Irse de vacas a darse un voltio
Ya en el siglo de Oro se sustitu¨ªa una palabra por otra de similares s¨ªlabas iniciales y con el sentido del vocablo reemplazado
Oigo en la radio la palabra ¡°boleto¡± con un sentido diferente del que marca el Diccionario. Algunos profesionales de las ondas hablan en antena del pr¨®ximo boleto, o de que entrevistar¨¢n a alguien despu¨¦s del boleto, o mencionan algo de lo que se hab¨ªa informado en el boleto anterior.
Dejo aparte mi duda sobre la comprensi¨®n del t¨¦rmino por el p¨²blico en general, para comentar ese interesante procedimiento de transferencia sem¨¢ntica por contagio. Diego Varela Villafranca defendi¨® en 2016 en la Universidad Aut¨®noma de Madrid una interesant¨ªsima y singular tesis doctoral al respecto, y en ella denomina este fen¨®meno ¡°homonimia parasitaria¡±. Consiste en sustituir una palabra por otra de similares s¨ªlabas iniciales y que incorpora el sentido del vocablo reemplazado. De ese modo, ¡°boleto¡± parasita el significado de ¡°bolet¨ªn¡± (el resumen informativo que se suele ofrecer en las horas en punto).
Varela documenta en su tesis 903 ejemplos de Espa?a y de Am¨¦rica. Y muestra que la t¨¦cnica viene de lejos, pues un 11% de ellos corresponden al Siglo de Oro, como sucede con ¡°calvinista¡± (los seguidores de Juan Calvino) en lugar de ¡°calvo¡±; o con ¡°Cornelio¡± (nombre propio) en vez de ¡°cornudo¡±.
Generalmente se trata de t¨¦rminos coloquiales con valor humor¨ªstico, pero tambi¨¦n los hay con tintes eufem¨ªsticos y profesionales. Algunos se han asentado tanto en la lengua, que figuran en el Diccionario acad¨¦mico (Varela anota 105 ejemplos). Es el caso de ¡°pagano¡± ¨Cneologismo sem¨¢ntico que ya us¨® Quevedo¨C y ¡°paganini¡±. Ambos se forman a partir de ¡°pagar¡± y designan a quien, por abuso de los dem¨¢s, acaba abonando la cuenta, sin que ello tenga que ver con que no haya sido bautizado ni con el c¨¦lebre m¨²sico italiano. O ¡°chuleta¡± como sustitutivo de ¡°chulo¡±; o ¡°dar un voltio¡±, que nombra la idea de ¡°vuelta¡± a partir de la unidad de potencial el¨¦ctrico.
La lista de Diego Varela no es ni puede ser exhaustiva, claro; pero cumple su objetivo de deducir reglas en la formaci¨®n de esos graciosos par¨¢sitos, clasificarlos morfol¨®gicamente, averiguar su origen, documentar su ¨¦poca.
No encontramos ah¨ª ¡°boleto¡±; ni ¡°gamba¡± (en su valor de ¡°gamberro¡±: hacer el gamba). Tampoco (quiz¨¢s debido a su diferente formaci¨®n) expresiones como ¡°ya ves truz¡± (¡°ya ves t¨²¡±, que se cruza con ¡°avestruz¡±), ¡°?qu¨¦ tal andamios?¡±, ¡°digamel¨®n¡± o ¡°efectiviwonder¡± (que viene de Steve Wonder, efectivamente). Recuerdo que a?os atr¨¢s llam¨¢bamos en la Redacci¨®n ¡°mastercillos¡± a los periodistas procedentes de nuestro M¨¢ster de Periodismo. No tardamos en denominarlos ¡°mastuercillos¡±. Cari?osamente.
Pero s¨ª figuran en la tesis otras muchas creaciones: ¡°bizcocho¡± en lugar de ¡°bizco¡±; ¡°vagoneta¡± por ¡°vago¡±; ¡°clarinete¡± en lugar de ¡°claro¡± (¡°lo tengo clarinete¡±); o ¡°alabardero¡±, que se predica de la persona aduladora y servil (porque se dedica a alabar); y ¡°lej¨ªa¡±, en vez de ¡°legionario¡±; ¡°pedal¡± por ¡°pedo¡± (cogerse un pedal, una borrachera); ¡°lenteja¡±, para quien usa lentes; ¡°maleta¡±, por ¡°malo¡± (¡°ese jugador es un maleta¡±); ¡°rogelio¡± en vez de ¡°rojo¡± (o izquierdista); y ¡°miranda¡± a partir de ¡°mirar¡± (¡°estoy de miranda¡±, y no necesariamente de Miranda de Ebro).
Tambi¨¦n refleja la historia de ¡°vacas¡± (por ¡°vacaciones¡±); y se explica que de ¡°hacer vacas¡± (dejar el pupitre vacante) deriv¨® ¡°hacer novillos¡±.
Mucha gente saldr¨¢ de vacas ahora, y esa vieja locuci¨®n adquirir¨¢ un inesperado doble sentido cuando alguien nos cuente que va a pasarlas en el campo.
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