Francisco Villar, psic¨®logo: ¡°Los adolescentes se suicidan por lo mismo de antes, pero ahora las redes les asfixian la vida¡±
El experto catal¨¢n en la salud mental de los menores es partidario de que hagamos con las redes sociales como con la llegada de los coches: limitar el acceso a partir de cierta edad
En 2021 se suicidaron en Espa?a 314 menores de edad. Seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), 22 de esos fallecidos eran menores de 15 a?os, un 57% m¨¢s que en 2020. Por cada suicidio consumado, hay entre 100 y 200 intentos de cometerlo. ¡°Solo hay una cosa peor y m¨¢s grave que te digan que tu hijo ha fallecido: que la persona que m¨¢s quieres en este mundo haya matado a la persona que m¨¢s quieres en este mundo¡±, cuenta Francisco Villar, psic¨®logo cl¨ªnico de 46 a?os que cumple este 2023 una d¨¦cada como coordinador del programa de atenci¨®n a la conducta suicida del menor en el Hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona. Nunca se visualiz¨® de?sem?pe??an?do ese puesto, pero desde que este barcelon¨¦s atendi¨® a la familia de un menor en cuidados intensivos tras haberse precipitado al vac¨ªo, entendi¨® que ese era su camino. El de escuchar y detectar las problem¨¢ticas concretas que est¨¢n provocando que cada vez m¨¢s chavales quieran quitarse la vida.
Para arrojar luz sobre esta realidad creciente, Villar ha publicado Morir antes del suicidio. Prevenci¨®n en la adolescencia (Herder, 2021), un manual para desmontar mitos y nombrar lo que muchos quieren hacer ver que no existe. ¡°Cuando empec¨¦ en esto no ten¨ªa ning¨²n hijo y ahora tengo cuatro. Supongo que enfrentarte a la muerte te da m¨¢s ganas de vivir la vida¡±, recapacita, pr¨¢cticamente al alba, en las oficinas de Herder, donde ha programado esta entrevista antes de empezar su jornada laboral.
PREGUNTA.??Qu¨¦ le motiv¨® a escribir este libro?
RESPUESTA.?Que no existiese ninguno. Muchas veces se habla del suicidio como una cosa multifactorial, multicausal, como algo complicad¨ªsimo. Entend¨ª que me hubiese hecho falta para mi pr¨¢ctica diaria. Tambi¨¦n que ten¨ªa que transformar ese dolor que solo se comparte con las familias en prevenci¨®n para al futuro. Cuando algo est¨¢ muy silenciado, te quedas solo con tu sufrimiento. No tiene por qu¨¦ ser as¨ª.
P.?Aclara que el suicidio no es una enfermedad. Quiere derribar el mito de que todos los suicidas son enfermos mentales.
R.??C¨®mo una problem¨¢tica que es la principal causa de muerte entre los j¨®venes, para tratarla, parec¨ªa que hab¨ªa que pasar por todos los circuitos de salud? El suicidio estaba por debajo de la salud mental, en primera instancia, y de la depresi¨®n, en segunda. Pero, por ejemplo, si el suicidio est¨¢ relacionado con el bullying, que es una problem¨¢tica concreta, ?por qu¨¦ todo ten¨ªa que pasar por una patolog¨ªa mental? El acoso no es un trastorno mental, como tampoco lo son los abusos sexuales o el maltrato. El suicidio puede derivarse de un trastorno, pero no es una enfermedad.
P.??Por qu¨¦ cree que se suicidan m¨¢s los adolescentes?
R.?Los adolescentes se suicidan por las mismas cosas de antes, pero ahora las redes les asfixian la vida. No quiero sonar muy pesimista, pero las redes est¨¢n acabando con ellos. Estamos en nuestro peor momento: tenemos que seguir haciendo el trabajo que ten¨ªamos pendiente, pero las pantallas y c¨®mo afectan al neurodesarrollo en la infancia han hecho much¨ªsimo da?o y nos ha desbordado.
P.??En qu¨¦ t¨¦rminos?
