De ¡®Euphoria¡¯ a ¡®Cardo¡¯: c¨®mo el pene se ha convertido en protagonista de las grandes series de la temporada
Ya sea en series de ¨¦xito como ¡®Euphoria¡¯ o ¡®Cardo¡¯ o en pel¨ªculas de prestigio como ¡®El poder del perro¡¯ o ¡®El callej¨®n de las almas perdidas¡¯, ellos empiezan tambi¨¦n a desnudarse. Pero mientras unos lo celebran como un ¨¦xito de la igualdad, otros se preguntan si no hay consecuencias perversas en esta supuesta victoria
¡°Y el actor, ?qu¨¦? Ellos siempre el culete. Pues no, si yo ense?o tetas y chichi que ense?e ¨¦l polla¡±, explotaba Maribel Verd¨² hace unos a?os, preguntada por ICON sobre la cantidad de escenas sin ropa que hab¨ªa protagonizado. Durante d¨¦cadas, el desnudo frontal femenino ha estado mucho m¨¢s presente en el cine que el masculino: Maria Schneider en ?ltimo tango en Par¨ªs (1972), Nicole Kidman en Eyes Wide Shut (2001), Kate Winslet en Titanic (1997)¡ todas tuvieron que exponerse mucho m¨¢s que sus compa?eros de reparto ante el objetivo de la c¨¢mara porque las cosas siempre hab¨ªan sido as¨ª. Hasta ahora.
Solo en los ¨²ltimos se han paseado por la peque?a y gran pantallas (el tama?o aqu¨ª no importa) los miembros de Benedict Cumberbatch en El poder del perro y Bradley Cooper en El callej¨®n de las almas perdidas; uno achacado a Kieran Culkin en Succession, el del marido de Charlotte en And Just Like That m¨¢s el abundante desfile f¨¢lico de Euphoria. Estos tres ¨²ltimos provienen de una cadena, HBO, que siempre tuvo la desnudez y el sexo expl¨ªcito como pilares de su ¨¦xito. Al ser una cadena de pago pod¨ªan mostrar todo lo que otros ten¨ªan que ocultar: palabrotas y carne y violencia expl¨ªcita. Los Soprano, True Blood y Juego de Tronos fueron un festival de pechos. True Detective y Vinyl lograron casi m¨¢s repercusi¨®n por los desnudos de Alexandra Daddario y Olivia Wilde que por sus guiones. A lo largo de seis temporadas, Sexo en Nueva York mostr¨® en varias ocasiones a sus protagonistas desnudas, sin que apenas se vieran esos penes de sus compa?eros de cama de los que tanto hablaban (la misma palabra pene no se oy¨® en una serie guionizada en prime time hasta la primera temporada de Friends, en 1994).
S¨ª hubo contadas excepciones en series como en Oz (HBO), ambientada en una c¨¢rcel de hombres, o Dime que me quieres, que mostraba de manera muy expl¨ªcita la vida sexual de sus tres parejas protagonistas. Pero por lo general, nada rese?able hasta que se ha abierto el grifo. El cambio, seg¨²n Peter Lehman, Profesor Em¨¦rito en la Universidad del Estado de Arizona y autor de Running Scared: Masculinity and the Representation of the Male Body, es la llegada de compa?¨ªas como Netflix, que han facilitado la creaci¨®n de un mercado sin censuras para los creadores. Ahora hemos visto b¨¢lanos en Easy, ?lite, Sex/Life, Sex Education o American Gods. Incluso Disney+, bajo su secci¨®n de contenido no familiar Star, ha estrenado Pam & Tommy, en la que un hombre tiene discusiones a viva voz con su pene, un falo parlante.
Se argumenta que la proliferaci¨®n de ¨®rganos viriles nos acerca a un mundo m¨¢s igualitario y justo. Lo hacen, por ejemplo, el creador de Euphoria, Sam Levinson, y el co-creador de Perdidos, Damon Lindelof, que ha defendido la normalizaci¨®n del desnudo masculino en sus dos series para HBO, The Leftovers y Watchmen. ¡°Hay una desproporci¨®n incre¨ªble entre mujeres desnudas y hombres desnudos en la televisi¨®n. Y si haces una serie en HBO no hay excusa para no poner m¨¢s pollas¡±, dijo Lindelof a TVLine. ¡°La audiencia a¨²n tiene una reacci¨®n extra?a al ver genitales masculinos. Sin embargo, cuando ven genitales femeninos o pechos al desnudo, les es completamente indiferente¡±.
