?S¨¢lvese quien pueda!
Hay una ventana de oportunidad para cohesionar el desarrollo econ¨®mico y la transici¨®n ecol¨®gica
Amedida que los recursos econ¨®micos de primer orden (alimentos, medicamentos,¡) escasean o no llegan, o a medida que se deteriora el medio ambiente (cat¨¢strofes clim¨¢ticas cada vez m¨¢s dram¨¢ticas y generalizadas) se tensan las relaciones que conforman la convivencia humana y generan la estabilidad social, y se afilan las tendencias del ¡°?S¨¢lvese quien pueda!¡± y del autoritarismo pol¨ªtico. El gen ego¨ªsta. Hay muchos ejemplos de ello en la historia.
Uno de esos ejemplos, bien actual, es lo que se va conociendo del producto antiv¨ªrico llamado remdesivir, vinculado con la salud de los que padecen la pandemia del coronavirus y que ya tuvo efectos positivos contra el virus del ¨¦bola. El titular de que ¡°EE?UU compra casi toda la producci¨®n de remdesivir, el primer f¨¢rmaco que trata la covid¡± es casi pornogr¨¢fico para el resto de la humanidad. El todopoderoso Departamento de Salud del Gobierno de Trump habr¨ªa firmado con la multinacional farmac¨¦utica Gilead Sciences la recepci¨®n del 100% de la producci¨®n de ese antiv¨ªrico en los pr¨®ximos meses. El esc¨¢ndalo se complementa con el hecho de que el precio de una dosis de remdesivir supera largamente los 300 euros y un tratamiento habitual, los 2.000 euros. No son precios precisamente al alcance de todo el mundo o tensionan las finanzas de la Seguridad Social. Al comentarlo, el profesor de investigaci¨®n del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªfica Vicente Larraga conclu¨ªa: ¡°Me temo que la tentaci¨®n del dinero f¨¢cil con unos precios muy superiores a los que indicar¨ªan los costes de desarrollo y producci¨®n volver¨¢ a hacerse presente¡± (EL PA?S, 1 de julio).
Otro ejemplo: la preocupaci¨®n por el deterioro del medio ambiente y alg¨²n tipo de vinculaci¨®n, incluso lejana, con la pandemia de la covid-19, se ha manifestado en los primeros comicios celebrados despu¨¦s del pico inicial de la misma: las elecciones municipales francesas. Con dos caracter¨ªsticas centrales: abundante porcentaje de abstenci¨®n ciudadana y victoria de las posiciones pol¨ªticas ecologistas. ?Ser¨¢ una tendencia s¨®lida o la flor de un d¨ªa? Los saltos adelante y atr¨¢s de los verdes alemanes, precursores de la ideolog¨ªa del ecologismo de izquierdas, en su potencial electoral no son concluyentes, aunque todo indica que la ecolog¨ªa y la lucha contra la emergencia clim¨¢tica se consolidan cada vez con m¨¢s rapidez en el centro del tablero pol¨ªtico.
Lo m¨¢s significativo ¡ªque lo es¡ª no es que los ecologistas avancen posiciones en casi todos los lugares donde se presentan (son la cuarta formaci¨®n en el Parlamento Europeo) sino que sus ideas permean, cada vez con m¨¢s fuerza, los programas pol¨ªticos del resto de las formaciones de izquierda, e incluso de las de centro (Macron). No es que aquellas pierdan el corpus ideol¨®gico que las identifica, sino que a?aden al mismo una nueva pieza: la identidad ecologista. A la cuesti¨®n social (la lucha contra las desigualdades) se une la cuesti¨®n ecol¨®gica (reducir los gases de efecto invernadero) y la cuesti¨®n de g¨¦nero (el feminismo) como se?as de identidad centrales de los partidos pol¨ªticos del espectro zurdo.
No solo en Europa. La joven congresista americana Alexandria Ocasio-Cortez, perteneciente al ala izquierda del Partido Dem¨®crata y abanderada del Green New Deal (GND), se acaba de imponer con mucha holgura en las primarias del partido, en su distrito en Nueva York. El GND es una suerte de keynesianismo verde en el que el sector p¨²blico impulsa las inversiones necesarias para transformar el modelo econ¨®mico hacia un crecimiento m¨¢s sostenible. En esta coyuntura mundial en la que se hace frente a las consecuencias recesivas de la lucha contra el coronavirus con paladas de dinero p¨²blico, se abre una ventana de oportunidad para hacer coherente la vuelta al desarrollo econ¨®mico con una transici¨®n ecol¨®gica justa. En la ¡°nueva normalidad¡± la lucha contra la emergencia clim¨¢tica no puede esperar al fin de la excepcionalidad econ¨®mica, sino ir de la mano. Adem¨¢s del virus asesino, la principal amenaza que se cierne sobre las sociedades es la crisis ecol¨®gica como problema pol¨ªtico que interpela a la ciudadan¨ªa actual y a las generaciones inmediatamente posteriores.
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