El ¡®sentido com¨²n¡¯ de nuestra ¨¦poca
Hay que evitar que la acelerada recesi¨®n se convierta en otra Gran Depresi¨®n
M¨¢s de un a?o antes de que acabase la II Guerra Mundial, los vencedores se reunieron para determinar c¨®mo iba a ser el futuro econ¨®mico del planeta. En julio de 1944, decenas de naciones de todo el mundo se convocaron en el balneario de Bretton Woods (Nuevo Hampshire, EE UU) y acordaron las principales reglas del juego comerciales, monetarias y financieras para la paz y las instituciones que las har¨ªan posibles. Esas normas estar¨ªan vigentes despu¨¦s de m¨¢s de tres d¨¦cadas de proteccionismo, con dos conflictos b¨¦licos generalizados en medio y decenas de millones de muertos en ellos. Los acuerdos de Bretton Woods activaron un nuevo orden econ¨®mico internacional y la etapa m¨¢s estable del capitalismo, y duraron hasta principios de los a?os setenta, cuando Richard Nixon dio unilateralmente por clausuradas muchas de aquellas decisiones.
Sesenta y cuatro a?os despu¨¦s, en 2008, cuando empezaba la siguiente crisis mayor del sistema, la Gran Recesi¨®n, se activ¨® el G?20, formado en 1999, cuando los pa¨ªses desarrollados se dieron cuenta de que deb¨ªan dar la palabra tambi¨¦n a los emergentes en aras a la gobernanza mundial. El G?20 sustituy¨® al Consejo Econ¨®mico y Social de la ONU, compuesto de 54 miembros y enterrado por su extrema burocratizaci¨®n. El G?20 celebr¨® dos reuniones prometedoras en Washington (noviembre de 2008) y Londres (2009), en las que aprobaron los est¨ªmulos p¨²blicos masivos como principal herramienta para sacar a la econom¨ªa mundial del marasmo, as¨ª como la reforma del sistema financiero y el final del secreto bancario con la elaboraci¨®n de una lista negra de para¨ªsos fiscales.
Apenas se hizo nada en esas coordenadas y la ¡°refundaci¨®n del capitalismo¡± devino en t¨®pico. Cuando se superaron los peores momentos de la crisis, las buenas intenciones de regulaci¨®n se olvidaron. Uno de los l¨ªderes m¨¢s activos de aquellos G?20 fue el brit¨¢nico Gordon Brown. No deja de ser parad¨®jico que 12 a?os despu¨¦s, estando fuera ya del poder, el propio Brown sea el primer firmante de un manifiesto dirigido al actual G?20 para demandar una acci¨®n conjunta contra la pandemia del coronavirus y para que la recesi¨®n que se est¨¢ expandiendo con una rapidez inusitada no se transforme en una depresi¨®n cuya profundidad pueda superar a la de los a?os treinta del siglo pasado. Los firmantes que acompa?an a Brown se han olvidado de la antigua austeridad obligatoria (que muchos de ellos apoyaron sin piedad cuando mandaban) y exigen a los actuales l¨ªderes mundiales que se comprometan a financiar cantidades muy superiores a la capacidad actual de las instituciones multilaterales: ¡°Un problema econ¨®mico mundial exige una respuesta econ¨®mica mundial. Nuestro objetivo debe ser impedir que una crisis de liquidez se convierta en una crisis de solvencia, y una recesi¨®n mundial se convierta en una depresi¨®n mundial¡±.
Es evidente que, ante la gravedad de la situaci¨®n, el sentido com¨²n econ¨®mico de nuestra ¨¦poca ha cambiado. No deja de ser representativo uno de los ¨²ltimos editoriales del Financial Times, una de las biblias period¨ªsticas del capitalismo de laissez faire, que resume ese nuevo sentido com¨²n: 1) Para pedir sacrificios a la sociedad hay que ofrecerle a cambio un contrato social que beneficie a todos; 2) La crisis est¨¢ dejando al descubierto sistemas sanitarios desguarnecidos y econ¨®micos fr¨¢giles en pa¨ªses cuyos Gobiernos luchan contra bancarrotas masivas y aumentos desaforados del desempleo; 3) Deben abordarse reformas radicales y dar marcha atr¨¢s a la pol¨ªtica de cuatro d¨¦cadas; 4) Los Gobiernos habr¨¢n de tener un papel m¨¢s activo en la econom¨ªa y deber¨¢n contemplarse servicios p¨²blicos como inversiones y no como gastos; 5) Hay de buscar f¨®rmulas para que el mercado laboral no sea tan inseguro; 6) Redistribuir volver¨¢ a estar en la agenda y habr¨¢ que cuestionar los privilegios de que gozan los mayores y los ricos; 7) En este paquete deber¨¢n figurar pol¨ªticas hasta ayer consideradas excentricidades como la renta b¨¢sica universal y el impuesto al patrimonio.
Se pretende enterrar el efecto Mateo del pasado inmediato: a quien m¨¢s tiene m¨¢s se le dar¨¢ y al que menos tiene se le quitar¨¢.
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