No olvidar a Hungr¨ªa y Polonia

El Estado de derecho, el imperio de la ley, es la base de la democracia europea, por encima de cualquier otro concepto, y es un principio v¨¢lido cuando se analiza la decisi¨®n de la Uni¨®n Europea de apoyar con armas (tanques incluidos) y con diplomacia a Ucrania (atacada por Rusia con desprecio a cualquier norma de derecho internacional), pero tambi¨¦n cuando se sanciona a los gobiernos de dos pa¨ªses miembros, Hungr¨ªa y Polonia, por ejemplo, por no respetar la independencia judicial o de los medios de comunicaci¨®n. El conflicto con Hungr¨ªa y Polonia se ha suavizado porque sus respectivos gobiernos han empezado a dar, al menos en parte, marcha atr¨¢s, pero siguen en pie sanciones importantes que no deben decaer hasta que quede claro que se han producido los cambios requeridos. Esa exigencia debe mantenerse firme en medio de la guerra en Ucrania, pese al papel relevante de Polonia en ella, porque, en el fondo, se trata del mismo principio rector: el imprescindible rule of law que no admite versiones diferentes.

En un trabajo realizado por dos investigadores de la Universidad de ?msterdam, ?lvaro Oleart y Tom Theuns, se analizan 138 discursos pronunciados entre 2018 y 2021 por los dos presidentes de la Comisi¨®n Europea, Jean Claude Juncker y Ursula von der Leyen, y se llega a la conclusi¨®n de que la amalgama entre el Estado de derecho y los derechos fundamentales es la base sobre la que se desarrolla todo el concepto de democracia de la Uni¨®n Europea, por encima de cualquier otro factor. Es el imperio de la ley lo que ha llevado a la Comisi¨®n a desarrollar la Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicaci¨®n (septiembre de 2022), que garantiza la transparencia en la propiedad y la salvaguardia de que los conflictos de intereses de la propiedad no interfieran en las decisiones editoriales. Como explic¨® la comisaria Vera Jourov¨¢: ¡°El Estado de derecho es la base de nuestra democracia. Sin ¨¦l, la prensa libre ser¨¢ atacada, los consumidores no podr¨¢n desafiar a las empresas bien conectadas, y todos no podremos hacer valer nuestros derechos, ya sea contra el Gobierno o las empresas que nos enga?an o abusan de nuestros datos¡±.

Por eso es tan importante que la Comisi¨®n Europea haya ido encontrando las herramientas para exigir con eficacia el respeto al Estado de derecho en todos sus miembros. Por eso fue tan importante la decisi¨®n del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) de validar el reglamento de la Comisi¨®n que le permite suspender la llegada de fondos de recuperaci¨®n de la covid a Hungr¨ªa y a Polonia mientras no garanticen el respeto del Estado de derecho. Polonia ha tenido que modificar su sistema disciplinario contra los jueces, que le permit¨ªa interferir en su independencia, y Hungr¨ªa todav¨ªa pelea por recibir el 55% de los fondos de recuperaci¨®n, que han quedado congelados a la espera de las 27 reformas que la Comisi¨®n le exige.

El caso de Hungr¨ªa, con el Gobierno de Viktor Orb¨¢n, es especialmente importante porque su voluntad de llegar al control total de la sociedad lo ha llevado a la privatizaci¨®n de la mayor¨ªa de las universidades p¨²blicas, dej¨¢ndolas en manos de fundaciones pr¨®ximas al partido del Gobierno, que, a su vez, est¨¢n financiadas con dinero p¨²blico. El esc¨¢ndalo es de tal categor¨ªa que la Comisi¨®n ha decidido expulsar a Hungr¨ªa del programa Erasmus y no aceptar intercambios con ninguna de estas universidades. La medida afecta a m¨¢s de 16.000 estudiantes y profesores h¨²ngaros que se beneficiaron del Erasmus en 2022.

La idea que ha respaldado el TJUE es que ni un euro de los fondos de recuperaci¨®n puede acabar en manos de quienes incumplan las normas del Estado de derecho, y es fundamental que ese camino que se empieza a recorrer, no sin dificultades, se respete al 100% y no se vea influido ni acortado por las necesidades del desarrollo de la guerra en Ucrania. Hungr¨ªa no debe ser sancionado por apoyar a Rusia, sino por acosar a sus propios jueces y universidades, y Polonia no debe ser favorecido por su manifiesta solidaridad con Ucrania, sino vigilado estrechamente por su clara voluntad de interferir en sus medios de comunicaci¨®n y en sus tribunales de justicia. Solo as¨ª la posici¨®n europea en Ucrania tendr¨¢ sentido.

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