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Charlas TED: los riesgos del pensamiento pop
Estas exitosas conferencias nacidas hace casi cuatro d¨¦cadas han predicho revoluciones tecnol¨®gicas o pandemias. Sus cr¨ªticos dicen que contienen mensajes simplistas y que el criterio, en ocasiones, es dudoso: en octubre recibieron cr¨ªticas por la participaci¨®n del dirigente de una petrolera en un evento sobre emergencia clim¨¢tica
Nadie se salta el guion en una charla TED. Por eso, cuando Lauren MacDonald lo hizo, todo el mundo se qued¨® helado. Incluso ella misma. ¡°Lo hab¨ªa planeado el d¨ªa anterior, a espaldas de la organizaci¨®n¡±, reconoce al tel¨¦fono. Pero hacerlo en el escenario, con cientos de personas en la platea, millones en la Red, impon¨ªa.
Las conferencias m¨¢s populares del planeta, las TED Talks, son guionizadas, revisadas y pulidas junto a un equipo de expertos. Cada dato es analizado por verificadores. Cada broma, ensayada ante miembros del equipo de organizaci¨®n, que pueden hacer sugerencias para conseguir un discurso mejor hilado, un cierre m¨¢s emotivo. Todo lo que sobre el escenario parece improvisado es, en realidad, una obra de orfebrer¨ªa esc¨¦nica. En TED (Tecnolog¨ªa, Entretenimiento, Dise?o) todo es incre¨ªble, todo es inspirador, todo son ideas que merecen ser difundidas, como reza su logo. Y eso se consigue con ensayos que pueden llegar a durar meses.
¡°En mi caso no fue as¨ª porque me avisaron de que participar¨ªa en el debate dos d¨ªas antes¡±, explica MacDonald. Pero esta activista clim¨¢tica no se salt¨® el guion por falta de pr¨¢ctica. Lo hizo para se?alar el greenwashing (lavado de imagen verde) que estaba realizando, en su opini¨®n, uno de los oradores del panel. Ben van ?Beurden, consejero delegado de Shell, la empresa de hidrocarburos m¨¢s grande de Europa, acababa de explicar c¨®mo estaba luchando su empresa contra el cambio clim¨¢tico. MacDonald quer¨ªa se?alar lo absurdo del debate con palabras m¨¢s gruesas de las que se suelen escuchar en TED, argumentos algo menos inspiradores de lo normal. Pero los organizadores no estaban de acuerdo. ¡°El d¨ªa anterior me sent¨¦ con ellos durante cuatro horas. Trataron de acordar conmigo, palabra por palabra, mi discurso¡±, asegura. ¡°Ten¨ªa la sensaci¨®n de que estaban controlando lo que yo quer¨ªa decir y c¨®mo lo quer¨ªa decir¡±. Por eso decidi¨® deso¨ªr las advertencias de los organizadores y arrancar el debate acusando a Van Beurden de ser ¡°malvado¡± y conmin¨¢ndolo a avergonzarse de su comportamiento, entre graves acusaciones. El v¨ªdeo, sin editar, est¨¢ disponible en la web de TED. Es uno de los momentos m¨¢s inc¨®modos y violentos jam¨¢s vividos en sus 36 a?os de historia. Y una se?al de alarma sobre su deriva.
TED es una organizaci¨®n esta?do?uni?den?se dedicada a compartir ideas. Organiza un congreso anual, llamado TED Conference, y varias charlas, las famosas TED Talks. Con los a?os, la marca se ha hecho tan popular que ha optado por franquiciar su logo en las conferencias TEDx que se suceden en todos los rincones del planeta. Es una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, pero genera mucho dinero. La entrada m¨¢s barata a su pr¨®ximo evento anual cuesta 5.000 d¨®lares. La m¨¢s cara, que convierte a quien la paga en contribuyente de la organizaci¨®n, 250.000. Algunos cr¨ªticos creen que estos precios acent¨²an el elitismo de la plataforma y hacen que se pliegue a una visi¨®n empresarial del mundo. Hacen que crean que, por ejemplo, el presidente de una petrolera es la persona m¨¢s id¨®nea para hablar de cambio clim¨¢tico.
