La Espa?a ¡®orwelliana¡¯ de Aznar y Casado
La fundaci¨®n ideol¨®gica del expresidente del Gobierno vincul¨® el estado de alarma al advenimiento de un Estado totalitario, escribe Ernesto Ekaizer. Y el l¨ªder del PP hizo de esa idea una l¨ªnea estrat¨¦gica
Confinado en su chal¨¦ de Guadalmina desde el jueves 12 de marzo, 48 horas antes de la declaraci¨®n del estado de alarma el 14 de marzo, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar interviene desde Marbella en la pol¨ªtica espa?ola a trav¨¦s de la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES), y mantiene contactos con las empresas en las que es consejero. Aznar sigue los editoriales y art¨ªculos de varios peri¨®dicos extranjeros. Est¨¢ escandalizado. Acaba de leer en el Financial Times, la biblia de las grandes corporaciones y los mercados financieros, que es necesario cambiar radicalmente las prioridades de la pol¨ªtica econ¨®mica de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, considerar los servicios p¨²blicos como inversiones, dar seguridad a los mercados del trabajo y resucitar la redistribuci¨®n de ingresos. Redistribuir. Estudiar una renta m¨ªnima y el impuesto a la riqueza. Si el FT y The Wall Street Journal, el otro peri¨®dico influyente, fuesen el equivalente del Bar?a y el Real Madrid en la pol¨ªtica mundial, Aznar, ya se sabe, es del Real Madrid. Pero es que, adem¨¢s, el expresidente de Gobierno es consejero de News International, el grupo del magnate de la comunicaci¨®n Rupert Murdoch, propietario del WSJ, un peri¨®dico que no se permitir¨ªa nunca los flirteos izquierdosos del FT.
Hay que salir al paso de la marea que sube. Desde Marbella, Aznar toma contacto con su equipo en Madrid. Realizan un brainstorming. FAES act¨²a como un peri¨®dico. Vincular¨¢n la amenaza del ¡°marxismo¡± y el ¡°estatismo¡± con el estado de alarma, bajo el cual se han suspendido hace una semana, el 29 de marzo, las actividades no esenciales. El Gobierno de Pedro S¨¢nchez someter¨¢ al Congreso una nueva pr¨®rroga del estado de alarma el 9 de abril.
La fundaci¨®n FAES alert¨® de corrientes pol¨ªticas que planean el futuro poscoronavirus ¡°desde una perspectiva marxista¡±
En una nota del 7 de abril, la fundaci¨®n alerta. ¡°Esta reflexi¨®n tiene la finalidad de advertir de la existencia de corrientes pol¨ªticas que pretenden configurar esa sociedad futura desde una perspectiva marxista, como si el marxismo no hubiese sido derrotado con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la Uni¨®n Sovi¨¦tica no se hubiera desintegrado¡±, reza un an¨¢lisis que firma Fernando D¨ªez Moreno, patrono de la fundaci¨®n. Propugnar¨¢n un Estado benefactor, que todo lo puede, todo lo ordena y de todo dispone. El Estado sustituir¨¢ a la sociedad civil y acaparar¨¢ no solo el poder pol¨ªtico, sino los recursos econ¨®micos y los medios de comunicaci¨®n, y, celoso de nuestra libertad, no nos dejar¨¢ dar un paso sin que ¨¦l lo permita, siempre para nuestra mejor protecci¨®n.
Aznar, pues, resucita 1984, de George Orwell, sin decirlo. Recrea a un Big Brother bifronte representado por Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias, reencarnaci¨®n del Frente Popular de 1936. En opini¨®n de Aznar, nos encontramos no en un ¡°estado de alarma¡±, sino en un ¡°estado de guerra¡±. Una guerra ¡°biol¨®gica¡± (...) Aznar pasa de las inexistentes armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein de 2004, con las cuales pretendi¨® justificar su entrada en la historia ¡ª¡±Estamos cambiando la pol¨ªtica espa?ola de los ¨²ltimos 200 a?os¡±, le dijo a George W. Bush el 22 de febrero de 2003, dos semanas antes de la invasi¨®n de Irak¡ª, a la denuncia de que el Gobierno pretende controlar los medios de comunicaci¨®n masiva. Este estado de alarma-guerra biol¨®gica no es una ocurrencia. Es la l¨ªnea estrat¨¦gica que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, asume al denunciar que S¨¢nchez e Iglesias pretenden construir un Estado totalitario con el pretexto del coronavirus.
Y ?por qu¨¦ raz¨®n han entrado en esta din¨¢mica Aznar y Casado? Porque la reacci¨®n ante la pandemia, la destrucci¨®n masiva de vidas humanas, les ha dejado sin mantras. En otros t¨¦rminos, no se trata de cambiar las reglas del juego, sino de volver a la normalidad previa al coronavirus, esa a la que Aznar y Casado siguen aferr¨¢ndose como a un clavo ardiendo, con fe religiosa.
