Pol¨ªticas p¨²blicas o barbarie
Los pol¨ªticos deben asumir las consecuencias que se derivan de sus incumplimientos
Las consecuencias de la sindemia de la covid-19 han activado, como pocas veces en la historia, la respuesta de las pol¨ªticas p¨²blicas. Lo p¨²blico, los servicios p¨²blicos, la sanidad p¨²blica, las ayudas p¨²blicas, el dinero p¨²blico¡. Un buen funcionamiento de lo p¨²blico (en general despreciado y demediado tras 40 a?os de neoconservadurismo liberal) determinar¨¢ el futuro inmediato. La otra parte del puzle son las instituciones p¨²blicas democr¨¢ticas. Ya sabemos que sin unas y otras (las pol¨ªticas y las instituciones) llega la barbarie.
Poco antes del final de 2020, el presidente del Gobierno dio una conferencia de prensa a modo de rendici¨®n de cuentas de las medidas aplicadas por el Ejecutivo de coalici¨®n durante el primer a?o de legislatura. M¨¢s all¨¢ de sus contenidos concretos (seg¨²n Pedro S¨¢nchez se ha cumplido la cuarta parte de los compromisos y en el primer semestre del actual ejercicio se llegar¨¢ a un tercio del total), lo m¨¢s significativo del acto estuvo en sus alrededores: conferencia de prensa y no discusi¨®n parlamentaria (lo m¨¢s parecido al debate sobre el estado de la naci¨®n), promesa de continuidad, y el m¨¦todo manejado por los nueve expertos independientes para elaborar el informe titulado Cumpliendo.
Estos ¨²ltimos dicen que cualquier rendici¨®n de cuentas ha de tener dos componentes: la answerability o puesta a disposici¨®n ciudadana de los datos, argumentos y explicaciones, fruto del seguimiento de la acci¨®n de gobierno; y el enforcement, o dimensi¨®n punitiva, de tal manera que los pol¨ªticos y funcionarios deben asumir las consecuencias de sus incumplimientos, incluyendo eventuales sanciones negativas.
Ahora que las diversas crisis han multiplicado la presencia de lo p¨²blico en las pr¨¢cticas cotidianas, cobra m¨¢s importancia la demanda de transparencia a cualquier nivel. Pedro S¨¢nchez objetiv¨® lo que pretend¨ªa con este informe: la rendici¨®n de cuentas mejora la calidad de la democracia y se reafirma el valor de la palabra dada; de esta forma se refuerzan las instituciones y se devuelve la confianza en la pol¨ªtica. El problema es que el informe Cumpliendo apenas ha generado pol¨¦mica (la respuesta del PP fue inaprensible), por lo que su difusi¨®n tiende a diluirse en publicidad. Se lee y parece que nuestros gobernantes no tienen abuela que les halague.
No es exacto, como se dice, que en Espa?a no haya experiencias previas de rendici¨®n de cuentas de pol¨ªticas impulsadas por el Gobierno. En 2004, reci¨¦n llegado a La Moncloa, Zapatero encarg¨® al fil¨®sofo Philip Pettit, estudioso del concepto de republicanismo en la teor¨ªa pol¨ªtica (no confundir con la forma de Estado) que examinase su labor pol¨ªtica y al final de la legislatura realizara un informe. Eran los buenos tiempos de la econom¨ªa, en los que parec¨ªa (poco despu¨¦s supimos que falsamente) que se hab¨ªan terminado los ciclos econ¨®micos. Pettit present¨® su estudio en 2007 en forma de libro (Examen a Zapatero, Temas de Hoy), muy positivo para el entonces presidente, sobre todo en tres pol¨ªticas (social, antiterrorista y auton¨®mica ¡ªel ¨²nico riesgo de ¡°balcanizaci¨®n¡± de Espa?a proced¨ªa del centralismo agresivo del PP¡ª). El texto tampoco tuvo la discusi¨®n amplia que merec¨ªa (el profesor de Princeton desarrollaba en ¨¦l tanto su tesis de la libertad como no dominaci¨®n como el nuevo concepto de democracia, seg¨²n el cual el Estado debe exponer continuamente sus decisiones al debate ciudadano para aumentar la confianza mutua).
Luego lleg¨® la Gran Recesi¨®n, el cambio de pol¨ªtica exigido por Bruselas para que Espa?a no fuese intervenida y el sufrimiento ciudadano, y aquella ¡°auditor¨ªa republicana¡± no volvi¨® a repetirse. El estudio de Pettit qued¨® en el recuerdo como un trabajo de parte, y sus conclusiones, muy positivas para Zapatero, fueron enterradas por la dureza de la crisis. La autorregulaci¨®n de los Gobiernos, como la de otros sectores de la vida p¨²blica (partidos, sindicatos, empresas, organizaciones no gubernamentales¡) no forma parte de una aut¨¦ntica rendici¨®n de cuentas sino, muchas veces, de la autopropaganda. Las radiograf¨ªas de la acci¨®n p¨²blica deben institucionalizarse al margen de los cambios en la coyuntura pol¨ªtica.
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