Los v¨ªdeos de TED tienen m¨¢s de 2.000 millones de visualizaciones solo en su canal principal de YouTube. Aunque tengan licencia creative commons, obtienen ganancias en publicidad. Tambi¨¦n lo hacen a trav¨¦s de su propia aplicaci¨®n. ¡°Nuestra conferencia norteamericana genera dinero¡±, explican en su p¨¢gina web, ¡°al igual que nuestras asociaciones con empresas y fundaciones. Pero lo gastamos apoyando grandes proyectos, como hacer que TED Talks est¨¦ disponible de forma gratuita y apoyando a la comunidad TEDx independiente en todo el mundo¡±. La organizaci¨®n de TED Talks no quiso participar en este reportaje alegando motivos de agenda.
A lo largo de sus tres d¨¦cadas de historia, el escenario de TED ha sido un lugar desde el que otear los cambios que a?os despu¨¦s enfrentar¨ªa la humanidad. Anunciaron la revoluci¨®n del CD o del e-book en su primera conferencia, en 1984. Impulsaron movimientos globales como la cuarta ola del feminismo. M¨¢s recientemente, se?alaron los riesgos de una pandemia mundial, que predijo Bill Gates en 2015. Acertaron en muchas predicciones (y fallaron unas cuantas), pero nadie supo predecir c¨®mo esta ONG convertir¨ªa las ideas en una industria. Nadie salvo, quiz¨¢, June Cohen.
¡°Cuando me un¨ª a TED, era una conferencia privada, muy cara y solo se acced¨ªa a ella por invitaci¨®n. Apenas 10.000 personas sab¨ªan de su existencia¡±, explica esta productora y emprendedora period¨ªstica por correo electr¨®nico. Era el a?o 2005 y Cohen quer¨ªa dar a conocer el evento al mundo. Hace 15 a?os, eso significaba salir en televisi¨®n. Cohen grab¨® un programa piloto y lo pase¨® por las cadenas por cable: PBS, Bravo, Discovery¡ No fue demasiado bien. ¡°Escuch¨¦: ¡®No, no, no¡¯. Luego habl¨¦ con la BBC y me dijeron que era demasiado intelectual para ellos. Para un productor estadounidense, si la BBC dice que algo es demasiado intelectual, realmente no hay otro lugar adonde ir¡±, confiesa. As¨ª que se replante¨® el producto y lo adapt¨® a un formato en ciernes. ¡°YouTube acababa de lanzarse. El iPod con v¨ªdeo acababa de lanzarse. Hab¨ªa algo nuevo llamado podcasting. As¨ª que present¨¦ la idea de publicar las charlas en internet¡±. Cohen puli¨® el formato y lo adapt¨® a las redes. Contrat¨® a un equipo de v¨ªdeo digno de una superproducci¨®n de Hollywood. ¡°Pretend¨ªamos que la cinematograf¨ªa moderna influyera en la transferencia de ideas¡±, se?ala la productora. ¡°Las audiencias actuales requieren que se edite el v¨ªdeo para que atraiga su atenci¨®n. Y eso fue lo que hicimos. Editamos con mucha elegancia para crear movimiento y energ¨ªa y mantener a la gente mirando¡±. Y lo consiguieron. La gente no pod¨ªa dejar de mirar. En unos pocos a?os las charlas pasaron de ser vistas por 1.000 personas a alcanzar una audiencia de 150 millones. June Cohen cre¨® las TED Talks tal y como las conocemos. Las hizo virales antes de que se acu?ara el propio concepto de viralidad.