¡°Los cuerpos son cuerpos y hay que empezar a ser menos conservadores y mostrar las cosas como son¡±, dice tajante Claudia Costafreda, directora de Cardo. En esta serie de Atresplayer, donde Costafreda debuta como creadora junto a Ana Rujas, hay una escena de sexo en un restaurante de kebab en la que podemos ver desnudos tanto a Rujas como a Diego Ib¨¢?ez, e incluso se muestra el pene erecto del personaje interpretado por Ib¨¢?ez (cantante de Carolina Durante). ¡°Quer¨ªamos mostrar sin ning¨²n tipo de pudor una escena de sexo, que fuera er¨®tica, que pudiera poner cachonda a la gente. Sexualizamos a Diego igual que sexualizamos a Ana, y no solo los genitales sirven para sexualizar, tambi¨¦n los cuerpos, los besos, los tocamientos¡ Al final los genitales forman parte de un todo y no tiene mucho sentido taparlos¡±. La directora y guionista cita la influencia de la serie brit¨¢nica reciente Normal People (se puede ver en Starzplay) como ejemplo de un producto que muestra con naturalidad el sexo y los cuerpos desde un tono estilizado y preciosista. ¡°No tiene por qu¨¦ ser nada porno ni obsceno¡±.
Pero Lehman nos advierte que la idea de una balanza que se est¨¢ nivelando es una simplificaci¨®n: ¡°Est¨¢n implicadas muchas cuestiones de poder patriarcal. Gran parte de la desnudez masculina en el cine pretende afirmar el poder f¨¢lico como si estuviera unido a los penes grandes, que no lo est¨¢¡±.
El desnudo masculino, por lo general, no se muestra para provocar placer en el espectador o por su belleza est¨¦tica, sino que normalmente lleva asociada una carga de violencia, humor o vulnerabilidad en relaci¨®n al tama?o del pene o su exposici¨®n ante otros individuos. Borja de la Vega, representante de actores que debut¨® el a?o pasado como cineasta con M¨ªa y Moi, se lo pens¨® mucho antes de mostrar en pantalla el desnudo frontal de uno de sus personajes, interpretado por Joe Manj¨®n. ¡°Hab¨ªa algo de que ¨¦l estaba desafiando al personaje que tiene en frente con su desnudo, con su sexo¡±, explica. ¡°Ten¨ªamos muy claro que en esa escena era muy importante la incomodidad que generaba el desnudo en el personaje que hace Ricardo G¨®mez¡±.
En ese escaparate de glandes llamado Euphoria hay muchos momentos donde elegir. El primer pene que se ve en la serie es el miembro erecto de un hombre adulto que est¨¢ a punto de practicar relaciones sexuales y de dominaci¨®n con una menor, una escena cargada de violencia y tristeza subrayadas por la voz en off de Zendaya. El segundo episodio de la primera temporada gener¨® titulares por mostrar unos 30 miembros en pantalla, una muestra del exceso que caracteriza a la serie pero tambi¨¦n una forma de destacar la incomodidad y la rabia que causan esos penes en un joven que no est¨¢ del todo c¨®modo con su orientaci¨®n sexual.
Solo un minuto y medio tarda el primer episodio de la segunda temporada en mostrar otro pene erecto. Esta vez es el del due?o de un local de striptease, que est¨¢ recibiendo una felaci¨®n por parte de una sus empleadas. Lejos de ser un objeto de deseo este hombre, cuyo sentido de la ¨¦tica es tan dudoso como el de la est¨¦tica, se convierte en objeto de chiste, y su miembro erecto en primer plano junto a la herida de bala que recibe en el muslo solo sirve para destacar su patetismo. Unas pocas escenas despu¨¦s, un grupo de personas son obligadas a desnudarse ante un narcotraficante que les est¨¢ interrogando, y el pene fl¨¢cido de un yonqui enfatiza la vulnerabilidad que est¨¢ sintiendo en esa situaci¨®n.
