Gordon Brown: ¡°No bastan las buenas palabras. Necesitamos un G20 con poderes ejecutivos que pase a la acci¨®n¡±
El expremier brit¨¢nico impuls¨® un manifiesto suscrito por figuras de la pol¨ªtica internacional que clama por una acci¨®n conjunta frente a la pandemia. Ahora enfatiza que necesitamos un liderazgo mundial compartido
Hay pol¨ªticos cuya fuerza intelectual y capacidad de an¨¢lisis les hace casi imprescindibles, aunque su alergia al populismo se vuelva contra ellos y genere antipat¨ªa en los votantes. Hay estadistas que dan lo mejor de s¨ª mismos cuando ya no tienen nada que perder y les mueve m¨¢s la pasi¨®n y la tenacidad que el temor a las c¨¢maras o a las urnas. El ex primer ministro del Reino Unido Gordon Brown (Giffnock, 69 a?os) nunca logr¨® el amor de los brit¨¢nicos, pero siempre tuvo su respeto. Y en los momentos m¨¢s extremos, su admiraci¨®n. Todo es discutible, pero puede defenderse con argumentos que Brown, en 2009, contribuy¨® a salvar al mundo. Su determinaci¨®n para que la respuesta a la crisis financiera fuera coordinada y global, y su empe?o en dotar de protagonismo al G20, en el que Espa?a logr¨® una plaza que a¨²n retiene, ayud¨® a encauzar el desastre. Fue un socialdem¨®crata del Nuevo Laborismo quien defendi¨® la necesidad de recapitalizar con urgencia a unos bancos que iban derechos al abismo. Y fue ese mismo escoc¨¦s, tan hura?o y volc¨¢nico como amable, el que acudi¨® en auxilio del Gobierno conservador cuando el refer¨¦ndum de independencia de Escocia de 2014 estuvo a punto de quebrar la unidad del Reino Unido. Sus discursos merecen ser revisitados como una lecci¨®n de oratoria.
Brown concentra ahora todos sus esfuerzos en reclamar una respuesta global, m¨¢s bien un Gobierno global, para responder ante un cataclismo como la crisis del coronavirus, que supera con mucho todo lo vivido por su generaci¨®n. No le desanima que la respuesta inicial a la carta abierta firmada por ¨¦l y 200 exl¨ªderes, como Tony Blair o Felipe Gonz¨¢lez, haya sido tibia. Porque est¨¢ convencido de que no hay otra soluci¨®n posible.
PREGUNTA.?No est¨¢ siendo f¨¢cil que el mundo se ponga de acuerdo ante esta crisis. ?Por qu¨¦?, ?qu¨¦ hace esta crisis distinta a la de hace 10 a?os?
RESPUESTA.?Nos enfrentamos a una emergencia sanitaria y a una emergencia econ¨®mica. Pero d¨¦jeme comenzar por expresar mi apoyo a los que han perdido seres queridos o est¨¢n enfermos por culpa de este virus. Pienso mucho en todos mis amigos de Espa?a y del resto de Europa. Volviendo a la pregunta, es un problema global completamente diferente, que necesita una respuesta distinta a la que dimos en la crisis financiera de 2009. Primero debe resolverse la urgencia sanitaria, para generar la confianza suficiente en que ser¨¢s capaz de resolver el desaf¨ªo econ¨®mico. Y todo esto necesita coordinaci¨®n. Hemos de trabajar juntos. De inmediato, tenemos un ingente trabajo para dar con una vacuna y un tratamiento de la enfermedad. E incrementar la capacidad de diagn¨®stico, con los test necesarios. Y vamos a tener que impedir una segunda ola de contagio en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que no tienen ni el sistema sanitario ni la seguridad adecuados. Va a ser necesaria una cooperaci¨®n internacional al nivel m¨¢s elevado que se haya realizado nunca. Debo decir que me impresion¨® mucho la propuesta del presidente del Gobierno espa?ol de poner en marcha un plan ?Marshall de respuesta a esta crisis. S¨¦ que es consciente de la relaci¨®n existente entre pa¨ªses desarrollados y pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, y de la necesidad de que unan sus fuerzas. Para poder protegernos localmente es necesario que actuemos globalmente.
P.?Pero el momento pilla a las instituciones internacionales bajas de credibilidad. Lo ¨²ltimo ha sido el ataque del presidente Trump a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).
R.?Si algo me dio satisfacci¨®n cuando creamos ese G20 en 2009 fue que en ese momento qued¨® claro que algo hab¨ªa cambiado en la econom¨ªa mundial y que no ¨ªbamos a ser capaces de resolver el problema con la estructura existente del G7. Reunimos a l¨ªderes de todo el mundo, incluidos China y la India, y por supuesto Espa?a. Ahora necesitamos dos cosas que probablemente sean distintas a lo que se cre¨® entonces. Necesitamos una cumbre de compromisos para dotar de los fondos necesarios a la emergencia sanitaria. Por muchas cr¨ªticas que se haga en estos momentos a la OMS, si en algo puede estar todo el mundo de acuerdo es en que sus actividades encaminadas a dar con una vacuna, una cura terap¨¦utica o un sistema eficaz de diagn¨®stico est¨¢n totalmente infrafinanciadas. Haga lo que haga Estados Unidos, necesitamos recaudar ese dinero internacionalmente para que el esfuerzo sanitario global obtenga el apoyo que necesita.
¡°La salud global obliga a reconsiderar los nacionalismos a la defensiva del tipo ¡®America First¡±
P.??Y la segunda cosa?