Los riesgos de la sociolog¨ªa pop
En internet la viralidad se alcanza apelando a los instintos m¨¢s b¨¢sicos del espectador. Mientras que muchos actores de las redes sociales se centran en el odio, la indignaci¨®n y las noticias falsas, TED Talks decidi¨® apostar por el otro extremo. Viraliza mensajes optimistas con capacidad para hacer de este mundo un lugar mejor. Pero esto, por ir¨®nico que parezca, no siempre tiene efectos positivos, advierten algunos. ¡°Las TED Talks tienden a ofrecer explicaciones simples y exageradas sobre c¨®mo podemos resolver problemas complejos¡±, sentencia Jesse Singal, autor de The Quick Fix: Why Fad Psychology Can¡¯t Cure Our Social Ills (La soluci¨®n r¨¢pida: por qu¨¦ la psicolog¨ªa de moda no puede curar nuestros males sociales; sin traducci¨®n al espa?ol). Singal cree que este formato fomenta afirmaciones llamativas e imprecisas. Y tira de hemeroteca para justificar su tesis. ¡°Una postura correcta puede hacer que las mujeres se sientan m¨¢s poderosas y que les vaya mejor en el trabajo [aseguraba la psic¨®loga Amy Cuddy en su charla de 2012]. El poder de la pasi¨®n y la perseverancia puede ayudar a los ni?os pobres a tener ¨¦xito [proclamaba la tambi¨¦n psic¨®loga Angela Lee Duckworth en 2013]¡±.
Para Singal, se trata de una especie de sociolog¨ªa pop, una visi¨®n del mundo tan simple como llamativa. En su libro, lo llama primeworld. ¡°Es la idea de que podemos resolver los principales problemas sociales con intervenciones relativamente f¨¢ciles y de bajo costo: arreglando los prejuicios de las personas, ense?¨¢ndoles a ser m¨¢s resilientes, cosas as¨ª¡±.
Seg¨²n este soci¨®logo, colaborador de medios como The Atlantic o The New York Times, el primeworld tiende a ignorar que las personas no tenemos una gran capacidad de control sobre nuestros entornos sociales, financieros y culturales. No es un problema exclusivo de las charlas TED, asegura, pero estas son un ejemplo de una corriente que ha arrastrado por sus meandros a los investigadores m¨¢s brillantes de la actualidad. ¡°Como psic¨®logo puedes obtener mucho ¨¦xito si se te ocurren ideas adorables y contrarias a la intuici¨®n. Conceptos pr¨¢cticos que se puedan aplicar f¨¢cilmente a las escuelas o los lugares de trabajo¡±, se?ala. Muchos investigadores son conscientes de que el mundo es m¨¢s complejo de lo que reflejan, pero el ecosistema digital los impulsa a simplificar su discurso. En ese sentido, TED Talks es causa y es consecuencia, asegura Singal.
¡°Seamos honestos: antes de TED Talks, no hab¨ªa lugar en la cultura pop para las ideas¡±, rebate June Cohen. Al menos no en Estados Unidos, matiza, porque las culturas europeas tienen m¨¢s apetito por los intelectuales p¨²blicos. Cohen cree que el formato TED hizo que florecieran nuevas formas de contar las cosas. Ella misma, desvinculada desde hace a?os de TED, es ahora productora de tres podcasts (Masters of Scale, Meditative Story y Spark & Fire) que dif¨ªcilmente habr¨ªan sido posibles si las famosas conferencias no hubieran popularizado el consumo de ideas.
Por otro lado, explica la productora, las TED Talks no se dirigen a un p¨²blico especializado, sino a la poblaci¨®n general. Tienen que informar, pero tambi¨¦n tienen que entretener. ¡°La persuasi¨®n no suele ocurrir a trav¨¦s de tratados acad¨¦micos complejos e impenetrables¡±, reflexiona Cohen, ¡°sino a trav¨¦s de historias y met¨¢foras aparentemente simples que aclaran las cosas complejas¡±.
Seamos honestos: antes de TED Talks, no hab¨ªa lugar en la cultura pop para las ideasJune Cohen, exejecutiva de TED
?Cada vez m¨¢s cortas?
Victoriano Izquierdo es analista de datos y creador de Graphext, una herramienta para visualizar estad¨ªsticas. Trasteando con ella decidi¨® estudiar la evoluci¨®n de las charlas TED a lo largo de los a?os. Y descubri¨® distintas tendencias. ¡°En los ¨²ltimos a?os tienden a tratar temas m¨¢s abstractos y relacionados con la psicolog¨ªa, prestando menos atenci¨®n a lo concreto y tangible¡±, se?ala en entrevista telef¨®nica. La tecnolog¨ªa y los proyectos concretos han dado paso a t¨¦cnicas para encontrar la felicidad o crear un mundo m¨¢s justo basadas en ideas m¨¢s te¨®ricas que pr¨¢cticas.
