Bildu, la memoria era esto
Es pertinente se?alar que 44 excolaboradores o miembros de ETA est¨¢n en unas listas electorales. Porque en aquellos oscuros d¨ªas eran ellos los que hac¨ªan listas de objetivos, y esas personas acababan muertas, con escolta o se ten¨ªan que ir
La pol¨¦mica de EH Bildu no solo le sirve al PP y a Vox para decir barbaridades, es ¨²til para recordar. En aquellos d¨ªas oscuros de ETA era raro llamar a las cosas por su nombre. Por eso recuerdo la claridad de Sandra, hija de Isa¨ªas Carrasco, concejal socialista de Mondrag¨®n asesinado por ETA en 2008, justo antes de unas elecciones. En su funeral lo resumi¨® as¨ª, tras pedir, por cierto, que no se utilizara el crimen pol¨ªticamente: ¡°Solo puedo decir que han sido unos hijos de puta, nada m¨¢s¡±. A todos nos pareci¨® muy bien expresado. Digamos que era una de esas excepciones que ETA pod¨ªa permitir, acababan de matar a su padre. Si no, no, te mataban por menos de eso. Poco se emple¨® esta definici¨®n tan precisa, y recuerdo que To?i Santiago, la madre de una ni?a de 6 a?os asesinada por ETA en Santa Pola, Alicante, en 2002, se volvi¨® a los etarras del banquillo en la Audiencia Nacional, en 2012, y dijo simplemente: ¡°Hijos de puta¡±. El tribunal la reconvino, aun comprendi¨¦ndola, porque las personas de bien no hacemos esas cosas, nos contenemos. De hecho, a m¨ª me contiene el pu?etero Libro de Estilo.
Cuando pasaron esos d¨ªas oscuros en que no se pod¨ªan decir las cosas por su nombre, Fernando Savater volvi¨® a desarrollar el concepto en este peri¨®dico con lucidez. Fue el a?o pasado, en el aniversario del asesinato de Joseba Pagazaurtundua en 2003 en Andoain, y escribi¨®, tras advertir que ETA no fue un fen¨®meno natural: ¡°A Joseba le asesin¨® un determinado hijo de puta, por orden de otros hijos de puta¡±. Es decir, no es lo mismo el desahogo de decir que los de ETA son eso, que aclarar que tienen nombres y apellidos, y lo es cada uno a t¨ªtulo individual. La memoria era esto, recordar el nombre y apellido de las v¨ªctimas, y los de sus asesinos y c¨®mplices, para llamar a las cosas por su nombre. No es olvidar y aqu¨ª no ha pasado nada. Ha pasado. Por eso es pertinente se?alar que 44 de esos determinados individuos est¨¢n en unas listas electorales. Porque en aquellos oscuros d¨ªas eran ellos los que hac¨ªan listas. Listas de objetivos, y esas personas con nombres y apellidos acababan muertas, con escolta o se ten¨ªan que ir.
No todos eran asesinos, es verdad, otros eran c¨®mplices. Un vecino chivato es la cosa m¨¢s nazi y mafiosa que uno se pueda echar a la cara. Entrar en un bar a ver a los amigos, porque has tenido que huir hace a?os tras ser amenazado y tiroteado, y volver al pueblo solo en Nochevieja para tomarte un vino con ellos, y resulta que la camarera se va un momento al tel¨¦fono, avisa a un comando y a los diez minutos te pegan un tiro en la nuca. Es lo que hizo una de esas candidatas a concejal, Bego?a Uzkudun, que ahora ha reculado, con su vecino Jos¨¦ Larra?aga en Azkoitia, en 1984. Semejante desvelo por tus vecinos supongo que te prepara para defender mejor que nadie sus intereses y sus zonas verdes. M¨¢s bien te invalida para el resto de tu vida para todo lo que no sea estar calladito y desaparecer de la verg¨¹enza. Mientras haya memoria, habr¨¢ que recordarles a estos determinados individuos lo que fueron, y lo que son. Porque hay unos miles de vascos que les votan que imagino que podr¨ªan aceptar una lista electoral con Jack el Destripador, Hannibal Lecter y toda la familia Manson con tal de que lo hubieran hecho por la independencia de Euskadi, por una buena causa. Ahora tenemos que agradecerles su compromiso con ¡°v¨ªas exclusivamente pac¨ªficas¡±. Pobres incomprendidos. Eso es lo malo de los matones del pueblo, que ya se quedan con esa fama.
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