Hungr¨ªa consagra el golpe a sus universidades p¨²blicas: ¡°Los acad¨¦micos todav¨ªa est¨¢n en ¡®shock¡±

Las universidades p¨²blicas se han convertido en una rareza en Hungr¨ªa. Apenas quedan cinco universidades y un colegio universitario p¨²blicos, despu¨¦s de que el Gobierno ultraconservador de Viktor Orb¨¢n haya transferido la propiedad de una veintena de universidades y centros de ense?anza superior del Estado a fundaciones privadas. En las juntas de esos organismos se sientan ministros, altos cargos y personas afines a Fidesz, el partido de Orb¨¢n. En el mes de octubre, todos los patronatos han ofrecido al un¨ªsono devolver voluntariamente el 4% de su presupuesto para ayudar al Ejecutivo a controlar la inflaci¨®n, un movimiento que algunos cr¨ªticos ven como un golpe m¨¢s a la autonom¨ªa de las universidades.

El camino hacia una suerte de privatizaci¨®n de la ense?anza superior ¡ªla propiedad ya no es estatal, pero la principal fuente de financiaci¨®n sigue siendo el presupuesto p¨²blico¡ª comenz¨® en 2019, con el traspaso de la propiedad de la universidad Corvinus de Budapest del Estado a una fundaci¨®n. El proceso tom¨® el impulso definitivo en abril de 2021, cuando el cambio de modelo de titularidad de las universidades p¨²blicas a fundaciones privadas de gesti¨®n de activos de inter¨¦s p¨²blico se convirti¨® en ley, en un movimiento interpretado por algunas voces como un intento de Orb¨¢n de controlar la esfera acad¨¦mica y cultural.

El Gobierno de Fidesz, despu¨¦s de reformar las leyes de conflictos de intereses, coloc¨® al frente de las fundaciones que gestionan las universidades a los suyos. Los puestos son vitalicios y tienen el poder de nombrar a sus sucesores. Los patronatos gestionan el patrimonio de las universidades ¡ªdel que el Estado ha perdido la propiedad y el control directo¡ª, como los 50 activos inmobiliarios y casi 10 millones de participaciones en una farmac¨¦utica de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud Semmelweis.

Organizaciones que investigan la corrupci¨®n denuncian que el partido en el poder se ha garantizado con esta f¨®rmula el control de esos activos, incluso si pierde unas elecciones, como explica Transparencia Internacional Hungr¨ªa en su Black Book II. Corruption and State Capture in Hungary (Libro Negro II. Corrupci¨®n y captura del Estado en Hungr¨ªa). La Comisi¨®n Europea, que el pasado 30 de noviembre propuso congelar 7.500 millones de euros al pa¨ªs por la corrupci¨®n y el deterioro del Estado de derecho, ha mostrado su preocupaci¨®n por este tipo de organismos por el riesgo de corrupci¨®n que entra?a que diputados y altos cargos del Gobierno, sin responder a normas de conflictos de intereses, gestionen grandes cantidades de dinero p¨²blico sobre los que el Estado ha perdido el control directo.

Libertad acad¨¦mica

Despu¨¦s de la cruzada de Orb¨¢n en 2017 para expulsar del pa¨ªs a la Universidad Centroeuropea (CEU, en sus siglas en ingl¨¦s), financiada por el fil¨¢ntropo estadounidense de origen h¨²ngaro George Soros, y del desmantelamiento en 2019 de la Academia H¨²ngara de las Ciencias (HAS), con la Universidad la cuesti¨®n que m¨¢s temen muchos acad¨¦micos es el riesgo que el cambio de modelo puede suponer para la libertad acad¨¦mica. Para G¨¢bor Toronyai, profesor en la Universidad Corvinus y l¨ªder sindical, el Gobierno ¡°busca colocar a los suyos en posiciones de poder y dar forma a la faceta cultural de la sociedad h¨²ngara¡±. ¡°La autonom¨ªa de las universidades se ha perdido¡±, lamenta el sindicalista a trav¨¦s de Zoom.

Las juntas de las fundaciones tambi¨¦n eligen al rector y, como explica por videoconferencia J¨®zsef P¨¢link¨¢s, que fue ministro de Educaci¨®n de 2001 a 2002, en el primer Gobierno de Fidesz, profesores y acad¨¦micos han dejado de ser empleados p¨²blicos. ¡°Hay preocupaci¨®n por el control ideol¨®gico¡±, se?ala. ¡°Los consejeros pueden despedir sin dar explicaciones¡±, dice.

¡°El Gobierno no quer¨ªa que las universidades tuvieran la fuerza que sol¨ªan tener, sobre todo cuando se un¨ªan para expresar su opini¨®n¡±, se?ala P¨¢link¨¢s, que a?ade que ¡°los acad¨¦micos todav¨ªa est¨¢n en shock¡±. El que fuera tambi¨¦n presidente de la Academia de las Ciencias recuerda que cuando ¨¦l ejerc¨ªa ese cargo su voz era escuchada cuando hac¨ªa una denuncia p¨²blica. Ahora, lamenta, el Gobierno ¡°ha arrebatado el prestigio a los acad¨¦micos¡±.

