Kanye West, el colapso de un dios del hip hop
El artista y empresario act¨²a de forma err¨¢tica y amaga con presentarse a las elecciones de EE?UU
La posibilidad de que Kanye West se rompa es real. Uno de los m¨¢s relevantes artistas del siglo XXI, diagnosticado con trastorno bipolar en 2016, podr¨ªa estar llegando al l¨ªmite. Ning¨²n cuerpo ¡ªy mucho menos ninguna mente¡ª puede sostener esta monta?a rusa de ideas y proyectos en las que ahora mismo est¨¢ sumido el rapero, empresario y, ahora, supuesto candidato a presidente de Estados Unidos que, por cierto, afirma que no ha votado en la vida. Su primer mitin, el pasado domingo, fue err¨¢tico: acus¨® a la c¨¦lebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman de no haber liberado a los esclavos, propuso dar ¡°un mill¨®n de d¨®lares o algo as¨ª¡± a las mujeres para disuadirles de abortar y llor¨® al recordar c¨®mo quiso que su mujer, la hiperfamosa Kim Kardashian, con quien lleva desde 2012, interrumpiese su primer embarazo (la pareja hoy tiene cuatro hijos). Luego public¨® una retah¨ªla de tuits acusando a su esposa de querer encerrarlo. Kardashian ha pedido p¨²blicamente ¡°compasi¨®n y empat¨ªa¡± para West y para el resto de personas con enfermedades mentales.
La decisi¨®n de entrar en pol¨ªtica la ven¨ªa anunciando West desde 2015, pero nadie parec¨ªa tom¨¢rsela del todo en serio. El rapero, nacido hace 43 a?os en Atlanta, apoy¨® en los ¨²ltimos a?os a su ¡°h¨¦roe¡± Donald Trump e incluso lo visit¨® en la Casa Blanca en 2018 ¡ªKardashian, millonaria empresaria, tambi¨¦n ha frecuentado Washington para abogar por una reforma de prisiones¡ª. Respaldar a un presidente tan controvertido, especialmente siendo ¨¦l un hombre negro en EE?UU, escandaliz¨®. West sigue proclamando sus simpat¨ªas hacia el Partido Republicano (¡°Decir que el voto negro es dem¨®crata es una forma de racismo¡±, declar¨® a Forbes a principios de mes), pero se ha desvinculado de Trump porque ahora le parece ¡°un desastre¡±. Su incierta carrera presidencial ¡ªla candidatura se lanz¨® a ¨²ltima hora, as¨ª que probablemente su nombre no figure en las papeletas de Estados clave¡ª se mezcla con una vocaci¨®n evangelizadora. Pretende reestablecer ¡°el amor y el temor a Dios en las escuelas¡±.
Si, como parece probable, West termina pronto ingresado en un psiqui¨¢trico, muchos echar¨¢n de menos el personaje y sus boutades, las risas. Pero lo que perder¨¢ el mundo, al menos por un tiempo, es al artista que m¨¢s ha hecho por que hoy el hip hop sea la m¨²sica que hace el mundo girar, y tambi¨¦n por que otras disciplinas ¡ªdesde la moda hasta el dise?o o la arquitectura¡ª giren alrededor del hip hop.
