Jason Hickel, antrop¨®logo: ¡°Para reducir emisiones, lo primero es recortar las de los ricos¡±
El investigador estadounidense, te¨®rico del decrecimiento, propone reducir el tama?o de sectores ¡°menos necesarios¡± como la moda r¨¢pida o los cruceros
Jason Hickel (Manzini, Suazilandia, 1982) lleva varios a?os estudiando un concepto que para muchos es una utop¨ªa y para otros el horror: el decrecimiento. Este investigador estadounidense en antropolog¨ªa econ¨®mica, miembro de la Royal Society of Arts, cree que decrecer no solo es posible, sino tambi¨¦n obligatorio, si pretendemos seguir existiendo. El mundo que imagina este catedr¨¢tico del Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa Medioambiental de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y del Centro de Justicia Global y Medio Ambiente de la Universidad de Oslo es poscapitalista. Es experto en desigualdad global, econom¨ªa pol¨ªtica, posdesarrollo y econom¨ªa ecol¨®gica, y acaba de publicar en Espa?a Menos es m¨¢s. C¨®mo el decrecimiento salvar¨¢ al mundo (Capit¨¢n Swing), uno de los libros del a?o 2020 seg¨²n Financial Times. En ¨¦l afirma que el capitalismo, con su exigencia de expansi¨®n perpetua, est¨¢ devastando el mundo y que la ¨²nica soluci¨®n que conducir¨¢ a un cambio significativo e inmediato es el decrecimiento.
PREGUNTA.?Muchos oyen la palabra decrecimiento y se echan a temblar. Usted afirma que renunciar al crecimiento no equivale a renunciar al progreso.
RESPUESTA.?Sabemos que las principales causas del bienestar humano son tener acceso a una sanidad p¨²blica, a una educaci¨®n p¨²blica y a una seguridad econ¨®mica a trav¨¦s de una renta vitalicia. Son las cosas que importan. Y para lograrlas no necesitamos crecer.
P.?En ese mundo que usted imagina, ?c¨®mo elegir¨ªamos cu¨¢les son esas cosas que importan?
R.?A trav¨¦s de m¨¢s democracia, de m¨¢s discusiones democr¨¢ticas. A trav¨¦s de una asamblea ciudadana, por ejemplo. Ha habido asambleas ciudadanas en Francia o Espa?a [la primera Asamblea Ciudadana para el Clima tuvo lugar hace un a?o] que han compartido principios de decrecimiento.
P.?Afirma que el crecentismo nos impide pensar de otra forma. Usa las palabras de Gramsci: ¡°Cuando una ideolog¨ªa se normaliza tanto, es dif¨ªcil reflexionar sobre ella¡±.
R.?Ahora mismo estamos bloqueados, hemos vaciado nuestra capacidad intelectual. Asumimos que el crecimiento solucionar¨¢ nuestros problemas, nos cuesta pensar de otra forma. Me gustar¨ªa subrayar que cuando hablamos de formas de producci¨®n que se organizan a trav¨¦s de la acumulaci¨®n de capital, muchas veces de lo que estamos hablando es del consumo de las ¨¦lites. Se prev¨¦ que los millonarios emitir¨¢n el 72% de todo lo que realmente podemos contaminar para cumplir con los Acuerdos de Par¨ªs. Este tema, todo ¨¦l, va de inequidad.
P.?Usted ha tratado la desigualdad en su libro anterior, The Divide (2017, sin traducir). ?Qu¨¦ medida cree m¨¢s urgente para reducirla?
R.?Necesitamos reducir el poder de compra de los ricos. Las dos pol¨ªticas que ayudan a ello son: aumentar el impuesto a la riqueza y establecer una ratio entre ingresos m¨¢ximos y m¨ªnimos. De 10 a 1, o de 5 a 1¡ Esto deber¨ªa estar ya en la conversaci¨®n. En un mundo donde tenemos que reducir emisiones, debemos reduc¨ªrselas primero a los ricos para que todos logremos beneficios. Pero los pol¨ªticos lo que intentan en cada ocasi¨®n es trasladarle el coste a los pobres. Los chalecos amarillos son un ejemplo de ello.