El Ejecutivo defiende el cambio de modelo asegurando que el nuevo sistema permite a los centros acceder a m¨¢s financiaci¨®n, a un sistema de empleo basado en el rendimiento y a mejores infraestructuras. Entre otros objetivos, busca una mejora de la calidad y de la clasificaci¨®n de las universidades h¨²ngaras en los rankings mundiales, en los que han ido perdiendo puestos (no hay ninguna entre las 500 mejores).

En 2020 el Gobierno forz¨® el cambio de sistema en la Universidad de Arte dram¨¢tico y Cine, y la decisi¨®n fue fuertemente contestada con protestas estudiantiles y la marcha de profesores, que crearon un centro independiente. Aprendida la lecci¨®n, ahora son los claustros de las universidades los que toman la decisi¨®n de pasar al sistema de fundaciones. Orb¨¢n prometi¨® millones de financiaci¨®n a las universidades y asegur¨® que invertir¨ªa unos 3.600 millones de euros provenientes de fondos europeos. Esos presupuestos redoblados, que incluyen importantes subidas salariales, e incluso para los profesores en edad de jubilaci¨®n, la posibilidad de cobrar la pensi¨®n a la vez que el sueldo ¨ªntegro, son incentivos decisivos para el cambio en un pa¨ªs que registra unos de los salarios m¨¢s bajos del personal docente en Europa.

El Gobierno garantizaba a las universidades que decidiesen dar el paso ¡°un sistema de financiaci¨®n seguro y predecible, que se basa en convenios marco a 25 a?os y contratos de financiaci¨®n de servicios p¨²blicos a seis a?os¡±. El recorte voluntario del presupuesto del 4%, unos 32 millones de euros, ofrecido por las juntas de las fundaciones, seg¨²n desvel¨® el semanario Jelen, sin comunic¨¢rselo a la direcci¨®n de las universidades en algunos casos, ¡°muestra claramente que es un modelo de universidad gestionada por el Gobierno¡±, se?ala P¨¢link¨¢s. Tambi¨¦n, que la lluvia de dinero no estaba tan garantizada.

Istv¨¢n Kenesei, profesor em¨¦rito de la Universidad de Szeged, recuerda que ¡°salvo algunas excepciones, todos los claustros han votado a favor del cambio casi por unanimidad¡±. ¡°Mi universidad fue casi una excepci¨®n y los noes perdieron solo por unos pocos votos¡±, a?ade. ¡°Adem¨¢s de los incentivos pecuniarios, hab¨ªa otros alicientes, especialmente para los equipos de investigaci¨®n financiados por proyectos, que daban lugar a normas contables m¨¢s permisivas¡±, explica en un intercambio de emails en el que manifiesta su rechazo al nuevo modelo.

De entre las grandes universidades h¨²ngaras, solo siguen siendo p¨²blicas la Universidad de Tecnolog¨ªa y Econom¨ªa de Budapest (BME) y la Universidad E?tv?s Lor¨¢nd (ELTE). En los c¨ªrculos universitarios se dice que el Gobierno les presiona para cambiar de modelo, pero un dirigente acad¨¦mico de la ELTE, que prefiere mantener el anonimato, asegura que en su caso no es as¨ª, aunque reconoce que s¨ª hay una negociaci¨®n con el Ejecutivo. ¡°Hungr¨ªa debe tener al menos una universidad estatal. Esa es nuestra ambici¨®n¡±, afirma tambi¨¦n por videoconferencia.

Seg¨²n esta fuente, la mayor¨ªa de los responsables de las facultades en su universidad no quiere el traspaso a una fundaci¨®n, pero algunos, sobre todo los de ciencias, creen que el nuevo sistema es mejor. ¡°[Las universidades que han hecho el cambio] reciben m¨¢s fondos del Gobierno, tienen salarios m¨¢s altos y tienen normas y condiciones m¨¢s flexibles para el desarrollo de la universidad¡±, destaca. En cuanto a los patronatos de las fundaciones, se?ala que son quienes ¡°ponen las bases para el futuro de la universidad y la cuesti¨®n es si est¨¢n formados por la gente adecuada¡±. Su universidad prefiere esperar a que pase m¨¢s tiempo para ver c¨®mo le va a las que han cambiado de modelo, antes de hipotecar su futuro.

Profesores y estudiantes de secundaria, en pie de guerra

Las calles de Budapest llevan ya varios meses agitadas por las protestas masivas de los profesores y alumnos de secundaria que exigen sueldos dignos para los docentes y mejoras en el sistema educativo. Las protestas, las mayores contra el Gobierno de Orbán desde que renovó su mandato en las elecciones de pasado 3 de abril, cobraron un nuevo impulso tras el reciente despido de más de media docena de profesores. 

Los enseñantes peor pagados en el sistema húngaro llegan a cobrar 480 euros al mes netos y tienen limitada por ley la capacidad de hacer huelga y recurren a la desobediencia civil. El nuevo cese de profesores por haber participado en acciones de protesta, que se une a otros ejecutados en octubre, generó a finales del año pasado una reacción en cadena con huelgas en centros escolares y manifestaciones en las calles de la capital. 

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