Los esp¨ªas son los ¨²ltimos rom¨¢nticos

En la pel¨ªcula Lawrence de Arabia (David Lean, 1962), el jeque Auda le dice a un oficial ingl¨¦s: ¡°D¨¦ gracias a Dios, Brighton, de que cuando le hizo idiota le dio cara de idiota¡±. Hay gente de la que sabes exactamente lo que puedes esperar, no te sorprende nada. Ser¨ªa absurdo espiar al tal Brighton solo para descubrir que es idiota, si ya lo parec¨ªa. No, el esp¨ªa tiene que buscar lo contradictorio, lo secreto, la mentira oculta. Todo esto se ha quedado anticuado, porque ya es p¨²blico. La gente lo cuenta todo en redes sociales y est¨¢ deseando que la esp¨ªen. Y los pol¨ªticos se contradicen abiertamente, han comprobado que no pasa nada. Qu¨¦ vas a descubrir escuchando a Pedro S¨¢nchez, ?que no dormir¨ªa con Iglesias en el Gobierno? Casi todo el mundo ya es como parece, esto es terrible para los esp¨ªas. En el caso de S¨¢nchez tambi¨¦n es mala noticia para la prensa de derechas, porque tiene dif¨ªcil indignarse. Salvo atribuirle el cambio clim¨¢tico ya le han llamado de todo, as¨ª que por muy tremendas revelaciones que salieran a la luz solo podr¨ªan decir que ya lo hab¨ªan dicho. Nada nuevo, salvo que grabaran a algunos del PSOE hablando bien de ¨¦l.

La mayor¨ªa de los personajes p¨²blicos ya son indestructibles. No se les puede sacar nada que los averg¨¹ence y no nos escandalizar¨ªamos de nada. Ser¨ªan detalles menores, a lo mejor nos enteramos de que Gabriel Rufi¨¢n se pasa una hora ante el espejo imitando a James Dean, pero es que eso ya nos lo imagin¨¢bamos. Supongan que a Feij¨®o le sacaran unas fotos con un narco: ser¨ªa muy fuerte, pero a lo mejor no pasaba nada. Te descargas nueve gigas del m¨®vil de Marine Le Pen y lo mismo son todo v¨ªdeos de gatos. Que llamara a Putin todos los d¨ªas no ser¨ªa noticia. Si nos esp¨ªa Marruecos, sus agentes oir¨¢n en La Moncloa, sobre las relaciones con Rabat, que hay que bajarse los pantalones, nos tienen cogidos por las pelotas, etc¨¦tera, cosas que ya constatamos a diario. No har¨ªan ni un dosier, borrar¨ªan la cinta.

Lo que nos llama la atenci¨®n ya es muy misterioso. Seg¨²n la definici¨®n cl¨¢sica, noticia es algo que alguien en alg¨²n lugar no quiere que se sepa, pero es que hoy tienes entre lo m¨¢s le¨ªdo a los 10 pueblos m¨¢s bonitos de Finlandia, que es algo que a todos, en todas partes (salvo quiz¨¢ en Finlandia), nos da igual que se sepa o no. Con este patr¨®n, es imposible aclararse.

Los esp¨ªas adem¨¢s lo tienen dif¨ªcil porque el Pegasus cuesta una pasta y hay que elegir bien el d¨ªa en que entras en un m¨®vil. Por ejemplo, el jueves por la ma?ana pillar¨ªan hasta a los de Bildu hablando del Real Madrid. Por otro lado, ya nadie llama por tel¨¦fono, solo dice que luego te llama. Cualquiera se comporta como si fuera famoso, y se puede molestar si no sabes algo sobre lo que ya ha hecho declaraciones, en sus redes sociales. Ya me cojo el Pronto para recordar lo que era un famoso de verdad: el otro d¨ªa le¨ª que el padre Apeles ahora canta boleros.

Los esp¨ªas quiz¨¢ constaten, con frustraci¨®n, que los personajes p¨²blicos son m¨¢s sensatos y aburridos en la intimidad, porque por fin descansan. Cuando la gente no anda por ah¨ª ya siempre, es que est¨¢ en casa viendo una serie. Es enternecedor que los esp¨ªas a¨²n crean en la verdad, y en que es posible buscarla, pero la posverdad anula todo su trabajo, da igual lo que descubran, no superar¨¢ lo que ya vemos y para un bulo ya no hace falta un esp¨ªa. Son los ¨²ltimos rom¨¢nticos. Que les pillen espiando a ellos ya es lo ¨²nico emocionante.

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