Cuando Francia negociaba con terroristas
La detenci¨®n en Noruega de un sospechoso de participar en un atentado antisemita en 1982 en Par¨ªs reabre un caso que inaugur¨® una era de terrorismo y que compromete a las cloacas del Estado franc¨¦s
La historia del terrorismo contempor¨¢neo en Francia quiz¨¢s empez¨® aqu¨ª, en la esquina de la Rue des Rosiers y de la Rue Ferdinand Duval, en el coraz¨®n del Marais, la juder¨ªa de Par¨ªs. Hoy el Marais es un barrio tur¨ªstico y chic, y el local lo ocupa una tienda de ropa, pero una placa recuerda lo ocurrido hace 38 a?os: ¡°Aqu¨ª, en el restaurante Goldenberg, un tiroteo y la explosi¨®n de una granada causaron 6 muertos y 22 heridos. En memoria de Mohamed Benemmon, Andr¨¦ Hezkia Niego, Grace Cutler, Ann van Zanten, Denise Guerche Rossignol, Georges Demeter. V¨ªctimas de terrorismo¡±.
Graham Greene escribe al inicio de una de sus mejores novelas: ¡°Una historia no tiene principio ni final: uno elige arbitrariamente aquel momento de la experiencia desde el que mirar hacia atr¨¢s o desde el que mirar hacia adelante¡±. Y s¨ª, todo inicio es arbitrario, pero si hubiese que fijar un punto de arranque para la era del terrorismo en Francia ¡ªuna era que lleg¨® al punto m¨¢s doloroso en 2015 y que este oto?o vuelve a los titulares con el juicio en Par¨ªs por los atentados de Charlie Hebdo y del supermercado jud¨ªo Hyper Cacher¡ª, el 9 de agosto de 1982 ser¨ªa una fecha posible. Ese d¨ªa, hacia las 13.15, cuatro hombres con traje gris y a rostro descubierto irrumpieron en el popular restaurante de Jo Goldenberg. Lanzaron la granada y dispararon a diestro y siniestro. Despu¨¦s, se esfumaron.
El Gobierno no persigui¨® a los terroristas a cambio de no tener m¨¢s atentadosUn abogado de las v¨ªctimas
La matanza sumi¨® en el desconcierto a las altas instancias del Estado franc¨¦s, que no dispon¨ªa en aquella ¨¦poca ni de la infraestructura ni del conocimiento adecuado para afrontar una amenaza terrorista de este tipo. A ra¨ªz de aquel atentado, la c¨¦lula antiterrorista que el presidente Fran?ois Mitterrand cre¨® en el palacio del El¨ªseo ¡ªla misma que m¨¢s tarde protagonizar¨ªa el esc¨¢ndalo de las escuchas secretas¡ª cometi¨® una de sus primeras chapuzas: la detenci¨®n err¨®nea de los llamados irlandeses de Vincennes.
Esta es una historia de pactos con el diablo que pudieron contar, seg¨²n algunas fuentes, con el visto bueno del presidente de la Rep¨²blica y de las cloacas del Estado actuando al margen de la justicia. Y es una historia de heridas nunca cerradas. Durante d¨¦cadas, nada se supo de los responsables. No hubo juicio ni inculpados. Aquel crimen antisemita ¡ªuno de los primeros de una serie que hasta nuestro siglo han golpeado a la comunidad jud¨ªa en Francia¡ª qued¨® impune.
Aparte de un juez obstinado, Marc Tr¨¦vidic, que identific¨® a algunos sospechosos y hace cinco a?os pidi¨® su extradici¨®n, y de unos pocos periodistas que no estaban dispuestos a soltar el hueso, el atentado de la Rue des Rosiers parec¨ªa haber ca¨ªdo en el olvido. Hasta que este septiembre se produjeron dos novedades. La primera fue la revelaci¨®n, en el diario Le Parisien, de la existencia de documentos del Gobierno franc¨¦s que reforzar¨ªan la tesis de que existi¨® un acuerdo secreto entre la antigua Direcci¨®n de Vigilancia del Territorio (DST, por sus siglas francesas) y la organizaci¨®n terrorista palestina de Sabri Khalil al Banna, conocido como Abu Nidal (1937-2002), a la que se atribuyeron los atentados.
