¡°No podemos tener ense?anza obligatoria hasta los 16 a?os sin los medios para acompa?ar a todo el alumnado¡±
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, experto en educaci¨®n y miembro del Consejo Escolar del Estado, cree que el sistema educativo espa?ol est¨¢ anquilosado
Especial: El nuevo contrato social
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez (Cartagena, 68 a?os) ha pasado casi cuatro d¨¦cadas a pie de aula. Adem¨¢s de profesor de Matem¨¢ticas, buena parte de ese tiempo ha sido director de un instituto p¨²blico de Madrid y representante de Fedadi, la principal asociaci¨®n de directivos de centros de secundaria. Ahora, ya jubilado, mantiene un puesto en el Consejo Escolar del Estado como personalidad de reconocido prestigio. ¡°El sistema est¨¢ anquilosado. No tenemos unos resultados brillantes, y tampoco mal¨ªsimos, pero no mejoran, no progresan de acuerdo a lo que ser¨ªa razonable¡±, resume.
Pregunta. Si pudiera cambiar algo del sistema educativo para mejorarlo, ?por d¨®nde empezar¨ªa?
Respuesta. Es complicado. Pero hay cosas que, sin necesidad de grandes inversiones, pueden producir efectos positivos muy r¨¢pidamente. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la mejora de la selecci¨®n del profesorado y su carrera profesional y la gobernanza del sistema, sobre todo de los centros.
¡°El sistema actual est¨¢ expulsando a un capital humano de gran valor y dif¨ªcilmente reemplazable¡±
P. ?En qu¨¦ consistir¨ªan los cambios para el profesorado?
R. En modificar los sistemas de acceso [a un puesto en la escuela p¨²blica]. Hay modelos que no necesariamente pasan por un examen de oposici¨®n que hoy es pr¨¢cticamente igual que el que yo hice hace 40 a?os. Y hoy las circunstancias son esencialmente distintas. Creo que va en la buena direcci¨®n la propuesta del MIR educativo [un sistema conjunto de formaci¨®n y acceso a una plaza, similar al de los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica, pero adaptado a los profesores] que ya se plante¨® hace a?os tanto desde el PP como desde el PSOE. Y despu¨¦s est¨¢ la carrera profesional; es fundamental incentivar a la gente, tanto con la posibilidad de mejoras salariales como de responsabilidad. El sistema actual [sin apenas incentivos] est¨¢ expulsando a un capital humano de gran valor y dif¨ªcilmente reemplazable y eso no tiene perd¨®n. Hay gente muy buena que se jubila voluntariamente a los 60 a?os porque no aguanta m¨¢s. Un sistema educativo que no tiene en cuenta su capital humano est¨¢ condenado a ser mediocre siempre.
La propuesta del MIR educativo [acceso a una plaza similar al de los m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica] va en la buena direcci¨®n
P. ?Y en cuanto a la gobernanza?
R. Aqu¨ª me refiero a la desprofesionalizaci¨®n del ¨¢mbito de decisiones, tanto en el nivel de la Administraci¨®n como en el de los centros. En la Administraci¨®n, en muchas comunidades, los puestos importantes se cubren, cada vez m¨¢s, no en funci¨®n de la capacidad y el conocimiento, sino del amiguismo y de la posici¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica. Aunque todav¨ªa m¨¢s importante es esa profesionalizaci¨®n en los colegios e institutos, que es donde se produce el hecho educativo. Los centros tienen cada vez menos autonom¨ªa real ¨Csolo se les da en situaciones como la actual, cuando la Administraci¨®n no sabe qu¨¦ hacer¨C, pero deber¨ªan poder gestionar mucho m¨¢s libremente los medios, los recursos, incluso los curr¨ªculos, para poder adaptarlos a las distintas realidades. El ejemplo de Portugal [que hizo una reforma en este sentido hace unos a?os] es bastante elocuente¡ El problema es que hay una teor¨ªa, que a m¨ª cada d¨ªa me convence m¨¢s, que dice que el sistema no se mueve en funci¨®n de lo que necesita el alumno, sino sobre todo de los intereses de los diferentes grupos que forman el tinglado educativo.
P. ?Qu¨¦ grupos?
R. Los padres, el profesorado, las asociaciones de la escuela concertada¡
P. ?Y esto se suma a la batalla pol¨ªtica como escollo para acordar las reformas necesarias?
R. Yo creo que esos intereses afectan tanto o casi m¨¢s¡ En la medida en que la batalla pol¨ªtica bebe de esas fuentes.
P. Hay quien piensa que justo ahora, con la emergencia, es el momento de acometer los cambios m¨¢s peliagudos. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana van a trabajar en los primeros cursos de ESO por ¨¢mbitos, es decir, agrupando materias.
R. Se lleva hablando un mont¨®n de tiempo de flexibilizar y recortar el curr¨ªculo tan r¨ªgido que tenemos. Yo prob¨¦ cosas parecidas en mi instituto hace a?os, reduciendo el n¨²mero de profesores que ense?aba en los cursos de la ESO, y funcionaron muy bien. Igual que en su d¨ªa funcion¨® la diversificaci¨®n curricular mientras existi¨® [programas con menos asignaturas para los alumnos con dificultades]. Lo importante del sistema es que establezca canales de recuperaci¨®n. Y para eso s¨ª que hacen falta muchos recursos. No podemos tener una ense?anza obligatoria hasta los 16 a?os sin los medios necesarios para acompa?ar a todo el alumnado. A todo, no solo al que no tiene problemas, y detectando los problemas desde el momento en que se producen.
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