El fil¨®sofo Edgar Morin, a sus 101 a?os: ¡°Mientras estoy pose¨ªdo por las fuerzas de la vida, el espectro de la muerte retrocede¡±
El gran pensador franc¨¦s reflexiona sobre la existencia y el mundo e invita a que cultivemos el lado po¨¦tico del vivir. Acaba de publicar un libro ¡°disidente¡± sobre la guerra de Ucrania y prepara dos m¨¢s para el verano
Edgar Morin es un hombre con una misi¨®n. Una misi¨®n inacabada, inaplazable, ineludible: transmitir sus ideas, compartir sus conocimientos, ofrecer un legado lo m¨¢s nutrido posible. La producci¨®n intelectual le mantiene l¨²cido y alerta a sus 101 a?os. Le alimenta. Le conserva: se ve a s¨ª mismo ¡°pose¨ªdo¡± frente a su ordenador cada vez que se enfrenta a un libro o un art¨ªculo. En su libro Lecciones de un siglo de vida, confiesa que fue mal hijo y mal padre. No mal esposo, dice. Ni...
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Edgar Morin es un hombre con una misi¨®n. Una misi¨®n inacabada, inaplazable, ineludible: transmitir sus ideas, compartir sus conocimientos, ofrecer un legado lo m¨¢s nutrido posible. La producci¨®n intelectual le mantiene l¨²cido y alerta a sus 101 a?os. Le alimenta. Le conserva: se ve a s¨ª mismo ¡°pose¨ªdo¡± frente a su ordenador cada vez que se enfrenta a un libro o un art¨ªculo. En su libro Lecciones de un siglo de vida, confiesa que fue mal hijo y mal padre. No mal esposo, dice. Ni mal pensador.
Es un superviviente de una especie en extinci¨®n: la de los grandes intelectuales del siglo XX. Ha escrito m¨¢s de 20 libros (adem¨¢s de otros peque?os, entrevistas, etc¨¦tera) y en Francia acaba de publicar De guerre en guerre: de 1940 ¨¤ l¡¯Ukraine (de guerra en guerra: de 1940 a Ucrania, a¨²n sin editorial en Espa?a), ensayo inconformista, ¡°disidente¡±, como ¨¦l mismo dice, ajeno a la corriente de pensamiento que domina en los medios cl¨¢sicos occidentales, en el que hace un claro alegato por la paz en la guerra que sacude el mundo desde febrero de 2022. En junio tiene previsto publicar otra obra, Encore un peu (todav¨ªa un poco m¨¢s). Y en septiembre, cuesti¨®n de no bajar la guardia, uno m¨¢s, coescrito alalim¨®n con la mujer que le sostiene y le da la vida, Sabah Abuessalam, soci¨®loga marroqu¨ª a la que est¨¢ unido desde que se conocieron en una conferencia en el a?o 2009.
Intelectual de referencia para la izquierda francesa, inspirador (junto a St¨¦phane Hessel) para aquellos j¨®venes que salieron a las plazas del mundo en el a?o del 15-M, este descendiente de jud¨ªos sefard¨ªes espa?oles (nacido como Edgar Nahoum) es un humanista al que siempre le ha gustado intervenir en el debate p¨²blico. Con todo, en el ¨¢mbito del pensamiento, se le reconoce por la publicaci¨®n entre 1977 y 2004 de los seis vol¨²menes de El m¨¦todo, donde desarrolla las claves del pensamiento complejo, metodolog¨ªa de reflexi¨®n multidisciplinar y panor¨¢mica, ajena a los cajones estancos.
Nos recibe en uno de sus rincones favoritos de Marraquech (vive a caballo entre Par¨ªs, Montpellier ¡ªsur de Francia¡ª y la ciudad marroqu¨ª), en el palacio Es Saadi, un vergel de p¨¢jaros y palmeras hecho hotel: en su casa se ha roto el aire acondicionado y no se puede estar, el calor le merma las fuerzas. El peso sobre las espaldas de los 101 a?os vividos se esfuma de pronto en cuanto se enciende la grabadora. Se pone a hablar y resplandece. Irrumpe el ¨ªmpetu en la voz, algo quebrada, y las manos empiezan a acompa?ar las inflexiones en sus palabras.
