Las urbes se suben a la bici

La bicicleta est¨¢ viviendo un momento dorado en Europa. Este invento genial con el que so?¨¢bamos durante la infancia ha adquirido un nuevo protagonismo con la pandemia, cuando se ha reivindicado como s¨ªmbolo de la libertad y, de paso, de transporte individual seguro sin miedo al contagio. Al salir del confinamiento, los europeos han recuperado sus bicis antiguas ¡ªlas colas en los talleres para arreglarlas han durado meses¡ª y han comprado nuevas.

Seg¨²n los datos de ...

La bicicleta est¨¢ viviendo un momento dorado en Europa. Este invento genial con el que so?¨¢bamos durante la infancia ha adquirido un nuevo protagonismo con la pandemia, cuando se ha reivindicado como s¨ªmbolo de la libertad y, de paso, de transporte individual seguro sin miedo al contagio. Al salir del confinamiento, los europeos han recuperado sus bicis antiguas ¡ªlas colas en los talleres para arreglarlas han durado meses¡ª y han comprado nuevas.

Seg¨²n los datos de Conebi, la patronal ciclista europea, en 2020 se vendieron 21,9 millones de bicis en el continente, un 11% m¨¢s que el a?o anterior; la tendencia continu¨® en 2021, cuando esta cifra lleg¨® a los 22,1 millones de veh¨ªculos ¡ªy ello a pesar de los problemas de suministro desde China¡ª. Por comparar, en ese a?o se matricularon 11,75 millones de autom¨®viles, poco m¨¢s de la mitad. En Espa?a, las ganas de bici son a¨²n mayores, tal y como explica la Asociaci¨®n de Marcas y Bicicletas de Espa?a (AMBE), que aglutina al sector: en 2020 se despacharon 1,5 millones de veloc¨ªpedos, un 24% m¨¢s que el ejercicio prepandemia. Son medio mill¨®n m¨¢s de las que se vend¨ªan solo dos a?os antes. En 2021 la subida fue muy leve, pero las bicis vendidas fueron m¨¢s caras que nunca.

Esta explosi¨®n ha llegado tambi¨¦n a las ciudades. Adem¨¢s de los tradicionales bastiones ciclistas ¡ªcomo ?msterdam y Copenhague¡ª, otras urbes que llevaban a?os intentando ser m¨¢s sostenibles han aprovechado el momento disruptivo y sin tr¨¢fico para hacer carriles bici seguros y protegidos y quitar sitio al coche. El ejemplo paradigm¨¢tico es Par¨ªs, una urbe sin tradici¨®n bicicletera que se est¨¢ transformando a marchas forzadas con el impulso de su alcaldesa, Anne Hidalgo, y de su regi¨®n metropolitana (?le de France). En 2020, se construyeron 170 kil¨®metros de carriles bici entre Par¨ªs y su ¨¢rea metropolitana, que se han unido a una red que solo en la capital suma m¨¢s de 700 kil¨®metros. La fiebre ciclista se ha contagiado como un virus por todo el continente: Londres y sus autopistas ciclistas, Mil¨¢n, Bruselas, Dubl¨ªn... Seg¨²n datos de la Federaci¨®n Europea de Ciclistas (ECF, en ingl¨¦s), las urbes han puesto en marcha m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de v¨ªas ciclistas por la pandemia.

A las ciudades espa?olas, esta ola ha llegado de forma desigual. Aqu¨ª el paradigma es Vitoria, una ciudad en profunda transformaci¨®n que ha continuado facilitando que la gente se mueva en bici. Entre las grandes capitales, Barcelona hizo 21 kil¨®metros de carriles bici temporales en 2020 que luego convirti¨® en definitivos y ya ha anunciado otros 33 para este a?o y el siguiente, mientras Valencia ha apostado por ampliar su malla ciclista a costa del veh¨ªculo privado. Madrid, en cambio, inici¨® la legislatura en 2019 eliminando carriles bici para darle m¨¢s sitio al coche y ha seguido siendo un agujero negro para la movilidad ciclista: tan solo hizo 12 kil¨®metros de infraestructura ciclista insegura e inconexa en 2020 y ha iniciado ahora un peque?o tramo de carril bici en la Castellana sin quitar un mil¨ªmetro al coche.

La bicicleta est¨¢ transformando las urbes a un ritmo desigual, pero el cambio es imparable: tenemos ganas de pedalear para ir al trabajo, hacer ejercicio, ser sostenibles, ahorrar en gasolina. Hagan sitio en las ciudades: la bici explota y pide su lugar.

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