Natalia Arno, disidente rusa: ¡°Los ataques en suelo ruso abren los ojos a la poblaci¨®n¡±
Esta defensora de la democracia huy¨® de Rusia bajo amenazas en 2012. En mayo fue v¨ªctima de un supuesto intento de envenenamiento. Dice que Putin y Rusia no son lo mismo
Natalia Arno sabe por experiencia el precio que en la Rusia de Vlad¨ªmir Putin se paga por criticar al poder. Tras varios a?os trabajando en Mosc¨² en organizaciones a favor de la democracia, en 2012 tuvo que inventarse de un d¨ªa para otro una nueva vida. ¡°Me dijeron que ten¨ªa 48 horas para abandonar mi pa¨ªs. Si no, me enfrentaba a 20 a?os de c¨¢rcel acusada de traici¨®n¡±, asegura esta mujer nacida en Siberia que ahora vive en Washington DC.
La lejan¨ªa de Rusia no ha sido una garant¨ªa de seguridad. Durante un viaje a Praga en mayo de este a?o, Arno de repente sinti¨® un profundo dolor y que varias partes de su cuerpo se dorm¨ªan. Poco antes, la puerta de su habitaci¨®n de hotel hab¨ªa aparecido abierta dejando un olor que describi¨® como de ¡°perfume barato¡±. Ella prefiere no entrar en detalles ¡ªdice que los hechos est¨¢n siendo investigados¡ª, pero todo apunta a un intento de envenenamiento como el de numerosos opositores rusos. Los guardias de seguridad que la custodiaban este mi¨¦rcoles en Madrid, en la Fundaci¨®n Rafael del Pino, donde al d¨ªa siguiente dar¨ªa una charla, atestiguan las estrictas normas de seguridad con las que vive. ¡°Estoy acostumbrada. En Rusia, las fuerzas de seguridad me dec¨ªan que sab¨ªan hasta el color de mi ropa interior¡±.
Arno, que lleva un pin con forma de coraz¨®n con la bandera ucrania, fund¨® en 2014 la Free Russia Foundation, una asociaci¨®n que, con financiaci¨®n de EE UU, apoya a activistas exiliados de Rusia y Bielorrusia. Desde la organizaci¨®n que preside, trata de deshacer el que considera uno de los grandes malentendidos sobre su pa¨ªs: ¡°Mucha gente cree que Putin y Rusia son lo mismo. Pero es un gran error¡±.
PREGUNTA.?Occidente ha reaccionado de forma rotunda a la invasi¨®n rusa de Ucrania de 2022. Pero no ocurri¨® as¨ª en el pasado, como en 2014, tras la anexi¨®n ilegal de Crimea y la guerra de Donb¨¢s. ?Envalenton¨® a Putin esa t¨ªmida respuesta?
RESPUESTA.?Esta guerra es el peor escenario posible. Es una gran tragedia para los ucranios, pero tambi¨¦n es un desastre para los rusos. Hace a?os que advertimos al mundo de la naturaleza corrupta y criminal del r¨¦gimen de Putin. Hemos sido sus primeras v¨ªctimas. Ha encarcelado, envenenado y asesinado a muchos. Avisamos de que la represi¨®n no se quedar¨ªa dentro de las fronteras del pa¨ªs. La represi¨®n interna y la agresi¨®n externa son las dos caras de la misma moneda. Si Occidente hubiera sido m¨¢s en¨¦rgico, no se habr¨ªa atrevido a atacar a Ucrania. Occidente lo ha permitido. Hab¨ªa un ej¨¦rcito enorme de abogados, banqueros, pol¨ªticos, periodistas occidentales que ayudaban al r¨¦gimen a fortalecerse. Cuando Putin entendi¨® que nadie le castigaba se atrevi¨® a ir m¨¢s lejos.
P.??Funcionan las sanciones?
R.?A¨²n hay margen para m¨¢s.
P.??En qu¨¦ sectores?
R.?Hacen falta m¨¢s sanciones personales. En lugar de dirigirse a docenas de personas, deber¨ªan ir contra centenares o miles. Todos los miembros del Parlamento y de los ministerios que han impulsado la legislaci¨®n represiva deber¨ªan verse afectados. Tambi¨¦n hay que mejorar la implementaci¨®n de las sanciones ahora que Putin est¨¢ d¨¦bil. Este es el momento. Muchos pa¨ªses se est¨¢n beneficiando de la guerra y ayudan al Kremlin a eludir estos castigos.
P.??C¨®mo es la relaci¨®n de los rusos con el r¨¦gimen y su l¨ªder?
