El dif¨ªcil arte de no resultar detestable
Estamos todos de acuerdo en que la alternancia pol¨ªtica es la base de una democracia saludable, pero a ver ?c¨®mo se hace eso si no es con gente que cambia de voto?
La nave Perseverance, paseando el otro d¨ªa por Marte, encontr¨® algo tirado en el suelo: un trozo de papel de aluminio. Como en una cuneta, que es un universo en s¨ª mismo de objetos raros (?de d¨®nde salen todos esos zapatos solitarios?). Lo primero que pens¨¦ es que ser¨ªa de un bocadillo de alguien, pero en Marte no puede ser, a menos que haya marcianos escondidos aguantando a base de bocatas. No, la NASA dice que es de una misi¨®n anterior. Parece una tonter¨ªa, pero quiere decir que ya estamos empezando a ensuciar otro planeta. Esto es una de las cosas m¨¢s reconocibles de nuestra especie, su capacidad de guarrearlo todo. Una vez vi una obra en una exposici¨®n que consist¨ªa en una gran sala vac¨ªa con un mont¨®n de desperdicios y una escoba, y se pod¨ªa barrer de aqu¨ª para all¨¢. El t¨ªtulo era: ¡°Limpiar solo es mover la porquer¨ªa de sitio¡±. Qu¨¦ gran verdad. Creo que incluso se podr¨ªa desarrollar el concepto pol¨ªticamente.
Pero antes quiero fijarme en otro momento revelador de esta semana, pero de pureza cristalina. Esa escena en una piscina de Budapest que parec¨ªa un fresco del Renacimiento. En un fondo azul celeste, una nadadora acude volando como un ¨¢ngel a salvar a otro ca¨ªdo, alargando su brazo como en la Creaci¨®n de Miguel ?ngel. Qu¨¦ movimiento tan hermoso, tan preciso y lleno de sentido. No pod¨ªa parar de mirarla, te daban ganas de escribir una poes¨ªa.
Nada de esto nos sorprende, es parte de la maravilla del ser humano, lo mejor y lo peor. Ahora bien, hay algo t¨ªpicamente nuestro, cambiar de idea, que cuando sucede en unas elecciones siempre causa un asombro may¨²sculo, como en Andaluc¨ªa. Los giros electorales se observan como fen¨®menos contra natura, sobre todo quien pierde. Est¨¢ claro que hay gente que es de derechas o de izquierdas todo el rato, pero a m¨ª me tranquiliza que tambi¨¦n haya muchas personas capaces de cambiar de voto seg¨²n c¨®mo vayan las cosas. Entre otras razones porque yo no soy tan capaz. Soy m¨¢s de quedarme en casa, que eso ya hace, pero siento que esos ciudadanos son m¨¢s maduros, como que se preocupan m¨¢s. Aunque sea sin esperar demasiado. Deben de saber que con los gobiernos el truco es irlos cambiando.
Estamos todos de acuerdo en que la alternancia pol¨ªtica es la base de una democracia saludable, pero a ver ?c¨®mo se hace eso si no es con gente que cambia de voto? Son los que lo hacen posible. Todo el mundo votando siempre lo mismo eternizar¨ªa los gobiernos. Si hab¨ªa que relevar a Gonz¨¢lez en 1996 despu¨¦s de cuatro legislaturas, y no renovar a Aznar en 2004 tras el 11-M, ocurri¨® porque muchos votaron al rev¨¦s que la vez anterior.
Ahora, tal como est¨¢ el patio, votar al de enfrente es un sacrilegio, porque si sus ideas son tan intolerables supone fusilamiento al amanecer. Algo comentaron en un chat militar. En realidad, era algo asumido con el bipartidismo, y lo curioso es que hoy, con m¨¢s opciones, se ha convertido en algo inconcebible. La aparici¨®n de equipos B en cada bando ha hecho m¨¢s dif¨ªcil cambiar de lado, te puedes quedar en el tuyo votando a otro. Pero lo cierto es que as¨ª no se cambia mucho, luego se juntan y puede ser peor. De hecho la mayor¨ªa de los andaluces han dicho que prefieren al PP solo, que si no es un l¨ªo. El truco, para los pol¨ªticos, parece ser no resultar completamente detestable a quien piensa distinto. No es ninguna novedad, pero es que llevamos unos a?os en que se especializan en lo contrario, y qu¨¦ bien lo hacen, la verdad, eso hay que reconoc¨¦rselo.
Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.