¡°Esto no es un juego, se puede perder mucho¡±: el ascenso y los peligros de los ¡®influencers¡¯ financieros
Se llaman finfluencers y arrasan en Instagram y, sobre todo, TikTok. Son veintea?eros, expertos en redes y explican tan f¨¢cilmente el mercado de valores que invertir en ¨¦l parece tan f¨¢cil como combinar prendas. Pero los expertos advierten de los peligros de convertir el mercado en un juego
En 1999, un chaval de 15 a?os llamado Jonathan Lebed gan¨® medio mill¨®n de d¨®lares (440.000 euros) en tres meses sin salir de su habitaci¨®n de Cedar Grove, Nueva Jersey. Desde peque?o, Lebed estaba obsesionado con los r¨®tulos del canal de econom¨ªa Bloomberg, as¨ª que cuando sus padres pusieron un m¨®dem en casa, mientras sus colegas se pasaban las tardes chateando o buscando porno, se dedic¨® a comprar acciones baratas, entrar en foros y chats de inversores aficionados y animarles a comprar las mismas acciones. En cuesti¨®n de horas, docenas de usuarios le hac¨ªan caso, impulsando as¨ª el valor del stock. Y entonces Jonathan vend¨ªa las suyas con un beneficio de miles de d¨®lares.
En el sector lo llamaban inflar y vender (pump and dump). La Comisi¨®n de Bolsa y Valores estadounidense (SEC por sus siglas en ingl¨¦s) le llev¨® a juicio, lo cual convirti¨® a Lebed en el primer menor procesado por la instituci¨®n desde su fundaci¨®n en 1934. Los abogados del chaval arguyeron que este solo hab¨ªa hecho lo mismo que las corporaciones de Wall Street. Lo que le molestaba a la SEC, dec¨ªa el abogado, era que gracias a internet los ciudadanos ahora pod¨ªan emular el chanchullo. Ambas partes llegaron a un acuerdo extrajudicial y la BBC produjo un documental sobre el asunto, El futuro acaba de ocurrir. Hoy miles de j¨®venes recorren la senda que abri¨® Jonathan Lebed, pero en TikTok e Instagram.
Los denominados finfluencers (influencers financieros) comparten trucos para forrarse invirtiendo en el mercado de valores mediante explicaciones sencillas y directas. C¨®mo manejarse en las aplicaciones de inversi¨®n, c¨®mo invertir en propiedades inmobiliarias, c¨®mo identificar e interpretar las tendencias a la alza o a la baja para comprar y vender en el momento adecuado, c¨®mo funcionan las criptomonedas... Austin Hankwitz, un licenciado en Administraci¨®n de Tennessee de 25 a?os, se embolsa medio mill¨®n al a?o solo gracias al contenido que publica en redes sociales (aparte del que gana con sus inversiones y asesorando a empresas que buscan modernizar su imagen). ?De d¨®nde saca ese dinero? Las aplicaciones le pagan para que las recomiende en su perfil.
Hankwitz fue uno de los finfluencers pioneros. Empez¨® a aconsejar en TikTok en cuanto empez¨® el confinamiento en marzo de 2020. Un a?o despu¨¦s superaba el medio mill¨®n de seguidores y dejaba su trabajo en una empresa de sanidad para dedicarse a su oficio de gur¨² financiero a tiempo completo. ?l, adem¨¢s, quiere ense?ar a sus seguidores a ser finfluencers. Hace poco a?adi¨® a sus inversiones Nikola Motors, la empresa de coches de hidr¨®geno, por 20 d¨®lares la acci¨®n. En cuesti¨®n de horas se puso en 65.
Aplicaciones como Robinhood, WealthFront o Betterment ofrecen la posibilidad de comprar y vender acciones con un clic en el m¨®vil. Su popularidad no ha dejado de crecer desde finales de 2019, cuando eliminaron los gastos de gesti¨®n, de siete d¨®lares (6,2 euros) por cada compra-venta de acciones. ¡°Ahora hay d¨ªas que hago 100 transacciones, lo cual era imposible con comisiones de siete d¨®lares por transacci¨®n¡±, explica en The New York Times Dan Knight, un autor de podcasts financieros de 26 a?os.
La pandemia tambi¨¦n ha contribuido al fen¨®meno. En los albores del confinamiento, mientras miles de personas se pon¨ªan a hacer pan, otras decidieron descargarse una aplicaci¨®n de inversi¨®n para pasar el rato y tratar de multiplicar sus ahorros. La cantidad de horas empleadas en ellas aument¨® un 90 % durante 2020, la descarga creci¨® en un 20 % y la participaci¨®n en la bolsa de valores mediante dispositivos m¨®viles subi¨® un 135 %, seg¨²n datos publicados por Bloomberg.