R.?Muchos rusos no apoyan esta agresi¨®n. Pero hay un nivel de represi¨®n sin precedentes, mucho mayor que en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. En la era de Breznev hab¨ªa un centenar de presos pol¨ªticos frente a los 557 de ahora. Y organizaciones de derechos humanos creen que este es un c¨¢lculo conservador, que la realidad puede ser dos o tres veces superior. Unos 20.000 ciudadanos han sido detenidos por las protestas en un contexto represivo en el que puedes ir 15 a?os a la c¨¢rcel por decir la palabra guerra. Seg¨²n varias ONG, desde el inicio de la guerra solo ha habido 25 d¨ªas en los que ning¨²n ruso fuera detenido en una protesta. Casi todos los d¨ªas hay alguna protesta aunque se informe poco de ellas, el Kremlin prohibi¨® todos los medios de comunicaci¨®n independientes. Ahora est¨¢n todos en el exilio. El descontento aumenta porque j¨®venes de zonas pobres de etnias distintas a la eslava van obligados a la guerra como carne de ca?¨®n.
P.?Llama la atenci¨®n que las cr¨ªticas que o¨ªmos al Kremlin no provienen de sectores liberales contrarios a la guerra, sino de halcones que reclaman mayor dureza contra Ucrania.
R.?Las voces m¨¢s nacionalistas son las que m¨¢s ruido hacen, pero no son mayoritarias. Hay un grupo de personas a favor de la democracia. No solo dentro de Rusia, tambi¨¦n en el exilio. M¨¢s de un mill¨®n de personas salieron del pa¨ªs el a?o pasado. El problema es que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es apol¨ªtica o tiene miedo. Gran parte del pa¨ªs est¨¢ zombificado tras 24 a?os de propaganda de Putin. Lo primero que hizo al llegar al poder fue capturar a los medios. La gran divisi¨®n en la sociedad rusa se debe a c¨®mo consume informaci¨®n. Est¨¢ los que ven la televisi¨®n y los que obtienen informaci¨®n de forma independiente.
P.?Muchos rusos segu¨ªan la regla de olvidarse de la pol¨ªtica mientras su vida no se viera afectada. Con la movilizaci¨®n obligatoria, el aislamiento internacional y las sanciones, esta din¨¢mica ya no funciona. Pero quiz¨¢s ahora es demasiado tarde para dar marcha atr¨¢s.
R.?Nunca es demasiado tarde. La invasi¨®n a gran escala ha sido un error suicida del Kremlin. Putin ha perdido por completo el sentido de la realidad. Subestim¨® la valent¨ªa de los ucranios, la resistencia de las fuerzas prodemocr¨¢ticas rusas y el nivel de corrupci¨®n, que es alt¨ªsimo. Y sobreestim¨® el poder de su ej¨¦rcito. La soluci¨®n para detener la guerra no pasa solo por las protestas de los rusos. Tambi¨¦n hay que aumentar la presi¨®n externa sobre el Kremlin. No hay una ¨²nica bala de plata.
P.?En los ¨²ltimos d¨ªas estamos viendo ataques en suelo ruso. ?Es esta una nueva fase de la guerra?
R.?Cuanto m¨¢s vean los rusos que esto no es una ¡°operaci¨®n especial limitada¡± [el t¨¦rmino con el que el Gobierno se refiere a la guerra], mejor.
P.??Aprueba estos ataques?
R.?Es una forma de abrir los ojos a la poblaci¨®n. La gente en las grandes ciudades no ve la guerra. Creen que todo est¨¢ normal, que las cosas son como antes. Cuantas m¨¢s personas sepan lo que ocurre, m¨¢s protestas habr¨¢. Uno de los grandes problemas en Rusia ha sido esa apat¨ªa ante la pol¨ªtica, ese no interferir con el Gobierno. As¨ª empezaron a controlarlo todo. Necesitamos una transici¨®n a la democracia. Ser¨¢ la ¨²nica forma de garantizar la seguridad y estabilidad en Ucrania y en todo el mundo.
P.?Muchos ucranios dicen que su problema no es solo Putin, sino toda Rusia.
R.?Es cierto que muchos rusos est¨¢n zombificados y apoyan la ideolog¨ªa nacionalista. Pero a veces oigo que estas ideas est¨¢n en el ADN de los rusos, que somos incapaces de tener una democracia. Es algo insultante y racista. Si fuera as¨ª, ?c¨®mo existe una Corea democr¨¢tica y otra dictatorial? En Rusia hay unas 190 etnias. ?Realmente todas ellas tienen el ADN defectuoso? Esas ideas son, adem¨¢s, un gran obst¨¢culo para luchar por la democracia. Porque, si esta no es la guerra de Putin, sino de toda Rusia, ?los que nos oponemos a ella somos entonces traidores a nuestro pueblo? Supone decir que Putin es nuestro protector y que el resto del mundo est¨¢ en nuestra contra. Pedimos justo lo contrario: que no nos juzguen por nuestra nacionalidad, sino por nuestros valores y hechos.
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