James Murdoch, el hijo ecologista y rebelde del magnate Rupert Murdoch que tir¨® la toalla
El aspirante a liderar News Corporation renunci¨® a su puesto en el imperio medi¨¢tico por ¡°desacuerdos sobre el contenido editorial¡±
No es frecuente que los poderosos renuncien al poder, ni siquiera a la apariencia de tenerlo. Por eso ha sorprendido la dimisi¨®n de James Murdoch (Londres, 47 a?os), el menor de los dos hijos varones del magnate de los medios de comunicaci¨®n Rupert Murdoch. En agosto dej¨® el cargo ejecutivo que ocupaba en News Corporation, la rama del negocio familiar que engloba cabeceras prestigiosas como el Times de Londres o el Wall Street Journal de Nueva York, adem¨¢s de tabloides como The Sun, ferozmente pro-Brexit.
Su padre y su hermano mayor, Lachlan, estaban y siguen al frente de la compa?¨ªa y de Fox Corp, la otra pata del negocio, a la que pertenece el canal de noticias famoso por su desacomplejado apoyo al presidente Trump. En unos Estados Unidos polarizados como nunca en v¨ªsperas de las elecciones de noviembre, James, en constante oposici¨®n a su padre y a su hermano, ha decidido tirar la toalla. En el escueto comunicado de despedida alud¨ªa ¡°al desacuerdo sobre determinado contenido editorial publicado en los peri¨®dicos de la compa?¨ªa y algunas de sus decisiones estrat¨¦gicas¡±. Algo m¨¢s expl¨ªcito en sus cr¨ªticas se muestra en una entrevista concedida a The New York Times este mes. ¡°Creo que la verdadera misi¨®n de una gran empresa de informaci¨®n debe ser aportar datos que disipen las dudas, no sembrar dudas que obscurezcan los datos¡±, dice.
El paso atr¨¢s de James, el menor de los tres hijos de Murdoch con su segunda esposa, la periodista Anna Torv, habr¨¢ dado qu¨¦ pensar a los guionistas de Succession, la premiada serie de HBO sobre un maquiav¨¦lico magnate que mantiene una complicada relaci¨®n con sus hijos, quienes pugnan por el negocio. La serie est¨¢ inspirada en el imperio medi¨¢tico de Rupert Murdoch, un conglomerado gigantesco hasta el a?o pasado, cuando vendi¨® a Disney todo el cap¨ªtulo de entretenimiento. Y, obviamente, en su familia. Murdoch, casado cuatro veces, tiene seis hijos de sus tres primeros matrimonios, pero solo los dos varones han mantenido hasta ahora una guerra a muerte por la sucesi¨®n.
¡°Murdoch ha seguido con frecuencia la estrategia de la ¡®tensi¨®n creativa¡¯ y ha nombrado a dos ejecutivos con experiencia para el mismo puesto para que se pelearan por ¨¦l. Puede haberlo usado tambi¨¦n con sus hijos. Crear tensi¨®n, m¨¢s que preparar a uno como heredero oficial¡±, opina por correo electr¨®nico Denis Cryle, profesor em¨¦rito de Medios de Comunicaci¨®n de la universidad de Queensland (Australia) y autor de un libro sobre el primer diario nacional, The Australian, creado por Murdoch en su pa¨ªs natal.
La pugna entre James y Lachlan, ¡ªapenas un a?o mayor¡ª pareci¨® decidirse hace dos a?os a favor del segundo. James fracas¨® en la misi¨®n de adquirir para el imperio familiar la cadena de televisi¨®n BSkyB en el Reino Unido, en la que Murdoch pose¨ªa el 39%. El fiasco trajo a la memoria otro ocurrido en 2011, cuando la ofensiva, liderada tambi¨¦n por James, coincidi¨® con el esc¨¢ndalo de los tel¨¦fonos pinchados de los que se val¨ªan periodistas de los tabloides de Murdoch para obtener exclusivas. El asunto se zanj¨® con el cierre del News of the World, dominical de The Sun, y con un humillante rapapolvo del Parlamento brit¨¢nico a padre e hijo. James tuvo que renunciar a la presidencia de BSkyB, donde su padre le hab¨ªa colocado en 2003. Un borr¨®n en su hoja de servicios que, sin embargo, pareci¨® superado cuatro a?os despu¨¦s, cuando regres¨® triunfalmente al cuarto de mandos de la cadena, nuevamente aupado como sucesor indiscutible e hijo predilecto.
James ha sido siempre el rebelde de la familia. Luc¨ªa piercings y tatuajes, y abandon¨® los estudios en Harvard para crear un sello musical dedicado al hip hop ¡ªno especialmente exitoso¡ª que pap¨¢ Rupert acab¨® comprando. A partir de ah¨ª se acabaron las veleidades y el rebelde entr¨® en la compa?¨ªa familiar. Su primer ¨¦xito ser¨ªa la puesta en marcha de Star Tv, una emisora de televisi¨®n para Asia. De ah¨ª salt¨® a la direcci¨®n de BSkyB. Luego se han sucedido ¨¦xitos y fracasos en una especie de monta?a rusa y en un pulso sostenido con Lachlan. Esa rivalidad parece haber forjado la personalidad de cada uno. Lachlan, directo y deportista al estilo australiano, es pragm¨¢tico como su padre. James, casado con la ecologista Kathryn Hufschmid, es el ep¨ªtome de la ¨¦lite progresista estadounidense. La pareja, obsesionada con el cambio clim¨¢tico, vive en una granja en Connecticut junto a sus tres hijos adolescentes. Financian causas como la ampliaci¨®n del derecho al voto o proyectos medioambientales trav¨¦s de su fundaci¨®n Quadrivium, y han donado 1,23 millones de d¨®lares a la campa?a del dem¨®crata Joe Biden.
Libre de responsabilidades en News Corp, el joven Murdoch se confiesa listo para iniciar una nueva carrera profesional, aunque no aclara a qu¨¦ piensa dedicar su tiempo y su fortuna (miles de millones de d¨®lares) adquirida gracias a ese imperio medi¨¢tico del que abomina ahora. La suerte parece echada. Murdoch cumpli¨® 89 a?os en marzo y ha tenido considerables achaques. Super¨® un c¨¢ncer de pr¨®stata y una grave lesi¨®n en la espalda resultado de una ca¨ªda en el yate de Lachlan. Pero sigue al pie del ca?¨®n, y no hay que olvidar que su madre muri¨® a los 103 a?os. Puede que, despu¨¦s de todo, a este culebr¨®n sucesorio le falte aun el ep¨ªlogo.
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