Vlad¨ªmir Putin: la odisea de un idiota
Es asombroso c¨®mo nos hemos hecho a la idea de que a lo mejor ya no llega la octava o novena ola, sino la tercera guerra mundial
Es asombroso c¨®mo nos hemos hecho a la idea de que a lo mejor ya no llega la octava o novena ola, sino la tercera guerra mundial. La pandemia ha servido de entrenamiento para el fatalismo, y ya es un dolor de cabeza en s¨ª mismo que el apocalipsis no sea de golpe, sino una eterna promesa. En vez de Apocalipsis Now (ahora), podr¨ªa m¨¢s bien ser Apocalipsis, ?cu¨¢ndo? Esa broma le hac¨ªan a Francis Ford Coppola cuando rodaba la pel¨ªcula, que fue otra pesadilla que no terminaba nunca. Si son un poco cin¨¦filos, sabr¨¢n la historia. Se tiraron a?o y pico para hacerla. Cambiaron de protagonista al poco de empezar. Marlon Brando cobr¨® un mill¨®n por adelantado y luego dijo que lo dejaba. Estaba gordo y exigi¨® no salir gordo. Alquilaron los helic¨®pteros al Gobierno filipino, pero los propios filipinos estaban con una guerra civil de verdad y a mitad del rodaje se piraban porque les llamaban para ir a bombardear algo. Luego lleg¨® un tif¨®n que caus¨® 200 muertos y arras¨® los decorados. Coppola empe?¨® su casa. El guion se improvisaba, y hab¨ªa ma?anas en que el plan de rodaje dec¨ªa: ¡°Escenas desconocidas¡±. En una secuencia con un tigre casi se come a varios actores, aunque fueran secundarios. Martin Sheen se puso fatal y un cura lleg¨® a darle la extremaunci¨®n. Coppola perd¨ªa el control cada d¨ªa que pasaba. Su mujer, Eleanor, iba rodando lo que ve¨ªa, e hizo un gran documental, Hearts of Darkness (1991). En ¨¦l Coppola reflexiona: ¡°Lo que me preocupa es estar cayendo en esta falta de moderaci¨®n¡±. Ella le dice que por qu¨¦ no grita y admite que no sabe qu¨¦ demonios hacer. ¡°Ser¨ªa caer en otra forma de falta de moderaci¨®n¡±, contesta ¨¦l. El hombre estaba para que lo encerraran, y segu¨ªa adelante. Hab¨ªa empezado y no sab¨ªa c¨®mo terminar, como las guerras. Lleg¨® a titular el guion Idiodisea, as¨ª para ¨¦l, una odisea absurda contada por un idiota. Comprender¨¢n que piense en Putin. ?Ad¨®nde nos lleva este t¨ªo? Es como si el coronel Kurtz no apareciera al final escondido en la jungla, sino que estuviera dirigiendo un pa¨ªs, la guerra y saliendo en televisi¨®n.
No hago m¨¢s que pensar en Rusia, y tiene un m¨¦rito enorme, porque no tengo ni idea de Rusia. S¨ª, he viajado por all¨ª, pero precisamente por eso uno sabe con certeza que no tiene ni idea. Repaso libros y vean lo que pone en uno ya en la primera p¨¢gina, donde las citas. ¡°Hay una sola cosa que Rusia no ha visto en sus mil a?os de historia: la libertad¡± (Vasili Grossman). ¡°La vida rusa machaca al ruso hasta tal punto que no logra reponerse¡± (Ant¨®n Ch¨¦jov). ¡°El r¨¦gimen que nos gobierna no es sino una amalgama de vieja nomenklatura, de tiburones financieros, de falsos dem¨®cratas y de KGB. No puedo llamarlo democracia; es un h¨ªbrido repugnante que no tiene precedentes en la historia y del que se ignora la direcci¨®n que tomar¨¢¡, pero, si esta alianza vence, nos explotar¨¢n no 70, sino 170 a?os¡± (Alexandr Solzhenitsin, 1992). Con estas citas comienza El imperio, de Kapuscinski, para quien la perestroika fue resultado de dos procesos: la desintoxicaci¨®n del miedo y la entrada en el mundo de la informaci¨®n. Hoy sabemos que sigui¨® una profunda involuci¨®n para volver al punto de partida: se ha reinstaurado el miedo y la desinformaci¨®n. Pobres rusos. Y luego hay idiotas que proh¨ªben cursos de Dostoievski.
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