PREGUNTA.?Arranca su nuevo libro evocando los primeros bombardeos de la Luftwaffe que aniquilan R¨®terdam en mayo de 1940. Estaba usted adscrito al Estado Mayor del Primer Ej¨¦rcito, comandado por Lattre de Tassigny. ?Es el hecho de haber vivido el horror de la guerra lo que le ha empujado a escribir un libro m¨¢s, con m¨¢s de 100 a?os?
RESPUESTA.?Las im¨¢genes de la guerra en Ucrania, los edificios destruidos, los cad¨¢veres de civiles¡ Todo eso me trajo a la memoria las guerras que viv¨ª y en particular la Segunda Guerra Mundial. Entonces vi ciudades como Hamburgo, como Mannheim, completamente destruidas.
P.?Toda guerra en nombre del bien comporta en realidad el mal en ella, dice usted. ?Ocurre en Ucrania?
R.?S¨ª, pero a un nivel mucho menos masivo. Si bien la Rusia de Putin es culpable de haber atacado, y hasta intentado anexionar Ucrania, hay cr¨ªmenes de guerra que se han podido cometer en ambos bandos, hay propaganda de guerra en ambos lados. La guerra favorece las mentiras, la informaci¨®n falsa, el ocultamiento de lo que es negativo para tu bando¡ He querido que nuestros contempor¨¢neos sean conscientes de ello. Sobre todo porque en Francia, por ejemplo, ha habido una especie de beatificaci¨®n de Ucrania, a la par que se han atribuido intenciones diab¨®licas a Putin.
P.??No son diab¨®licas las intenciones de Putin?
R.?Lo que es diab¨®lico en Putin, sobre todo, es su represi¨®n interna sobre sus opositores y la dictadura que mantiene en Rusia. Est¨¢ en medio de una guerra, que evidentemente tiene aspectos criminales. Pero somos informados de las acciones de los rusos por los ucranios. Hay bruma informativa.
P.?En su libro hace un claro alegato por la paz. Pero la paz implica hacer concesiones a un invasor, a Putin.
R.?Cuando las fuerzas de los dos adversarios est¨¢n igualadas, se puede llegar a acuerdos de compromiso. Crimea, en 2014, contaba en el censo con 1.400.000 rusos, 500.000 ucranios y 400.000 t¨¢rtaros. Teniendo en cuenta la historia y la demograf¨ªa, se podr¨ªa buscar un acuerdo en este terreno. No est¨¢ claro por qu¨¦ Ucrania pide un monopolio sobre Crimea, se puede buscar un compromiso. Donb¨¢s es una regi¨®n extremadamente rica en minerales que comenz¨® a ser industrializada por la Rusia zarista a finales del siglo XIX. Y fue la URSS de Stalin la que la hiperindustrializ¨®, una gran parte de ingenieros y obreros son de origen ruso. Se podr¨ªa plantear la cuesti¨®n de que las riquezas de Donb¨¢s fueran explotadas en com¨²n.
P.??Se debe hacer este tipo de concesiones?
R.?Podr¨ªa ser una soluci¨®n de compromiso para obtener la soberan¨ªa de Ucrania, su adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea y su neutralidad militar. No debemos olvidar que los estadounidenses desempe?aron un papel clave en toda la cronolog¨ªa que llev¨® a la guerra, con la extensi¨®n de la OTAN. Hay un nuevo imperialismo ruso de car¨¢cter paneslavo. Pero tambi¨¦n hay un imperialismo estadounidense que est¨¢ presente de manera pol¨ªtica, econ¨®mica y militar. Ucrania, en su b¨²squeda de la independencia y la soberan¨ªa, es el escenario de un conflicto de dos imperialismos. Con este libro, yo sab¨ªa que no estaba en el mainstream, s¨¦ muy bien que es disidente en las actuales circunstancias. Y aun as¨ª, corr¨ª el peligro, el peligro de ser atacado. Sabe, en Francia, enseguida tildan de putiniano a quien no est¨¢ de acuerdo¡
P.??Le preocupa?
R.?No me gusta. Pero mi deber es decir lo que creo que es ¨²til. Estamos en una era en la que el pensamiento maniqueo y las alternativas simplistas se hacen pasar por conocimiento o pensamiento. Y en las condiciones actuales, cada vez es m¨¢s dif¨ªcil defender una visi¨®n compleja de las cosas.
P.?Volveremos tal vez sobre la guerra, pero, cambiando de tercio, se dice usted heredero de Montaigne y Spinoza.