R.?En primer lugar, como digo, esa conferencia de compromisos de aportaci¨®n, y creo que en ese sentido la UE puede ejercer un papel de liderazgo. Y lo segundo, un executive task force (un equipo con poderes ejecutivos) en el G20, porque ya no basta con buenas palabras. Necesitamos pasar a la acci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas y hacerlo de un modo coordinado. Es necesario un ¨®rgano ejecutivo que d¨¦ respuesta al problema que usted menciona respecto a las instituciones internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial son dirigidos por personas muy expertas en sus propias ¨¢reas, pero las decisiones las deben tomar los ¡°accionistas¡± (los pa¨ªses que aportan los recursos). Son los principales accionistas los que deben ayudar al FMI, al Banco Mundial o a la OMS para obtener m¨¢s recursos y poder responder m¨¢s all¨¢ de sus limitaciones impuestas. Es necesario un liderazgo pol¨ªtico compartido.
P.?Las soluciones sanitarias ya las conocemos. ?Y las econ¨®micas? ?Es necesario alg¨²n mecanismo innovador?
R.?Ni siquiera creo que estemos a¨²n en la fase apropiada en la crisis sanitaria. No hemos apuntalado la b¨²squeda de la vacuna. Hay al menos 100 esfuerzos diferentes en marcha. Si alguno tiene ¨¦xito, nos tocar¨¢ aumentar exponencialmente la capacidad operativa. Hay que producir esa vacuna, distribuirla internacionalmente, aplicarla en aquellos pa¨ªses con potencial para seguir propagando la enfermedad por todo el mundo. Es un esfuerzo ejecutivo de primer orden que necesita de una gran potencia intelectual y planificadora. En lo que se refiere a la econom¨ªa, nos encontramos en estos momentos en lo que ser¨ªa la fase de protecci¨®n del empleo. Se trata de salvar el mayor n¨²mero de empleos posibles y que siga existiendo el mayor n¨²mero posible de empresas. Ni siquiera hemos llegado a la fase de recuperaci¨®n del crecimiento. En la fase actual puede bastar con una respuesta nacional, apoyada en ocasiones desde fuera, como es el caso del fondo de la UE para ayuda al desempleo.
P.?Es entonces en la segunda fase cuando la coordinaci¨®n ser¨¢ m¨¢s eficaz¡
R.?S¨ª, porque necesitaremos coordinaci¨®n fiscal, cooperaci¨®n monetaria y colaboraci¨®n entre los distintos bancos centrales. Y no hablo solamente de un modelo como el de la UE. Me refiero al ¨¢mbito global. En 2009 nos dimos cuenta de que si sincroniz¨¢bamos nuestro ¡°activismo fiscal¡± ¡ªy hablo de una ¨¦poca en la que ese activismo no ten¨ªa buena prensa¡ª pod¨ªamos lograr mucho m¨¢s que si cada pa¨ªs actuaba por su cuenta. En los ¨²ltimos 10 a?os, la idea de una pol¨ªtica de est¨ªmulo fiscal ha acabado siendo m¨¢s aceptada globalmente. Junto a la pol¨ªtica monetaria necesitas una pol¨ªtica fiscal que la complemente. Desgraciadamente, Europa tuvo que atravesar una d¨¦cada de austeridad para darse cuenta de eso. En la fase de crecimiento necesitaremos un esfuerzo coordinado de est¨ªmulo fiscal en todo el mundo. Y con eso me refiero a Europa y Am¨¦rica, pero tambi¨¦n a China y al resto de Asia.
¡°Con esta crisis lo ¨²ltimo que necesita el Reino Unido tras el Brexit son nuevas barreras al comercio¡±
P. ?Y eso es posible cuando cerramos fronteras y ni siquiera nos ponemos de acuerdo en c¨®mo contar a contagiados o fallecidos?
R.?Llevamos varios a?os de lo que yo llamo ¡°nacionalismo a la defensiva¡±, en los que se han levantado fronteras, se ha recortado la inmigraci¨®n, se han impuesto aranceles y levantado muros. Un nacionalismo muy agresivo del tipo ¡°America first¡± (Estados Unidos, primero), China first, India first, Rusia first¡Un tipo de unilateralismo que contempla el mundo como una lucha entre ¡°nosotros y ellos¡±. Pero creo que la salud global, entendida como un bien p¨²blico global, obliga a la gente a reconsiderar todos estos puntos de vista. Frente a esta ¡°alianza internacional de antiinternacionalistas¡±, la gran mayor¨ªa entiende que frente a una pandemia global la respuesta no puede ser local.
P.?Perm¨ªtame una incursi¨®n en la pol¨ªtica del Reino Unido. ?Tiene sentido que el Gobierno de Johnson insista en no pedir una pr¨®rroga del periodo de transici¨®n del Brexit (debe hacerlo antes de julio)?
R.?No quiero entrar en la pol¨ªtica interna del Reino Unido porque lo urgente ahora es hacer frente a esta emergencia internacional. Pero ya he dicho en varias ocasiones que si una de las prioridades, despu¨¦s de este enorme retroceso, va a ser la recuperaci¨®n del comercio ¡ªporque esa ser¨¢ una de las v¨ªas para volver a crecer¡ª, lo ¨²ltimo que quieres es poner nuevas barreras a ese comercio. En ese sentido, s¨ª, conf¨ªo en que podamos encontrar una soluci¨®n respecto al calendario del Brexit.
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