Cuando Aznar ve lo que pasa con Trump en Estados Unidos, que obliga a General Motors y a Ford a fabricar respiradores contra su voluntad ¡ªuna medida de planificaci¨®n central ¡°socialista¡±¡ª, advierte que el mundo seguro al que estaba acostumbrado comienza a resquebrajarse. Ahora, pues, se inventa que la democracia est¨¢ en peligro. ?A qu¨¦ viene la referencia a la URSS y a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn? Es un MacGuffin hitchcockiano para entretener a su parroquia. Vade retro, viene a decir Aznar.
La orientaci¨®n contra el estado de alarma ya es oficial, pero el giro ser¨¢ gradual. El PP ha apoyado el decreto y su primera pr¨®rroga. Y, finalmente, el 9 de abril, ante la gravedad de la crisis sanitaria y lo incomprensible que ser¨ªa votar en contra o abstenerse en el pico del coronavirus, Casado vuelve a respaldar la pr¨®rroga. El l¨ªder del PP se prepara para votar en contra cuando llegue la cuarta pr¨®rroga del estado de alarma que propondr¨¢ el Gobierno el 6 de mayo. Ser¨¢ un simulacro de moci¨®n de censura virtual. Pablo Casado ve sendas amenazas del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y de Esquerra Republicana de Catalu?a (ERC), otrora aliados de Pedro S¨¢nchez, y saborea un primer ensayo de moci¨®n de censura en el tortuoso y largo camino que se ha trazado para llegar a La Moncloa a horcajadas del coronavirus.
El lehendakari I?igo Urkullu quiere convocar elecciones auton¨®micas en el mes de julio. En su decreto de suspensi¨®n de los comicios auton¨®micos del 5 de abril, no menciona como obst¨¢culo el estado de alarma. Todo el peso de la decisi¨®n est¨¢ puesto, seg¨²n el decreto de 17 de marzo de 2020, sobre el estado de emergencia sanitaria (...) No es esa la situaci¨®n en Galicia. El decreto firmado por Alberto N¨²?ez Feij¨®o el 17 de marzo gira esencialmente sobre el estado de alarma. Y es taxativo (...) Mientras Urkullu ha sido muy previsor y, por tanto, su resoluci¨®n no es obst¨¢culo para convocar elecciones, Feij¨®o est¨¢ enfundado en la camisa de fuerza del estado de alarma. En la videoconferencia de presidentes auton¨®micos del domingo 3 de mayo, ambos plantearon al presidente del Gobierno que no era necesario prorrogar por cuarta vez el estado de alarma. Para nada se habl¨® de elecciones. Ambos estimaron, en tono cordial, sin crispaci¨®n, que se pod¨ªa continuar la actividad contra la pandemia mediante la aplicaci¨®n de la Ley Org¨¢nica de Salud P¨²blica del 29 de abril de 1986 (...)
Esta idea fue rebatida por Guillermo Fern¨¢ndez Vara, presidente de Extremadura y secretario general del PSOE de esa regi¨®n: ¡°La Ley de Salud P¨²blica permite confinar a la gente en casa por una epidemia de tuberculosis. Pero con esa ley no es posible meter a un pa¨ªs en casa¡± (...) Tambi¨¦n el president de Catalu?a, Quim Torra, solicit¨®, sin aspavientos, con una intervenci¨®n breve, la devoluci¨®n de las competencias y advirti¨® de que hab¨ªa escrito a S¨¢nchez una carta el 29 de abril, de la que no hab¨ªa obtenido respuesta, manifest¨¢ndose contrario al estado de alarma. El estado de alarma, pues, es la diana. Y lo es porque plantea la posibilidad de desgastar al Gobierno a trav¨¦s de una moci¨®n de censura virtual, simb¨®lica, contra S¨¢nchez. Y en el tablero de ajedrez van aline¨¢ndose las piezas de la Operaci¨®n Coronavirus.
Casado pierde, finalmente, su ¨®rdago pol¨ªtico contra la cuarta pr¨®rroga del estado de alarma durante la jornada del martes. Feij¨®o, Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, e Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, respectivamente, han cortocircuitado el alcance de la apuesta, al sugerir la ¡°concesi¨®n¡± de 15 d¨ªas m¨¢s al Gobierno. Por su parte, S¨¢nchez, tras mantener una conversaci¨®n telef¨®nica con Casado el lunes 4 de mayo, decidi¨® dar a In¨¦s Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, el protagonismo, situ¨¢ndola bajo los focos con un pacto bilateral, al tiempo que negociaba el respaldo con el PNV, y dio por consumado el anunciado voto negativo de ERC.
As¨ª, Casado entr¨® al hemiciclo el 6 de mayo con la p¨®lvora mojada. El PP compiti¨® con Vox por la derecha y solo le quedaba la abstenci¨®n, un desenlace incoherente con la agresividad de su discurso.
Ernesto Ekaizer es periodista y autor, entre otros, de ¡®Catalu?a, a?o cero¡¯. Este extracto es un adelanto de su libro ¡®El crispavirus¡¯, de la editorial Espasa, que se publica el pr¨®ximo 14 de julio.
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