Pero lo m¨¢s llamativo no tiene que ver con los temas que se tratan, sino con los n¨²meros. ¡°Las charlas TED se ven menos hoy que antes¡±, sentencia el analista. ¡°Hubo gente que me dijo: ¡®Es normal, las charlas antiguas acumulan visionados¡¯, pero no es as¨ª. La mayor¨ªa de visitas las reciben durante los primeros meses. E incluso teniendo eso en cuenta se ve claramente que tienen menos repercusi¨®n¡±.
Izquierdo cree que esto se debe a la atomizaci¨®n de la marca TED. En los ¨²ltimos a?os la franquicia TEDx ha hecho que cualquier ciudad del mundo pueda replicar en formato, est¨¦tica y nombre a las famosas conferencias. Las charlas son hoy m¨¢s numerosas, pero, opina, menos relevantes. ¡°Se ha diluido un poco la marca¡±, se?ala el experto.
Quiz¨¢ para recuperar la autoridad perdida, los v¨ªdeos se han ido sumando a los grandes debates mundiales. No solo en el fondo sino en la forma. Y han ido ganando en espectacularidad a medida que recortaban su duraci¨®n. ¡°La tendencia es clara¡±, asegura Izquierdo. ¡°A principios de los dos mil, la media estaba m¨¢s cercana a los 20 minutos, cuando en la actualidad se acerca m¨¢s a los 10¡å. La gente en el entorno de internet tiene menos capacidad de concentraci¨®n, as¨ª que la plataforma se adapta a los nuevos h¨¢bitos de consumo, aunque estos entra?en ciertos riesgos. El historiador David Christian explic¨® la historia del mundo en 17 minutos. Lo hizo en una charla TED en 2013. Y si bien no ca¨ªa en ninguna imprecisi¨®n, cuesta creer que tal capacidad de s¨ªntesis sirva para explicar cualquier problema o circunstancia de manera rigurosa.
¡°No estoy seguro de que sea internet lo que reduce nuestra capacidad de concentraci¨®n¡±, explica el soci¨®logo Benjamin H. Bratton. ¡°Hay, por ejemplo, muchos podcasts que hacen un trabajo mejor que TED en la comunicaci¨®n de ideas de nicho dif¨ªciles pero importantes¡±. Bratton tiene su propia charla TED. Se llama What¡¯s Wrong with TED Talks? (?Qu¨¦ problema hay con las TED Talks?) y en ella desgrana, como promete su t¨ªtulo, los problemas de este formato. ?Iron¨ªa? ¡°Ninguna¡±, responde el soci¨®logo y profesor de la Universidad de California. ¡°Me pidieron que hiciera una charla para TEDx y les dije: ¡®?No! No me gustan, y la ¨²nica charla que har¨ªa ser¨ªa sobre por qu¨¦ TED apesta¡¯. Me llamaron una semana m¨¢s tarde y aceptaron mi farol¡±. Esto sucedi¨® en 2013, pero Bratton cree que desde entonces los problemas que se?alaba se han acentuado. ¡°Sus charlas se han vuelto a¨²n m¨¢s breves y menos intelectuales. Ayudaron a crear una audiencia incapaz de procesar ideas complejas y ahora son v¨ªctimas de su propio ¨¦xito¡±. Cree que TED encarna la otra cara de la moneda del populismo, aquella m¨¢s amable y positiva, pero igualmente perjudicial. ¡°El auge de la pol¨ªtica populista en los ¨²ltimos a?os est¨¢ conectado con el embrutecimiento general ejemplificado por TED, que no causado por TED. Mi charla fue quiz¨¢s una advertencia de lo que vendr¨¢¡±.
En el contexto digital, las noticias deben ser virales o corren el riesgo de ser invisibilizadas. As¨ª, en el r¨ªo revuelto de internet, solo salen a la superficie ideas que generan sentimientos primarios en la gente, aquellas que las enfadan o aquellas que las inspiran. ¡°El problema es que las ideas que necesitamos para organizar una sociedad compleja pueden ser dif¨ªciles y poco inspiradoras¡±, subraya Bratton. ¡°TED tiene el efecto de un subid¨®n de az¨²car. Est¨¢ bien por unos minutos, pero realmente necesitas comer algo de verduras¡±.
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