Diego L¨®pez Garrido: ¡°Hay que salvaguardar la cultura de Gobierno de coalici¨®n en la izquierda¡±
El exportavoz parlamentario del PSOE, que acaba de culminar una obra sobre Derecho Constitucional en Espa?a y Europa, reflexiona sobre los retos de la UE
Diego L¨®pez Garrido (Madrid, 74 a?os), catedr¨¢tico de Derecho Constitucional, ex secretario de Estado para la Uni¨®n Europea y vicepresidente de la Fundaci¨®n Alternativas, ha culminado su gran obra acad¨¦mica, Lecciones de Derecho Constitucional de Espa?a y de la Uni¨®n Europea. Este manual derriba las barreras tradicionales y analiza las m¨²ltiples relaciones de interdependencia entre la Constituci¨®n espa?ola y los tratados europeos.
En una ¨¦poca de zozobra para la UE, L¨®pez Garrido rechaza el catastrofismo. Para ¨¦l, pese a la ¡°policrisis¡±, la UE es una realidad ¡°irreversible¡± que debe reforzar sus pol¨ªticas sociales y de acci¨®n exterior. El exportavoz parlamentario del PSOE fue miembro de la Convenci¨®n que alumbr¨® la fallida Constituci¨®n Europea de 2004, germen del vigente Tratado de Lisboa de 2009. Descarta que pueda haber un nuevo intento de un ¡°grandilocuente momento de institucionalidad¡±. Sin embargo, considera que, a lo largo de 65 a?os, la UE, de manera ¡°silenciosa¡±, ha ido ¡°avanzando con estilo constitucional¡± y tomando decisiones poderos¨ªsimas capaces de cambiar su propio perfil por encima de los Estados. El ¨²ltimo ejemplo, afirma, es el fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones, en el que es la Comisi¨®n, y no los Estados, la due?a de la concesi¨®n del dinero.
Pregunta.?Hace poco Josep Borrell, el alto comisionado de la Uni¨®n para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad, alert¨® de que ¡°Europa est¨¢ en peligro y los europeos no son siempre conscientes de ello¡±. ?Comparte ese diagn¨®stico?
Respuesta. No creo que Europa est¨¦ en peligro. Es una entidad muy consolidada. La prueba es c¨®mo ha respondido a dos crisis enormes del siglo XXI. En 2008 reaccion¨® mal porque la pol¨ªtica de austeridad result¨® una mala estrategia, pero la UE no se tambale¨®; y en esta crisis de la covid ha reaccionado muy bien, con inversi¨®n y gasto p¨²blico. Y sin tener competencias expl¨ªcitas en sanidad, la Comisi¨®n ha comprado millones de vacunas para Europa en su conjunto, en vez de hacerlo cada Estado por su cuenta. La UE ha demostrado potencia y firmeza en esta policrisis. Ha plantado cara a los autoritarismos en Polonia y Hungr¨ªa. Con Bielorrusia y la presi¨®n provocadora en la frontera polaca, ha habido una unidad absoluta, igual que en mayo con Marruecos y Ceuta. Cuando un pa¨ªs pasa por dificultades, la UE se ha portado y al pa¨ªs miembro lo ha reforzado.
P.?Europa juega muy bien a la defensiva, pero le cuesta m¨¢s proponer pol¨ªticas y acciones de futuro.
R. Una vez que el proceso de uni¨®n se ha consolidado y es irreversible, la UE tiene que ser una entidad m¨¢s propositiva en pol¨ªtica econ¨®mica, exterior y, sobre todo, social. La Europa social no existe: hace falta un subsidio de paro europeo, un salario m¨ªnimo europeo, unas pensiones m¨ªnimas europeas. Hay divisi¨®n interna: a los pa¨ªses n¨®rdicos, con un Estado social envidiable, les da miedo que sus ayudas sociales se resientan. Y es incomprensible que la UE no haya adoptado una estrategia de fondo para combatir la violencia contra la mujer y la infancia.
P.?El economista franc¨¦s Thomas Piketty suger¨ªa en este peri¨®dico que los pa¨ªses que deseen una uni¨®n m¨¢s profunda avancen, y los que no, se queden fuera. ?Una Europa a dos velocidades podr¨ªa solucionar la par¨¢lisis de la unanimidad?
R. Lo de ir a dos velocidades no es positivo, resta fuerza, aunque est¨¢ previsto para determinados casos, como cooperaciones en defensa. La UE debe ir unida como dice su nombre, y hay que intentar por todos los medios que los avances sean en com¨²n, si no la l¨®gica interna de la UE se resquebraja. No puede renunciar a actuar con capacidad y personalidad propia, y ahora que no est¨¢ el Reino Unido tiene mayor libertad para ello.