¡°La gente se aburr¨ªa durante la pandemia y, como no hab¨ªa deportes para apostar, cog¨ªa el m¨®vil y se pon¨ªa a invertir¡±, se?ala Sergio Valverde, educador y asesor financiero independiente. ¡°Estas aplicaciones se anuncian con procedimientos supersencillos y con cero comisiones para comprar Apple o Amazon, las m¨¢s conocidas y que no dejan de subir nunca¡±. Basta con escanear el DNI o, en ocasiones, subir una foto para registrarse. ¡°En algunos casos, si el broker es m¨¢s riguroso, te pide tus ingresos, haces la transferencia con tu tarjeta bancaria y por 300 o 500 euros est¨¢s operando¡±, a?ade Valverde.
Hankwitz recomend¨® a su medio mill¨®n de seguidores que utilizasen Betterment, aplicaci¨®n de asesor¨ªa financiera, y esta recibi¨® 10.000 nuevos usuarios en un solo d¨ªa. Wall Street por fin ha encontrado sus mensajeros para entenderse con gente joven. ¡°Sinceramente, a los finfluencers se les da mejor contar nuestra historia que a nosotros¡±, reconoce Kate Wauck, portavoz de Wealthfront, en Bloomberg. O como explica el finfluencer mexicano de 22 a?os Andr¨¦s Garza: ¡°La gente como yo convierte algo complicado en algo divertido¡±.
Seg¨²n Morning Consult, un 71% de los mileniales y zentennials valoran que la informaci¨®n financiera provenga de alguien de su edad. Si lo hacen todo a trav¨¦s de las redes sociales, ?por qu¨¦ iban a informarse de sus finanzas mediante The Wall Street Journal? Los finfluencers tienen la destreza de explicar conceptos complejos, herm¨¦ticos o incluso opacos mediante un lenguaje casual y sencillo acompa?ado de m¨²sica, animaciones o giros de guion. Haley Sacks, apodada Mrs. Dow Jones y que ya cuenta con asistente y representante, explica a sus m¨¢s de 230.000 seguidores de Instagram conceptos como inter¨¦s compuesto compar¨¢ndolo con la fama de la cantante Billie Eilish o Bitcoin con un paralelismo con la relaci¨®n de Jennifer Lopez y Ben Affleck.
¡°Si usas redes sociales y puedes elegir entre una asesor¨ªa regulada, que te advertir¨¢ de riesgos que suenan aterradores, o un v¨ªdeo de 30 segundos con consejos que suenan infalibles, resulta tentador optar por lo segundo¡±, analiza la asesora de Hargreaves Lansdown Sarah Coles en The Guardian, un peri¨®dico que el pasado agosto se vio en la obligaci¨®n de indicar a los que quieran invertir que las inversiones a largo plazo eran m¨¢s s¨®lidas ¡°aunque puedan parecer m¨¢s aburridas¡±.
Seg¨²n Valverde, lo que m¨¢s promocionan los finfluencers es el day trading: comprar y vender r¨¢pido. ¡°Parece una forma f¨¢cil de ganar dinero y esos chavales j¨®venes se han adaptado, quiz¨¢ mejor que nosotros, al lenguaje de las redes sociales. Y te venden fiestas, chicas, cochazos, mansiones... Lo hacen parecer todo muy f¨¢cil y muy r¨¢pido a trav¨¦s del m¨®vil, y con pocos conocimientos financieros¡±.
Los usuarios de las aplicaciones de inversi¨®n tienen una intenci¨®n principalmente econ¨®mica, pero en el fen¨®meno tambi¨¦n participan otros factores: la adrenalina del riesgo, el orgullo personal de salir victorioso y el puro entretenimiento l¨²dico de unas aplicaciones dise?adas para parecer un pasatiempo. Una versi¨®n a¨²n m¨¢s excitante del Candy Crush. ¡°Cuando llega un se?or de traje que te dice que es mejor que inviertas a largo plazo parece m¨¢s aburrido, porque no tiene estos gr¨¢ficos que muestran c¨®mo suben tus c¨¦ntimos de euro. No tiene esa adrenalina. Para los chavales invertir es como hacer apuestas deportivas. Y eso engancha. Pero no es un videojuego. Se puede perder mucho dinero¡±, advierte Valverde.
Hace un a?o el mercado entr¨® en p¨¢nico cuando un grupo de nost¨¢lgicos de los videojuegos se coordin¨® a trav¨¦s de Robinhood para conseguir que la tienda Game Stop, a punto de cerrar sus puertas por quiebra, creciese vertiginosamente en bolsa. Finalmente se vio obligada a bloquear esas transacciones. ¡°La aparici¨®n de nuevos inversores j¨®venes es habitual cuando los mercados est¨¢n al alza. Es lo mismo de siempre, pero ahora con esteroides¡±, explica el catedr¨¢tico de finanzas de la Universidad de California Brad Barber en The New York Times. Sin embargo, la vicepresidenta de la CNMV (Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores) Montserrat Mart¨ªnez Parera advierte contra el peligro de tratar el mercado de valores ¡°como un videojuego¡±: las econom¨ªas van a volverse m¨¢s vol¨¢tiles.
