Esto es pol¨ªtica
Afortunadamente, en los debates de la Ley sobre Regulaci¨®n de la Eutanasia ha existido una cierta contenci¨®n
El pasado d¨ªa 18 de marzo, tras una larga tramitaci¨®n desde que lleg¨® al registro del Congreso, en enero de 2020, se aprob¨® en el Parlamento espa?ol, definitivamente, la Ley Org¨¢nica de Regulaci¨®n de la Eutanasia. Se trata de un magn¨ªfico ejemplo de en qu¨¦ consiste la pol¨ªtica. No en reglar conciencias, sino en establecer normas que regulan comportamientos y mej...
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El pasado d¨ªa 18 de marzo, tras una larga tramitaci¨®n desde que lleg¨® al registro del Congreso, en enero de 2020, se aprob¨® en el Parlamento espa?ol, definitivamente, la Ley Org¨¢nica de Regulaci¨®n de la Eutanasia. Se trata de un magn¨ªfico ejemplo de en qu¨¦ consiste la pol¨ªtica. No en reglar conciencias, sino en establecer normas que regulan comportamientos y mejoran la condici¨®n de vida de los ciudadanos. Eso, pol¨ªtica democr¨¢tica, es para lo que se eligen Gobiernos y diputados y por lo que funcionan los Parlamentos.
No es lo mismo insultar y lanzar peroratas (cuyo efecto ser¨ªa el mismo en la tribuna del Parlamento que en la barra de un bar) que tramitar una ley, enmendarla, argumentar los cambios o perfeccionar sus aristas jur¨ªdicas. No se llega a la pol¨ªtica a regular las conciencias ni a imponer una opini¨®n moral. De hecho, las reglas obligatorias sobre la moralidad suelen ser propias de reg¨ªmenes autoritarios y personajes desp¨®ticos. La ley sobre la eutanasia preserva la opini¨®n moral de los contrarios (nadie est¨¢ obligado a pedir su aplicaci¨®n) y tambi¨¦n la de quienes son favorables a ella: se trata exclusivamente de un derecho que se puede ejercer, con garant¨ªa legal de que esa opci¨®n se adopta en total libertad.
Tampoco se llega al Parlamento para lanzar sandeces y bufonadas detr¨¢s de una mascarilla, o a apretar un bot¨®n. Se supone que los diputados tienen un trabajo que hacer y que los responsables de grupos a los que pertenecen les obligan a respetar ciertas normas y a realizar ciertas tareas, aportar experiencias personales o laborales, intelectuales o jur¨ªdicas, contactos, capacidad de di¨¢logo y negociaci¨®n. Se supone que los diputados groseros o vagos perjudican a sus colegas y crean mala imagen a sus siglas. De hecho, los grupos tienen capacidad para imponer multas, no solo por indisciplina, sino tambi¨¦n por ganduler¨ªa y obscenidad. L¨¢stima que no ejerzan esa potestad.
Afortunadamente, en los debates de la Ley sobre Regulaci¨®n de la Eutanasia ha existido una cierta contenci¨®n. Quiz¨¢s porque desde el punto de vista de gran n¨²mero de ciudadanos la peor pr¨¢ctica posible entre seres humanos es la que supone la ausencia de piedad, la falta de compasi¨®n ante el mal del otro. Algo que en la Divina comedia estaba condenado con un gran castigo. Dante ¨²nicamente se atrevi¨® a cruzar ¡°al otro lado¡±, el infierno, cuando tuvo la garant¨ªa de la protecci¨®n de Luc¨ªa, precisamente aquella que ¡°aborrece el sufrimiento¡±.
Lo expres¨® con otras palabras Mar¨ªa Luisa Carcedo, m¨¦dica de formaci¨®n y la persona, la mujer dedicada a la pol¨ªtica, que, primero desde el Ejecutivo como ministra de Sanidad (2018-2020) y despu¨¦s como diputada por Asturias, ha sido quien ha impulsado esta ley. ¡°El dolor, el sufrimiento ¡ªexplic¨® Carcedo, dirigi¨¦ndose al PP desde la tribuna parlamentaria¡ª no tiene ideolog¨ªa¡±. ¡°Esta ley consagrar¨¢ un derecho, uno que usar¨¢n despu¨¦s, incluso, muchos de aquellos que ahora votar¨¢n que no y muchos de aquellos ciudadanos que votan a sus siglas. Lo usar¨¢n ustedes y sus familiares, porque nadie puede impedir que una persona que sufre opte por una muerte digna¡±.
El recorrido de esta ley, a trav¨¦s de los debates en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso, las enmiendas incorporadas, su retoque final en el Senado y su vuelta al pleno final de la C¨¢mara baja, fue pausado y argumentado, como lo fue su votaci¨®n final: 202 votos a favor, 141 en contra y 2 abstenciones. Es decir, la ley recibi¨® un voto transversal, capaz de unir a muchos grupos y a muchos diputados del Congreso; un voto no marcado por una ra¨ªz ideol¨®gica, sino por el reconocimiento generalizado de que debe existir ese derecho y de que es imprescindible regular ese comportamiento. Es cierto que el Partido Popular y Vox mantuvieron (88 m¨¢s 52 esca?os) su rechazo y negativa total, pero tambi¨¦n que pr¨¢cticamente todos los dem¨¢s grupos de la C¨¢mara ¡ªy en este momento est¨¢n representados nada menos que 20 partidos, coaliciones y agrupaciones electorales diferentes¡ª votaron a favor. Gracias, se?ora Carcedo; gracias, se?ores diputados.