P.?En pol¨ªtica exterior, a la UE le cuesta imponerse en geopol¨ªtica.
R.?No nos hagamos ilusiones: la pol¨ªtica exterior de la UE siempre va a convivir con la pol¨ªtica exterior de cada Estado; no van a renunciar a su soberan¨ªa. Ser¨ªa un error que la UE se hiciera ilusiones de pol¨ªticas de defensa y seguridad sin avanzar en capacidad de pol¨ªtica exterior.
P.??Eso incluye salir del paraguas de la OTAN?
R.?La UE necesita su independencia; es como el padre y el hijo, el padre aporta protecci¨®n, pero llega un momento en que sus hijos se independizan, mantienen la familia, pero tienen su propia personalidad.
P.?Borrell plante¨® una fuerza de reacci¨®n r¨¢pida para responder a los llamados ataques h¨ªbridos.
R. No veo que vayamos a un ej¨¦rcito europeo que sustituya a los nacionales. Pero que haya unidades, s¨ª, de hecho la UE ha tenido misiones militares muy exitosas. En definitiva, ante ese bipolarismo que se est¨¢ recreando entre EE UU y China, a la UE no le interesa en absoluto ser el jam¨®n del s¨¢ndwich. Tiene que fortalecer su pol¨ªtica exterior junto con la de los Estados. La UE debe reforzar su autonom¨ªa estrat¨¦gica, que no es solo militar y de seguridad. En ese concepto entra la salud, la energ¨ªa, o el cambio clim¨¢tico.
P.??Ser¨¢ capaz la UE de sustraerse a la influencia de la ultraderecha?
R.?La UE tiene que superar y combatir el discurso manipulador de la extrema derecha. Es un adversario muy potente, pero que no es capaz de llevar a la UE a sus posiciones. Se necesita una voz que muestre una posici¨®n pol¨ªtica m¨¢s clara en esa lucha contra el nacionalismo, especialmente en la Comisi¨®n y el Consejo Europeo. Tiene que haber m¨¢s fuerza europe¨ªsta.
P.??Un continente tan envejecido puede sobrevivir sin inmigraci¨®n?
R. El cierre absoluto de las fronteras, como plantean Orban o Polonia, es contrario a las esencias de la Uni¨®n. Es hip¨®crita decir que no se aceptar¨¢n inmigrantes cuando los necesitas para mantener tus pensiones. No tiene sentido que no haya una pol¨ªtica migratoria com¨²n cuando hay un espacio Schengen de libertad y circulaci¨®n. Eso terminar¨¢ consigui¨¦ndose, aunque causa mucha divisi¨®n.
P.??Ha pasado para siempre el momento constitucional de la UE?
R.?De momento, s¨ª, pero lo que est¨¢ funcionando es la silenciosa constitucionalizaci¨®n de la UE. Todo lo que se propuso en el tratado constitucional fallido se ha ido imponiendo necesariamente. No creo que podamos volver a una especie de nueva Constituci¨®n europea. Y tampoco es necesario, significar¨ªa un cambio de r¨¦gimen, y la UE est¨¢ tan consolidada que no lo necesita. S¨ª habr¨ªa que conseguir reformas puntuales de los tratados.
P.?Usted se ha movido en los m¨¢rgenes entre el PSOE y los partidos a su izquierda. ?C¨®mo ve el movimiento para unir a las formaciones de izquierda en torno a Yolanda D¨ªaz?
R.?Me parecen interesantes, pero hay que ir con cautela. Lo que me parece m¨¢s positivo es que la izquierda ha dado un salto cualitativo, de una incapacidad absoluta de colaborar a tener un Gobierno de coalici¨®n. Hay que intentar salvaguardar esa cultura de Gobierno de coalici¨®n en la izquierda, sobre todo a la vista de las cosas que se oyen en el otro lado.
P. Mirando a Espa?a, desde el proc¨¦s parece que se ha atenuado el debate sobre la reforma de la Constituci¨®n.
R. En la izquierda que surgi¨® del 15-M se han atenuado las propuestas que hablaban de salir del euro, de la OTAN, de la UE. El sufl¨¦ ha bajado y la Constituci¨®n se ha demostrado s¨®lida ante amenazas como el terrorismo, el proc¨¦s o la pandemia. Mi propuesta es que cinco grandes derechos que est¨¢n mal ubicados en la Constituci¨®n pasen a ser derechos fundamentales: vivienda, salud, pensiones justas, medio ambiente y protecci¨®n de datos.
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