R.?Piensa en el bullying. Antes a ese chaval le acosaban cuatro cafres en el entorno escolar y ya era grave, pero ese chico volv¨ªa a casa angustiado y all¨ª encontraba el apoyo de sus padres. Un respiro para contarlo. Ahora resulta que, mientras dorm¨ªa, alguien de 12 a?os le ha hecho un meme, y esa burla brutal est¨¢ colgada en las redes y no sabe qu¨¦ extensi¨®n tiene. Sienten que el acoso les persigue por todos los sitios, no les da descanso.
P.?Queremos pensar que los nativos digitales saben lidiar mejor con estas situaciones.
R.?Eso es absurdo. Las redes sociales son como las m¨¢quinas tragaperras, est¨¢n programadas para generar adicci¨®n. Y est¨¢n fomentando, y sin poner freno para remediarlo, porque muchos se est¨¢n enriqueciendo con ello, la anorexia y el suicidio.
P.??Qu¨¦ propone?
R.?No abogo por un apag¨®n general, pero si la llegada del veh¨ªculo cambi¨® la organizaci¨®n social, y se estipul¨® que no se pod¨ªa conducir hasta los 18, con las redes deber¨ªamos operar igual. Si yo dejo mi coche a mi hija de ocho a?os y ella mata a alguien, ?de qui¨¦n es la culpa? No te puedes imaginar el nivel de satisfacci¨®n que tienen los chicos con las cuentas en redes pro suicidas. Da igual que est¨¦n en Huelva o en Alicante. Esos chavales tienen m¨¢s contactos y, a la vez, est¨¢n m¨¢s solos que nunca.
P.?Incide en la necesidad de perfecci¨®n que sienten muchos adolescentes. ?Les estamos exigiendo demasiado?
R.?Muchas veces, lo peor que le puede pasar a un chico es que se le d¨¦ bien algo. El modelo competitivo y de consumo en el que socializamos nos hace estar en un nivel de insatisfacci¨®n perpetua. Ya no necesitamos un jefe persecutorio, nosotros ya somos el explotador y el explotado. Y eso, a los adolescentes, los destroza.
P.?Aboga por espacios seguros para reflexionar sobre las ideaciones de suicidio. En no hacer caso omiso de las mal etiquetadas como ¡°llamadas de atenci¨®n¡±.
R.??Qu¨¦ consigue alguien diciendo que se quiere matar? Si yo hago una pataleta porque quiero un regalo y me lo compran, consigo algo. ?Qu¨¦ consigues diciendo que vas a acabar con tu vida? Consigues que tu pareja te deje, que tus amigos se distancien de ti, que tus padres se conviertan en un ente persecutorio. Nadie mejora su vida amenazando con matarse. Est¨¢n pidiendo ayuda.
P.?El problema es que de esto no se habla. Y muchas veces no se cuenta, como se ha hecho en los medios, por el miedo al efecto del contagio social.
R.?En las escuelas, por ejemplo, estaba proscrito hablar del suicidio. Me he encontrado con profesores que llevan dando clases 20 a?os y no han tratado el tema. ?C¨®mo puede ser que les haya pasado por delante sin hacer nada? El suicidio se puede entender de forma muy sencilla. No le quita impacto, y yo entiendo el respeto y el miedo que impone, pero, m¨¢s all¨¢ del efecto contagio, entenderlo de forma clara nos puede ayudar a intervenir y prevenirlo.
P.??Y qu¨¦ les dir¨ªa a los que abogan por la libertad de decidir acabar con su vida?
R.?Aqu¨ª creo que cabe distinguir entre eutanasia y suicidio. No es lo mismo y hay que diferenciar las cosas para saber tratarlas. Mi trabajo es intentar doblegar esa supuesta libertad de elegir frente a un chico que me diga que quiere morir. No estar¨¦ de acuerdo con esa decisi¨®n. Soy intransigente con esto: quiz¨¢, lo que me est¨¢ queriendo decir es que quiere matar una forma de vivir, no matar la vida.
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