R.?S¨ª, porque Montaigne aconsejaba la pr¨¢ctica de la duda y del autoconocimiento. Ten¨ªa un esp¨ªritu muy humano. Dec¨ªa: ¡°Todo hombre es mi compatriota¡±. Es el primer anticolonialista. Y Spinoza hizo la gran revoluci¨®n del pensamiento moderno al acabar con la idea de un Dios superior y externo al mundo que es su creador y due?o. Dio la soberan¨ªa creativa a la naturaleza.
P.?Perm¨ªtame una pregunta, se?or Morin: ?qu¨¦ hace usted para mantener tan bien sus facultades intelectuales con 101 a?os?
R.?Persevero en mi ser, como dir¨ªa Spinoza. La edad me afecta, camino peor que antes, tengo diversos problemas f¨ªsicos, pero, afortunadamente, mentalmente sigo siendo el mismo. Conservo toda mi curiosidad, mi inter¨¦s por el futuro de la humanidad.
P. ?Y c¨®mo ve ese futuro?
R.?No creo que caminemos hacia un ma?ana brillante. El futuro es oscuro. S¨¦ que a menudo lo inesperado sucede en la historia, estoy atento y vigilante. Pero estoy muy angustiado por el futuro de la humanidad.
P.?En su libro Lecciones de un siglo de vida dice usted que es fundamental tener una vida po¨¦tica.
R.?No se puede vivir po¨¦ticamente todo el rato. La vida es una lucha entre prosa y poes¨ªa. La prosa son las cosas aburridas, las que tienes que aguantar. La poes¨ªa es ese estado de encantamiento, de comuni¨®n, de disfrute, el que te da el amor por otro, la amistad colectiva, una obra de arte¡ Cada uno de nosotros debe intentar cultivar la parte po¨¦tica de la vida porque eso es vivir. Lo otro es solo supervivencia.
P.??Qu¨¦ es lo que m¨¢s le sorprende de la forma de vida contempor¨¢nea?
R.?En las grandes ciudades, sobre todo, el anonimato. Yo viv¨ª en mi juventud una ¨¦poca en que los vecinos no solo hablaban entre ellos, sino que se ayudaban, charlabas con el dependiente de la tienda¡ Hoy asistimos a la destrucci¨®n de la convivencia. Algo queda, con los amigos, con la familia. Adem¨¢s del anonimato, est¨¢n la robotizaci¨®n de la vida, las obligaciones cronometradas cada vez m¨¢s estrictas en el trabajo¡ Todo esto conduce a una degradaci¨®n de la civilizaci¨®n, del civismo y de las relaciones humanas.
P.?Usted suele decir que en nuestras sociedades se est¨¢ produciendo una met¨¢stasis del ego.
R.?El individualismo moderno ha desarrollado aspectos positivos, como la conquista de la autonom¨ªa. Pero tambi¨¦n negativos, como el predominio de uno mismo sobre los dem¨¢s. El ser humano es, por un lado, egoc¨¦ntrico: debe defenderse, alimentarse y pensar en s¨ª mismo; pero tambi¨¦n est¨¢ abierto a los dem¨¢s, es comunitario, est¨¢ el amor¡ El egocentrismo debe reducirse al m¨ªnimo vital de conservaci¨®n. La fraternidad es algo capital.
El anonimato de las ciudades y la robotizaci¨®n de la vida degradan el civismo y las relaciones humanas¡±
P.?Dijo usted en una entrevista con Nuccio Ordine: ¡°El desarrollo econ¨®mico capitalista ha desencadenado los grandes problemas de nuestro planeta¡±. ?Es as¨ª?
R.?La hegemon¨ªa del beneficio se est¨¢ manifestando en todo el mundo y est¨¢ conduciendo a la degradaci¨®n ecol¨®gica del planeta. Tenemos que resistir, tratando de vivir en un oasis de fraternidad y convivencia, porque por el momento no hay una fuerza pol¨ªtica capaz de crear una nueva pol¨ªtica de civilizaci¨®n, una v¨ªa.
P.?En este punto de su vida, ?c¨®mo se define usted pol¨ªticamente?
R.?Me defino como un hombre de izquierdas. Pero desde mi ruptura en 1951 con el comunismo, soy independiente de cualquier partido y quiero seguir si¨¦ndolo. Ser de izquierdas significa tomar elementos de tres fuentes principales, y de una cuarta: del anarquismo, el individuo libre; del socialismo, una sociedad mejor; del comunismo, una hermandad humana. Estas tres nociones se han separado y opuesto y, para m¨ª, estas tres nociones deben estar asociadas. La cuarta es la relaci¨®n con la naturaleza que nos ense?a la ecolog¨ªa.