Una de las paradojas que se extraen de estos ejemplos es que la mayor¨ªa de los penes mostrados en pantalla no pertenecen a los actores principales. En esa escena de Euphoria el actor Angus Cloud, que interpreta a Fezco, se tapa su miembro con las manos. Jacob Elordi tampoco ha tenido que exponerse a ese nivel en ning¨²n momento. Lindelof dej¨® claro que, a pesar de su defensa del desnudo masculino, nunca mostrar¨ªa el pene de Justin Theroux, el protagonista de su The Leftovers, porque el int¨¦rprete no se sentir¨ªa c¨®modo haci¨¦ndolo. Bradley Cooper ha incidido en que ¨¦l se desnud¨® de forma voluntaria para la pel¨ªcula de Guillermo del Toro porque lo ped¨ªa la historia.
?Recibieron las actrices del pasado estas consideraciones? ¡°Todas nos hemos desnudado. Lo que pasa es que si no me hubiese desnudado me habr¨ªa perdido Amantes, Y tu mam¨¢ tambi¨¦n, La buena estrella¡¡±, nos contaba Maribel Verd¨². Un buen ejemplo de c¨®mo las relaciones de poder influyen en estas decisiones lo encontramos en Juego de Tronos: Emilia Clarke, que debutaba como actriz profesional a los 23 a?os dando vida a Daenerys Targaryen, se desnud¨® en numerosas escenas en las primeras temporadas hasta que dijo basta. Lena Headey, sin embargo, tuvo una doble de cuerpo para rodar el humillante paseo de Cersei Lannister al final de la quinta temporada. De la Vega propone que, al menos en este sentido, s¨ª haya un equilibrio: ¡°Enfrentarse al desnudo masculino o femenino de aqu¨ª en adelante deber¨ªa conllevar hacerse las mismas preguntas. Debe haber un motivo creativo para todo desnudo, pero no tiene que haber ning¨²n tab¨² con el masculino¡±.
Las creadoras de Cardo s¨ª fueron tajantes a la hora de fichar al actor que interpretara a Gabriel. ¡°A los candidatos les explic¨¢bamos antes de hacer el casting que si no estaban dispuestos a mostrarse o iban a tener problema con eso, no hac¨ªa falta que siguieran, porque para nosotras era importante¡±. No son las ¨²nicas: en 2015 muchos se escandalizaron con las condiciones que desgranaban los contratos de figuraci¨®n en Westworld, de HBO, que avisaban que el rodaje pod¨ªa llevar a contacto de genitales con genitales, simulaciones de sexo oral con contacto manual con genitales o acabar con los genitales pintados. Seg¨²n explic¨® a Vulture una productora, la b¨²squeda de penes para mostrar en pantalla puede conllevar contratar a modelos que est¨¦n dispuestos a mostrar su miembro erecto, buscar en bancos de im¨¢genes para adultos o incluso pedirle a una persona que ha enviado una ¡°fotopene¡± en la intimidad usarla para una producci¨®n (por no m¨¢s de unos 250 d¨®lares).
Toda esta log¨ªstica y gesti¨®n administrativa se ve bastante aliviada con las pr¨®tesis, que convierten el desnudo frontal masculino en una ilusi¨®n, no m¨¢s que ¡°un disfraz de Halloween¡±, seg¨²n Lehman. En los ¨²ltimos a?os ha centrado parte de su investigaci¨®n en el uso de pr¨®tesis f¨¢licas en el audiovisual, como en su art¨ªculo acad¨¦mico El pene prot¨¦sico y el pene trans: cambiando representaciones y discursos culturales alrededor del pene, y considera que este elemento tiene algunas consecuencias perversas. Su tesis es que estas pr¨®tesis (que en Espa?a tambi¨¦n se est¨¢n utilizando, como en el caso de Mario Casas en Instinto o Diego Ib¨¢?ez en Cardo), perpet¨²an nociones tradicionalmente patriarcales como la idea de que cuanto m¨¢s grande sea un pene, mejor, y que un miembro de gran tama?o es un espect¨¢culo impresionante.
¡°En la pornograf¨ªa, por ejemplo, los penes no solo son grandes, son muy grandes. En los chistes sobre el tama?o de los penes, por otro lado, los penes peque?os normalmente son motivo de risa. Como la cultura occidental patriarcal representa el falo simb¨®lico como una se?al de privilegio y poder masculino y pretende unir ese falo simb¨®lico al pene, el tama?o y la forma de este est¨¢n en primer plano. Pero la verdad es que el pene es solo un ¨®rgano y no nos dice nada de la fuerza, el poder o la sexualidad del hombre¡±, remata Lehman. En definitiva, aunque parece que la ficci¨®n es ahora mismo un campo de nabos, no todo el monte es or¨¦gano.
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