¡°Cuando uno lee los documentos, entiende que hab¨ªa una forma de acuerdo verbal entre el Gobierno de la ¨¦poca y el grupo terrorista¡±, explica por tel¨¦fono Avi Bitton, abogado de varias v¨ªctimas. Y a?ade: ¡°Este acuerdo, en l¨ªneas generales, dec¨ªa: 'Ustedes no buscar¨¢n de forma demasiado activa a los autores del atentado, y nuestro grupo se compromete entonces a no cometer nuevos atentados en Francia¡±.
Los nuevos documentos ponen por escrito lo que era un secreto a voces. Yves Bonnet, que en 1982 fue nombrado director de la DST, lo explic¨® en el documental Historia secreta del antiterrorismo, de Patrick Rotman y Vincent Nouzille, difundido por la cadena France 2 en 2018. ¡°Entramos en relaci¨®n con la organizaci¨®n de Abu Nidal. Y a partir de ese momento establecimos una especie de mercado no escrito seg¨²n el cual la gente de Abu Nidal no cometer¨ªa m¨¢s atentados en Francia, y a cambio yo les garantizaba que pudiesen venir a Francia¡±, dice Bonnet. Nouzille, coautor del citado documental, da m¨¢s detalles en el libro Erreurs fatales. Comment nos pr¨¦sidents ont failli face au terrorisme (Errores fatales. C¨®mo nuestros presidentes han errado ante el terrorismo, publicado en franc¨¦s en 2017). Cuenta que el agente Philippe Rondot ¡ªleyenda del espionaje franc¨¦s, conocido entre otros ¨¦xitos por haber capturado al terrorista Carlos¡ª cerr¨® un primer pacto de no agresi¨®n con los hombres de Abu Nidal en 1983. Un a?o despu¨¦s, Abu Nidal plante¨® m¨¢s exigencias. Quer¨ªa que, a cambio de exonerar a Francia de sus atentados en este pa¨ªs, liberase a dos terroristas de su organizaci¨®n que cumpl¨ªan sus penas en una prisi¨®n cerca de Toulouse. Las demandas llegaron al palacio del El¨ªseo, seg¨²n testimonios citados en el libro. ¡°Hemos jugado la carta de la negociaci¨®n con Abu Nidal¡±, admiti¨® Gilles M¨¦nage, asesor de Mitterrand y autor de unas memorias en las que aborda el episodio, en una entrevista con Nouzille. Los presos salieron en 1986. Mientras tanto, los terroristas de la Rue des Rosiers segu¨ªan en libertad.
¡°Lo perturbador es que se trata de una de las investigaciones terroristas m¨¢s largas de Francia: 38 a?os¡±, dice el abogado Bitton. ¡°Uno puede preguntarse si esta actitud pasiva, si el hecho de que los Gobiernos sucesivos hayan dejado que la investigaci¨®n perdure sin detener a las personas no confirma la existencia de este acuerdo. Es decir, si los Gobiernos sucesivos habr¨ªan seguido respetando este acuerdo con el grupo terrorista¡±.
La segunda novedad de estas semanas ¡ªla primera eran los documentos del Gobierno franc¨¦s que acreditar¨ªan el pacto de no agresi¨®n con Abu Nidal¡ª fue la detenci¨®n, el 9 de septiembre, en Noruega, de Abu Zayed. Este hombre de 61 a?os lleg¨® con su familia al pa¨ªs escandinavo en 1991 y obtuvo el asilo, pese al relato incoherente y confuso sobre su pasado que ofreci¨® a las autoridades del pa¨ªs de acogida, seg¨²n ha explicado en el diario Lib¨¦ration la periodista noruega Vibeke Koop Rachline, que accedi¨® a los documentos de la petici¨®n de asilo y lleva a?os tras la pista del atentado en Noruega. En los a?os siguientes, nadie importun¨® a Zayed, que entretanto hab¨ªa obtenido el pasaporte noruego. Hasta que el juez Tr¨¦vidic reabri¨® el caso y, gracias a nuevos testimonios, identific¨® a tres de los implicados. Uno viv¨ªa en Jordania. Otro es taxista en los territorios palestinos. El tercero, Abu Zayed, se encuentra ahora detenido a la espera de que se resuelva la extradici¨®n y quiz¨¢, cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, pueda celebrarse por fin un proceso en Francia.
¡°Si hay un proceso de este sospechoso, habr¨¢ un proceso dentro del proceso¡±, prev¨¦ el abogado Avi Bitton. ¡°Habr¨¢ un debate sobre la responsabilidad del Estado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.