P.??Y c¨®mo se debe situar la izquierda frente a ese desarrollo econ¨®mico capitalista?
R.?Hay que revertir la hegemon¨ªa del beneficio en todos los ¨¢mbitos donde sea posible. En agricultura, dejar progresivamente la industrializada para ir hacia una ecol¨®gica. Hay que recuperar el sentido de la solidaridad. El neoliberalismo econ¨®mico tiende a destruir los servicios p¨²blicos, hay que insuflarles vitalidad. Hacen falta reformas para transformar paulatinamente la sociedad porque, en mi opini¨®n, la revoluci¨®n no es posible; al menos, tal y como ha existido, ha sido m¨¢s destructiva que constructiva, pienso en la Uni¨®n Sovi¨¦tica o en China. Esta es una misi¨®n colectiva progresista y, por el momento, no hay ninguna fuerza pol¨ªtica capaz de impulsarla.
P.??No encuentra usted en ning¨²n pa¨ªs una fuerza de izquierdas que le resulte interesante?
R.?Hubo intentos, pero duraron muy poco y fracasaron, como el Ecuador del presidente Correa; en Chile hubo un impulso, pero no concluy¨®; en Brasil, hubo elementos positivos, pero no funcion¨®. El planeta est¨¢ en un proceso de regresi¨®n pol¨ªtica generalizada: crisis de la democracia, reg¨ªmenes con fachada democr¨¢tica y neoautoritarios que se multiplican¡ No es solo el caso de Rusia, Turqu¨ªa o Hungr¨ªa. En Europa hay otros pa¨ªses amenazados, como Francia.
Cada uno de nosotros debe intentar cultivar la parte po¨¦tica de la vida porque eso es vivir. Lo otro es solo superviviencia¡±
P.??Ve a Francia amenazada?
R.?Regresi¨®n econ¨®mica, crecimiento de las desigualdades, un poder de superricos, una ¨¦lite muy peque?a mientras el resto del mundo se empobrece¡ Estamos en una pendiente peligrosa.
P.??Y c¨®mo cree que ha influido en todo esto el pulso a Macron en las calles y el aumento de la edad de jubilaci¨®n en Francia?
R.?Creo que el movimiento que se beneficiar¨¢ de todo esto ser¨¢ el Reagru?pamiento Nacional de Marine Le Pen, que se ha mantenido a la espera. Con la desintegraci¨®n de la derecha cl¨¢sica, la crisis del macronismo, que era una especie de centrismo, y la crisis de la izquierda, existe el peligro de que en las pr¨®ximas elecciones, ?Reagrupamiento Nacional, legalmente, llegue al poder y establezca un poder neoautoritario.
P.?En una entrevista que concedi¨® usted durante la pandemia dijo: ¡°A mi edad, la muerte siempre acecha. Por eso, es mejor pensar en la vida y en lo que est¨¢ pasando¡±. La muerte es un tab¨² en nuestra sociedad, pero ?lo es tambi¨¦n a los 101 a?os?
R.?Creo que ese tab¨² se ha debilitado un poco. Cuando escrib¨ª El hombre y la muerte, en 1951, era un tema que parec¨ªa obsceno. Pero es verdad que, cuando uno rebasa los 100 a?os, llega a una tierra muy poco conocida y poco habitada, no hay muchos centenarios. Es evidente que la proximidad de la muerte es permanente. Es algo que me puede ocurrir cualquier noche, no se sabe. Mientras estoy pose¨ªdo por las fuerzas de la vida, de la participaci¨®n, de la curiosidad y de la acci¨®n, el espectro de la muerte retrocede. Pero debo decir que hay momentos de vac¨ªo en que, bruscamente, se me aparece. Y me digo: ?es esto? Es el destino, no solo de todos los seres vivos, sino de todo lo que hay en el mundo: incluso las estrellas mueren. A veces, claro, la idea de que mi yo desaparezca me da una sensaci¨®n de vac¨ªo; siento la presencia de la nada. Pero no me obsesiona, son momentos. Estoy mucho m¨¢s centrado en las fuerzas de la vida que me siguen animando.
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