tiene este punto fr¨ªo, que es lo que yo utilic¨¦ y aprovech¨¦ tras El internado. Estuve nueve a?os con la productora Bamb¨². Les funcion¨¦, me funcionaron e hicimos un gran equipo. A eso es a lo que te tienes que enganchar.
P. Puede considerarse afortunado porque muchos de sus compa?eros en sus primeras series est¨¢n trabajando, pero bastantes otros desaparecieron.
R. Es que son tantos factores...
P. Igual decidieron no seguir.
R. No creo. Me parece que es mucho m¨¢s cruel todo en esta profesi¨®n de lo que fuera se ve. Hay gente que piensa que porque sales en televisi¨®n ya tienes dinero, que a m¨ª me ha ido muy bien y no me quejo para nada, pero es verdad que ya el hecho de haber salido en la tele te pone un mont¨®n de etiquetas y muchas son err¨®neas. Hay gente para todo y habr¨¢ a quien no le haya interesado continuar, pero en general es al rev¨¦s.
P. Hace pocos d¨ªas, su amigo Marti?o Rivas apareci¨® en la portada de una revista sin camiseta y el asunto se hizo viral.
R. Es que Mart¨ªn siempre ha tenido un f¨ªsico incre¨ªble.
P. ?Cree que ahora son los hombres los que soportan esa presi¨®n del f¨ªsico en la pantalla?
R. Como ves, no [r¨ªe]. Como ves, no.
P. Pero al final Mario Casas o Rivas, por poner dos ejemplos cercanos, tienen unos cuerpos espectaculares. Parece que hubiera algo detr¨¢s.
R. S¨ª, no s¨¦. Yo me puedo poner muy fuerte tambi¨¦n. Ya me he puesto a nivel personal, nada para tele, y lo he hecho en tiempo r¨¦cord. Si el papel lo requiere, yo me pongo as¨ª porque aporta, pero, por ejemplo, para Las chicas del cable o para esta pel¨ªcula creo que, m¨¢s que aportar, hubiera entorpecido. El d¨ªa que la industria me quiera de esa manera, que me lo pida, que yo puedo. Pero ponerme as¨ª ahora, ?para qu¨¦? Est¨¢ bien mover las hormonas que te dan trabajo, pero tambi¨¦n me gustar¨ªa, aparte de eso, hacer proyectos realmente interesantes, que requieran algo m¨¢s que moverlas.
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