M¨¢s pop y menos despacho
Cuanto m¨¢s se extienda el campo de lo pol¨ªticamente correcto llevado a la memez, m¨¢s tendr¨¢ para galopar la extrema derecha
El documental de los Beatles empieza con un aviso: sale gente fumando. Dios m¨ªo, me dije, qu¨¦ hago, lo quito, me asusto, rezo tres avemar¨ªas. En un anuncio de Coca-Cola tambi¨¦n me fij¨¦ en un mensajito que aconsejaba subir escaleras para una vida saludable. Y esto con conceptos vagamente populares como los Beatles y la coca-cola, que no necesitan explicaciones.
Usamos un lenguaje cada vez m¨¢s tonto, nivel galleta china. De matriz ejecutivo-publicitaria-autoayuda, paridas de los despachos de los campus de EE UU. E incluyo el lenguaje inclusivo cuando llega a la ridiculez. El problema es que deja v¨ªa libre a los que van de aut¨¦nticos y brutos, como si eso fuera lo sanote y lo normal, y como si ellos representaran el pueblo llano y el sentido com¨²n. Miren el otro d¨ªa Macarena Olona, de Vox, en un mitin en Huelva: ¡°A los desahuciados de Andaluc¨ªa les dir¨ªa que esto no va de derechas o de izquierdas, sino de la voz aut¨¦ntica que lucha por el pueblo¡±. Y hasta reivindic¨® a Julio Anguita, que hay que tenerlos cuadrados. Se ve¨ªa venir, en Italia y Francia la ultraderecha lleva a?os en eso.
Se acaban de cumplir 30 a?os de algo que ya ni mentamos: la disoluci¨®n de la URSS. Con ella tambi¨¦n se derrumb¨® un modo de hablar. Nanni Mo?retti retrat¨® el momento en el documental La Cosa (el partido comunista, que abandonaba su nombre y ya no sab¨ªan ni c¨®mo llamar). En ¨¦l se ven memorables mon¨®logos de militantes desorientados con una jerga ya perdida, un dialecto extinto. Ya nadie habla as¨ª, dar¨ªa risa. Pero el lenguaje, la terminolog¨ªa, era muy importante. Hab¨ªa que saber un huevo de econom¨ªa y filosof¨ªa pol¨ªtica, o parecerlo. S¨ª, estaba la poes¨ªa de la justicia y la igualdad, pero eso no te exim¨ªa de saber lo que era la plusval¨ªa. Sales hoy a preguntar y quiz¨¢ no lo saben ni en la Real Academia. Hoy que somos todos consumistas y narcisistas y se lee la realidad a trav¨¦s de series, porque El capital, el de Piketty, es un tocho, d¨®nde vas con esta tropa. Lo que entra para examen es disertar sobre el g¨¦nero sentido en personas que est¨¢n detransicionando y cosas as¨ª. Te sabes eso y ya eres de izquierdas, y si no, te tiran en el te¨®rico. Pero no es tan f¨¢cil, aunque te parezca bien que cada uno haga lo que quiera, casi hablan adrede para que no te enteres y notes lo fuera de onda que est¨¢s. A la gente no le gusta que le ri?an, por eso triunfa Yolanda D¨ªaz, no echa broncas.
En esa misma Italia roja de toda la vida de los noventa la gente vot¨® en unos a?os a la Liga Norte, independentistas que llamaban paletos a los del sur y dec¨ªan que Roma les robaba. Mientras los rojos se hicieron inofensivos, ellos empezaron a pasar por normales. Perm¨ªtanme que les presente ahora a Nino Spirl¨¬, de 60 a?os, de la Liga, hasta hace dos meses presidente de Calabria, la punta de la bota italiana. Esto puede parecer un ox¨ªmoron, y lo era, pero ya es normal. Es algo as¨ª como si uno de ERC fuera presidente de Andaluc¨ªa. Pero Spirl¨¬ adem¨¢s es homosexual y cat¨®lico. Dice, por ejemplo: ¡°Estamos en manos de los lobbies, y al que deber¨ªa pertenecer yo es de los peores, el de los maricones. Te dicen que, si no eres comunista, no eres homosexual¡±. Y esgrime un rosario, y dice que dir¨¢ ¡°negro¡± hasta que se muera. En fin, que aqu¨ª nos queda mucho por ver, y cuanto m¨¢s se extienda el campo de lo pol¨ªticamente correcto llevado a la memez, m¨¢s tendr¨¢ para galopar la extrema derecha. Cuanto m¨¢s claro hable la izquierda para que se le entienda, y sin darse aires de nada, mejor le ir¨¢. Spirl¨¬ lo explic¨® as¨ª: ¡°Tenemos que ser cada vez m¨¢s pop y menos de despacho¡±. Y ya saben: cuando haces pop ya no hay stop.
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