P.??Cu¨¢ndo se empieza a hablar del decrecimiento como una posibilidad?
R.?Los primeros son los movimientos anticolonialistas de los a?os treinta, aunque entonces no lo llamaban decrecimiento. Ped¨ªan un movimiento econ¨®mico que no necesitara de un crecimiento perpetuo y, por tanto, del colonialismo. La palabra decrecimiento no surgi¨® hasta 2009 y fue de la mano de la econom¨ªa ecol¨®gica. Ahora, la crisis econ¨®mica se ha acelerado y la idea ha ido ganando atractivo. Se ha hecho evidente que los pa¨ªses ricos no podr¨¢n descarbonizarse con la rapidez necesaria para cumplir con los Acuerdos de Par¨ªs. Cuanto m¨¢s perseguimos el crecimiento, m¨¢s dif¨ªcil es no crecer por encima del nivel requerido para que logremos una reducci¨®n de 1,5 grados a nivel global. Algunos pa¨ªses lo han logrado ¡ªSuecia, Dinamarca, Reino Unido¡ª, pero a una velocidad que ni se acerca a la necesaria.
P.??Qu¨¦ tendr¨ªamos que hacer para lograrlo?
R.?Es esencial que los sectores menos necesarios reduzcan su tama?o: empresas de cruceros, moda r¨¢pida, macrogranjas, alquiler de yates¡ As¨ª reducir¨ªamos la demanda energ¨¦tica. Debemos elegir qu¨¦ sectores queremos que se reduzcan. Tenemos que atrevernos a pensar de otra forma.
P.??Y qu¨¦ deber¨ªamos hacer respecto al PIB? Ya no nos servir¨ªa como indicador.
R.?Deber¨ªamos pensar qu¨¦ cosas valoramos: la vivienda, la reducci¨®n de la desigualdad, que mejore la calidad del suelo, que se reduzca la extracci¨®n de agua¡ Cuantificar¨ªamos esos objetivos sociales y ecol¨®gicos en lugar del crecimiento econ¨®mico en la esperanza de que este, m¨¢gicamente, solucione nuestros problemas.
P.?Uno de los problemas es que las generaciones futuras no tienen voz ni voto. A muchos no les preocupa.
R.?Hay investigaciones emp¨ªricas que han comprobado que a la mayor¨ªa de las personas s¨ª les importan y quieren compartir la Tierra con ellas. A los que no les importa el futuro son solo una peque?a proporci¨®n, alrededor del 25%. Cuando tengamos m¨¢s poder de decisi¨®n lograremos m¨¢s equidad.
P.??Qu¨¦ tendr¨ªa que pasar para que pa¨ªses como China acepten subirse a este barco? Cuesta imaginar un decrecimiento global.
R.?Est¨¢ claro que las naciones ricas usan mucha m¨¢s energ¨ªa per capita que China. Los acuerdos internacionales ser¨ªan esenciales. Empieza a haber movimientos en este sentido. Por ejemplo, el tratado de no proliferaci¨®n de combustibles f¨®siles, que est¨¢ sobre la mesa y que promueve que los pa¨ªses lleguen a un reparto para ir reduciendo el uso de estos combustibles. Muchos pa¨ªses lo apoyan. Es un ejemplo del tipo de cosas que necesitamos.
P.??Qu¨¦ pa¨ªses deber¨ªan tirar del carro?
R.?Espa?a, entre otros. Va a perder 1,3 millones de hect¨¢reas de grano por la sequ¨ªa, las proyecciones clim¨¢ticas son terribles. Deber¨ªamos estar movilizando a la UE para que se adopten acuerdos y evitar este futuro dist¨®pico.
P.?Ahora mismo se est¨¢n aprobando normas que suponen un cambio respecto a la etapa neoliberal: medidas para reducir el coste de la vivienda, impuesto a la banca¡ ?En qu¨¦ momento dir¨ªa que estamos?
R.?Parece que estamos entrando en un punto de inflexi¨®n. Muchos mitos y certidumbres est¨¢n empezando a caer, la gente empieza a desear un mundo distinto, con potencial revolucionario. Es dif¨ªcil afirmar ad¨®nde nos va a llevar. Depende de cu¨¢n fuertes sean los movimientos sociales.
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