En este pueblo narcotizado
Las palabras de Otegi revelan un complejo de superioridad que resulta esclarecedor: esta gente que solo piensa en vivir tranquila, tener un trabajo, una familia, est¨¢ amodorrada. Malditos peque?oburgueses
El 8 de abril de 2018, ETA divulg¨® un comunicado sobre ¡°el da?o causado¡± que, entre otras cosas, dec¨ªa: ¡°ETA reconoce la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor, y desea manifestar que nada de todo ello debi¨® producirse jam¨¢s o que no debi¨® prolongarse tanto en el tiempo¡±. Otegi dijo este martes frases con palabras id¨¦nticas, y parec¨ªa algo, porque las otras ya se nos hab¨ªan olvidado. A ¨¦l seguro que no, tendr¨¢ apuntadas estas cosas, pero las hace pasar por nuevas. Un aniversario del fin del horror sin que ¨¦l aparezca por ah¨ª ser¨ªa demasiado bonito para ser cierto. Sigue haciendo copia y pega de parrafitos de ETA porque cree que a los suyos les da legitimidad seguir el hilo de la gloriosa tradici¨®n, pero es al rev¨¦s, se la quita. Deber¨ªa poder existir un partido independentista y de izquierda normal en el Pa¨ªs Vasco, que no tuviera nada que ver, ni remotamente, con el horror. Pero Otegi se cree imprescindible, cuando solo es insoportable. A ver si alg¨²n amigo se lo dice.
Las otras palabras de Otegi, horas despu¨¦s ante sus cong¨¦neres, han causado mucho revuelo, pero han quedado eclipsadas las menos estridentes. Es normal, la chorrada m¨¢s grande se lleva el protagonismo. Pero hab¨ªa otras que, bien miradas, son de notables proporciones: ¡°Me alegro no tanto por lo que hemos dicho, que tambi¨¦n, sino porque hemos vuelto a colocarnos en el centro del tablero, porque en este pueblo narcotizado hemos vuelto a hacer plas y a darle una patada al hormiguero¡±. Qu¨¦ dos expresiones tan curiosas: un pueblo narcotizado y unos individuos que hacen plas.
Revelan un complejo de superioridad del hablante que resulta esclarecedor, no solo familiar. Es un salvador, un profeta, en el ejercicio de su comprensible vanidad. En cambio, esta gente que solo piensa en vivir tranquila, tener un trabajo, una familia, est¨¢ amodorrada. Malditos peque?oburgueses. Mira que olvidarse de las prioridades, de la lucha, de la utop¨ªa. Todo culpa de Netflix, del satisfyer. Menos mal que sobrevolando la ciudad, como Batman, tenemos a unos tipos que hacen plas. Unos individuos que tutelan a esta masa de borregos para despertarlos, ponerlos en la recta v¨ªa, recordarles lo importante. Es un pueblo que se resiste a ser liberado por esta ¨¦lite de listos, que creen dirigir el mundo, o el Gobierno de Madrid, desde su guarida secreta.
Por razones de trabajo tuve relaci¨®n durante un tiempo con exterroristas italianos. A pesar de los a?os, hab¨ªa dos frases que a algunos les costaba mucho decir, una cuesti¨®n de soberbia revolucionaria. Una: ¡°Hemos perdido¡±. Dos: ¡°No ten¨ªamos raz¨®n¡±. La primera se enmarca en una concepci¨®n de lo ocurrido como una guerra, y aunque era precisamente la suya, no asumen el resultado. Es un c¨¢lculo completamente majara, pero es que supon¨ªan que ten¨ªan que vencer. Porque el pueblo, cre¨ªan, estaba de su parte, pero estaba como narcotizado, no les segu¨ªa. La segunda frase es m¨¢s pu?etera, porque supone admitir que todo fue un gigantesco error. No un error pol¨ªtico, que tienes que dimitir y tal, sino un error moral monstruoso, y es que entonces te tienes que encerrar en casa y callarte para siempre. Abres un estanco, intentas pasar inadvertido. No tienes autoridad ni para dirigir un orfe¨®n. Da igual lo privilegiado que sea tu cerebro o tu sagaz olfato pol¨ªtico, son tesoros que la humanidad se perder¨¢. No s¨¦ si Otegi alguna vez condenar¨¢ a ETA, pero creo que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que o¨ªrle decir una de estas dos cosas. Quiere seguir haciendo plas.
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