Palabras que hacen cosas

El fil¨®sofo John Austin explic¨® que algunos vocablos hacen. Es decir, que con ellos la acci¨®n y la palabra van juntas como el fuego y su brillo. As¨ª, la presidenta del Congreso suspende el pleno al anunciar ¡°se suspende la sesi¨®n¡±. Y cuando un testigo ha pronunciado ¡°s¨ª, juro¡±, cometer¨¢ perjurio si miente.

Las palabras hacen hasta en los cuentos: hay que decir ¡°abracadabra¡± para que se abra la cueva.

La dirigente socialista vasca Idoia Mendia sufri¨® el 19 de mayo un ataque a su domicilio familiar, contra el que se lanzaron pintura roja y unas octavillas que la llamaban ¡°asesina¡±. La sinraz¨®n de ese acto se relacionaba con la huelga de hambre del preso etarra Patxi Ruiz, que hab¨ªa asesinado hace 22 a?os a un dirigente de UPN y que se opuso a la disoluci¨®n de ETA.

A continuaci¨®n, el inter¨¦s period¨ªstico se centr¨® en si el partido Bildu, hist¨®ricamente pr¨®ximo a los terroristas, condenar¨ªa esa acci¨®n.

Maddalen Iriarte, su portavoz en el Parlamento vasco, declar¨® a Radio Euskadi que no compart¨ªa lo sucedido, ¡°de ninguna manera¡±. Pero evit¨® el verbo ¡°condenar¡±. Y en la declaraci¨®n conjunta de los partidos vascos, su grupo propuso que figurase ¡°rechazo¡± y no ¡°condena¡±. Y argument¨® Iriarte: ¡°Algunos pretenden enredarse con una palabra¡±.

Pero claro, uno puede rechazar un helado y no por eso considerarlo inmoral. Adem¨¢s, el verbo ¡°rechazar¡± no hace necesariamente: podemos comunicar que rechazamos unos bombones y sin embargo comerlos. Mientras que si pronunciamos ¡°condeno ese atentado¡±, no podemos decir que lo condenamos y al mismo tiempo no condenarlo, de igual modo que al expresar ¡°te felicito¡± estamos felicitando y no podr¨ªamos no felicitar a la vez que decimos ¡°te felicito¡±. Incluso si no se hablase con sinceridad, se estar¨ªa felicitando.

Sucedi¨® algo parecido el 21 de mayo cuando la periodista ?ngels Barcel¨® pregunt¨® en la Cadena SER a la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, si condenaba la agresi¨®n al domicilio de Idoia Mend¨ªa. Tras un largo circunloquio, Aizpurua respondi¨®: ¡°Mi solidaridad con Idoia Mendia, porque este tipo de situaciones no conducen a abrir v¨ªas de seguir con las din¨¢micas de cooperaci¨®n (¡­). Hay que dar pasos en la convivencia y este tipo de acciones no van en esa direcci¨®n¡±.

La periodista insisti¨® en si condenaba o no, a lo que Aizpurua contest¨®: ¡°El tema de agarrarse a unos t¨¦rminos concretos, que ¡®o los dices as¨ª o si no, no me sirven¡¯, tampoco ayuda. ?De qu¨¦ sirve que yo diga que lo condeno?, ?va a cambiar eso las cosas?¡±.

Sin embargo, no queda m¨¢s remedio que ¡°agarrarse a unos t¨¦rminos concretos¡±. Hay que agarrarse a las palabras y decir ¡°yo te bautizo¡± para bautizar; o ¡°te pido disculpas¡± para disculparse; o ¡°gracias¡± para agradecer. Y esas palabras s¨ª cambian algo, porque los hechos activados (el bautismo, la gratitud, la disculpas) no exist¨ªan antes de ser pronunciadas.

Por tanto, la palabra ¡°condeno¡± s¨ª que servir¨ªa, porque refleja el eficac¨ªsimo valor que contiene: descalificar la violencia, limpiar la pol¨ªtica, establecer un antes y un despu¨¦s de ser pronunciada. ¡°Condenar¡± es un verbo que hace. No hay que olvidar que se trata del mismo verbo que sirvi¨® para mandar a la c¨¢rcel a Patxi Ruiz.