Anglicismos eufem¨ªsticos

Algunos anglicismos est¨¢n funcionando en la pr¨¢ctica como eufemismos: edulcoran la percepci¨®n que provocar¨ªan sus vocablos equivalentes en castellano.

Ese valor atenuante se aprecia por ejemplo en la reciente llegada de escort (literalmente, acompa?ante), o en el ya tradicional night club, o en esos r¨®tulos de carretera que dicen Show girls, low cost, t¨¦rminos todos ellos que no traducimos aqu¨ª a su sentido real porque esta columna se publica en horario infantil.

En las narraciones deportivas se dice muy a menudo que determinado delantero es un killer (porque no perdona en el ¨¢rea y gracias a eso marca muchos goles). O sea, un asesino. Pero si se dijera que ese delantero es un asesino, el futbolista se sentir¨ªa inc¨®modo con el supuesto elogio. Sin embargo, killer carece de significado para el alt¨ªsimo porcentaje de espa?oles que no saben ingl¨¦s (s¨®lo un 35,5% dice hablarlo, seg¨²n datos del INE en 2011; el siguiente paso ser¨ªa creernos lo que responden los encuestados). Incluso para quienes traducen enseguida esa palabra, no deja de funcionar como t¨¦rmino sustitutorio que elude la fuerza, la historia y la crueldad de ¡°asesino¡±.

Adem¨¢s, killer no desarrolla derivados como ¡°asesinar¡±, ¡°asesinato¡± o ¡°asesinado¡±, pues su progresi¨®n en el sistema se termina ah¨ª para el hablante espa?ol medio. No tiene familiares en nuestra lengua.

Ahora ha surgido en la sanidad p¨²blica espa?ola la iniciativa Proyecto Survive, dentro de ese gusto general por esconder la hispana convicci¨®n de inferioridad mediante un t¨¦rmino del que se espera que por s¨ª solo encumbre lo que nombra; y que a la vez oculta el vocablo que habr¨ªa comunicado a las claras el problema. Tanto tiempo se ha estado hablando de que no hay que silenciar los suicidios y resulta que aqu¨ª nos andamos con pa?os calientes al denominar el proyecto.

¡°Survive¡± significa ¡°sobrevivir¡±, y se supone que el nombre del programa alude a quienes superan la tentaci¨®n de quitarse la vida y que busca reducir los intentos, especialmente entre adolescentes.

Participan en este noble empe?o sanitario, emprendido en 2019 y que concluir¨¢ en 2024, ocho hospitales p¨²blicos, financiados en la iniciativa por el Instituto de Salud Carlos III, con un presupuesto de 800.000 euros. Su objetivo consiste en seguir durante 12 meses a 2.000 espa?oles que hayan intentado quitarse la vida, a fin de buscar soluciones mediante la observaci¨®n de sus patrones de conducta. Para ello se solicita la colaboraci¨®n de quienes se hallen en esa situaci¨®n de riesgo superado pero no desaparecido.

Sin embargo, el nombre Survive tal vez no logre nunca transmitir a un hispanohablante medio el impacto del verbo ¡°sobrevivir¡±, no conseguir¨¢ comunicar el mensaje de que se trata de salvar vidas frente a un peligro cierto aunque invisible. ¡°Survive¡± suena a videojuego, a experimento, a un asunto t¨¦cnico. Se pretendiera o no, con ese anglicismo se le quita importancia al loable prop¨®sito; se aleja a millones de hablantes de una identificaci¨®n emocional con la palabra; se presenta como ajeno y fr¨ªo un proyecto que pretende ser cercano y c¨¢lido.

Sobrevivir a la idea del suicidio, superar la tentaci¨®n, recuperar el enganche con la vida. He ah¨ª el desaf¨ªo. Y tenemos palabras en espa?ol, por ejemplo esas, que lo nombrar¨ªan con la eficacia comunicativa que merece.

¡ý

Tel¨¦fono de atenci¨®n al suicidio: 024. Tel¨¦fono de la Esperanza: 717 003 717. Fundaci¨®n Anar: 900 20 20 10.

Ap¨²ntate aqu¨ª al bolet¨ªn semanal de Ideas.