Con el disco Yeezus, en 2013, confirm¨® su poder para seducir al gran p¨²blico con propuestas poco amables
Hubo un momento, a mediados de 2013, en que Kanye West fue invencible. Aquel a?o edit¨® Yeezus, un disco fascinante, inc¨®modo y arriesgad¨ªsimo que fue n¨²mero uno en medio planeta y que confirm¨® su poder para seducir al gran p¨²blico con propuestas poco amables. Estaba tan seguro del artefacto que hab¨ªa armado junto al m¨ªtico productor Rick Rubin, en parte en una suite de un hotel en Par¨ªs, en parte en el estudio construido en Malib¨² bajo la supervisi¨®n de Bob Dylan en los a?os setenta, que no se molest¨® en escribir ni un verso amable, ni un estribillo reconocible, ni un solo tema con una progresi¨®n m¨ªnimamente previsible. Ya por entonces, West gustaba de compararse con Dios. Pero ¨¦l no afirmaba, como los Beatles, ser m¨¢s conocido que el Gran Hacedor, sino que directamente propon¨ªa que ¨¦l era el Gran Hacedor. Y como todas religiones, exig¨ªa a sus fieles esfuerzo y sacrificio. ¡°Tiene tanto talento que ha hecho el c¨¢lculo: puedes odiarle, pero vas a seguir escuchando su m¨²sica. Eso es muy raro en un artista de masas, alguien capaz de enfadar a sus fanes casi a prop¨®sito, sabiendo que, cuando saque m¨²sica nueva, volver¨¢n a estar pendientes de lo que hace¡±, argumentaba Erik Nielson, profesor de cultura hip hop en la Universidad de Richmond, en un art¨ªculo de 2016 sobre la magnitud del talento de Kanye West publicado por USA Today.
Aquel mismo a?o, West dio por finiquitada la relaci¨®n de su marca de zapatillas, Yeezy, con Nike. Se uni¨® a su gran rival, Adidas. Figura inevitable en las grandes semanas de la moda, el rapero refund¨® su firma. Sus ediciones limitadas se despachaban en horas. Los modelos, que originalmente costaban unos 300 euros, en semanas circulaban por el mercado secundario a precios de cuatro cifras. Era el momento de la eclosi¨®n del streetwear en el mundo del lujo, y ah¨ª estaba ¨¦l, sentando las bases para que este matrimonio, a priori imposible, alcanzara su c¨¦nit en 2018, cuando su amigo Virgil Abloh se convirti¨® en el primer director creativo negro en los 167 a?os de historia de Louis Vuitton. Ambos hab¨ªan coincidi¨® haciendo pr¨¢cticas en Fendi, y ambos se fundieron en un largo abrazo lleno de l¨¢grimas al final del primer desfile de Abloh para la maison en el Palacio Real de Par¨ªs. La entrada de personajes como Kanye en este circuito es clave para entender todo lo que es la moda hoy, o al menos, todo lo que aspira a ser.
En la actualidad, Yeezy factura unos 1.500 millones de d¨®lares al a?o, m¨¢s de la mitad de lo que lo hace la l¨ªnea Jordan de Nike, la m¨¢s exitosa y rentable de la historia. De hecho, han sido las zapatillas las que han salvado de la bancarrota a West en los ¨²ltimos a?os. Ha llegado a acumular hasta 50 millones de euros en deudas. A diferencia de la mayor¨ªa de m¨²sicos, de gira constantemente ¡ªpues es ah¨ª, en este siglo, donde est¨¢ el dinero¡ª West dej¨® de actuar en 2016. Y no ser¨¢ por falta de material: ha editado tres discos bajo su nombre desde entonces. En vez de tours al uso, lo que hace el rapero son eventos en su millonario rancho de Wyoming. Tambi¨¦n organiza lo que se conoce como Sunday service, una suerte de cruce entre concierto y misa que resulta en un evento fascinante de dudosa rentabilidad, lo que confirma que todo lo que ha emprendido West ha sido por amor a su arte. Incluso aquel intento que acometi¨® hace dos a?os de convertirse en el promotor inmobiliario del planeta gracias a una idea para fabricar viviendas sostenibles y asequibles: unos cubos inspirados en el planeta des¨¦rtico Tatooine de La Guerra de las Galaxias. Los primeros m¨®dulos los levant¨® en su finca de Calabassas, California. Tuvo que abandonar el proyecto por incumplir las normativas locales. Su carrera est¨¢ construida con el fin de contradecir a cualquiera que le diga que algo no puede ser. El problema es que, en realidad, s¨ª hay cosas que no pueden ser.
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