Las generaciones nacidas en los ochenta y noventa han desarrollado semejante desconfianza colectiva hacia sus mayores (¡°Ok, boomer¡±) que, como ocurre con las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, que una instituci¨®n advierta en contra de algo solo empuja a algunos a creer en ello con m¨¢s fervor. Los finfluencers son, entre otras cosas, resultado de una juventud que tiende a rechazar los organismos y los discursos institucionales, que prefiere dejarse llevar por las emociones, la intuici¨®n y los relatos de superaci¨®n, que prefiere escuchar a ¡°gente que es como nosotros¡±. En este momento cultural, hay pocos reclamos m¨¢s efectivos que ¡°te voy a contar lo que ellos no quieren que sepas¡±.
¡°Tras la crisis de 2008, la gente joven ha visto que estudiar una carrera y un master ya no garantiza el trabajo¡±, afirma Valverde. ¡°Entonces se han interesado m¨¢s por el dinero. Las criptodivisas gustan mucho porque se presentan como una ruptura con el sistema. Los chavales ni saben lo que es la CNMV y tienen suspicacias cuando salen hablando ciertas personas porque sospechan que hay tejemanejes detr¨¢s de las instituciones. Se f¨ªan m¨¢s de la gente como ellos que ha logrado triunfar¡±.
Pero si una influencer de moda da un mal consejo, lo peor que puede pasarle a sus seguidores es que unos zapatos les hagan ampollas. Si un finfluencer da un mal consejo quiz¨¢ acaben perdiendo sus ahorros. The New York Times hablaba de usuarios de Robin Hood que se hab¨ªan dejado llevar hasta fundirse cientos de miles de d¨®lares, porque el esp¨ªritu din¨¢mico de ese tipo de aplicaciones llevaba a los j¨®venes a invertir con mucha menos prudencia que sus mayores. Estas apps corren el riesgo de promulgar una especie de ¡°capitalismo para torpes¡± que no es m¨¢s que una modernizaci¨®n de la ludopat¨ªa de toda la vida. Los boomers se enganchaban a las tragaperras, los Z a las aplicaciones. En 2019 el organismo brit¨¢nico Action Fraud denunci¨® que en un periodo de cinco meses la poblaci¨®n brit¨¢nica hab¨ªa perdido m¨¢s de tres millones de libras (3,5 millones de euros) por culpa de consejos fraudulentos para ¡°forrarse en tiempo r¨¦cord¡± en Instagram. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas ten¨ªan entre 20 y 30 a?os.
En la Comisi¨®n de Bolsa y Valores estadounidense, por supuesto, tambi¨¦n tienen una opini¨®n al respecto. Su primer objetivo ha sido Wealthfront: fue multada con 220.000 euros por retuitear testimonios de clientes satisfechos mezclados con blogueros a los que hab¨ªa pagado. Seg¨²n estipula el organismo, los asesores financieros deben tener un t¨ªtulo que los acredite como tal y, por tanto, est¨¢n sujetos a una transparencia y un rigor institucionales. Betterment, por ejemplo, est¨¢ registrada como asesor¨ªa financiera. En Espa?a, los asesores financieros tambi¨¦n requieren un t¨ªtulo de la CNMV para el cual deben examinarse. Pero los finfluencers no est¨¢n regulados en absoluto. Cualquiera puede postularse como finfluencer si tiene un m¨®vil y un perfil en alguna red social y ninguna instituci¨®n monitorizar¨¢ lo que dice. Esto se debe, claro, a un vac¨ªo legal: recomendar inversiones en redes sociales es, seg¨²n los estatutos de la comisi¨®n estadounidense, equiparable a ponerse a dar consejos en un bar. Pero esa Ley de Asesor¨ªa Financiera es de 1940.
Brian Hanly, el presidente de una agencia de representaci¨®n de influencers, asegura que ¡°hay much¨ªsimo potencial de crecimiento¡± en el campo de los financieros. ?Y si los gur¨²s del #FinTok est¨¢n especulando con su propio valor? ?Puede haber algo m¨¢s ir¨®nico (y coherente) que una burbuja de finfluencers? En mayo de 2021, TikTok empez¨® a penalizar a aquellos usuarios que no indicasen expl¨ªcitamente que su contenido est¨¢ patrocinado. Tambi¨¦n vet¨® la promoci¨®n de servicios financieros y de productos como transacciones con monedas extranjeras, criptomonedas o servicios de inversi¨®n. Inmediatamente, tanto Betterment como Wealthfront viraron su estrategia promocional hacia Instagram y YouTube. Google tambi¨¦n anunci¨® que tomar¨ªa medidas este oto?o.
?Y en Espa?a? ¡°Se mueve mucho a trav¨¦s de Telegram porque ah¨ª hay menos ojos mirando. Se organizan grupos en plan cooperativa, pero siempre hay uno delante que dice d¨®nde invertir. Se empieza a ganar dinero, pero en cuanto la cosa baja los grupos desaparecen y se abren otros. La CNMV, que depende del Ministerio de Econom¨ªa, est¨¢ tratando de regular esto, sobre todo con el tema de las criptodivisas. La gente le da al bot¨®n para invertir, pero no sabe por qu¨¦, ni cu¨¢ndo vender, ni cu¨¢ndo parar¡±, remata Valverde.
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