La impotencia nacional, por do?a Letizia Ortiz
Lo dram¨¢tico, desde mi punto de vista, es que la reina de Espa?a tenga que rapear porque no encuentra un canal adecuado para poder expresar su reivindicaci¨®n, para hacer algo, para cambiar las cosas de una vez
¡°Hago lo que puedo¡±, comenz¨® a rapear la reina Letizia Ortiz. ¡°Llego a lo que llego y no es sano que me exija tanto. Duelen los enfados y las malas caras cuando fallo en algo, pero duele m¨¢s cuando no valoran que lo has intentado¡±, sigui¨®. ¡°Y lo estoy intentando¡±, dijo enfatizando con una nota de afinado destemple. ¡°Perd¨®n si no alcanzo, pero ?por qu¨¦ han pensado que lo har¨ªa bien todo el rato?¡±. La llamada de auxilio de la reina de Espa?a no era personal sino social. ...
¡°Hago lo que puedo¡±, comenz¨® a rapear la reina Letizia Ortiz. ¡°Llego a lo que llego y no es sano que me exija tanto. Duelen los enfados y las malas caras cuando fallo en algo, pero duele m¨¢s cuando no valoran que lo has intentado¡±, sigui¨®. ¡°Y lo estoy intentando¡±, dijo enfatizando con una nota de afinado destemple. ¡°Perd¨®n si no alcanzo, pero ?por qu¨¦ han pensado que lo har¨ªa bien todo el rato?¡±. La llamada de auxilio de la reina de Espa?a no era personal sino social. Do?a Letizia Ortiz recit¨® la letra del rapero El Chojin en el acto institucional del D¨ªa Mundial de la Salud Mental. La escena de ver a la Reina pidiendo auxilio me pareci¨® tr¨¢gica. Ella, regia y poderosa, enfundada en un vestido verde esmeralda de Sandro, intentando abrirse un hueco en los titulares del d¨ªa.
Lo dram¨¢tico, desde mi punto de vista, es que la reina de Espa?a tenga que rapear porque no encuentra un canal adecuado para poder expresar su reivindicaci¨®n, para hacer algo, para cambiar las cosas de una vez. ?C¨®mo nos sentiremos los dem¨¢s ante el maltrato institucional de la salud ps¨ªquica de los ciudadanos y muy especialmente de los j¨®venes? ?Qu¨¦ podemos hacer todas las madres y padres que no somos reinas o reyes al saber que, por primera vez en la historia, hay m¨¢s j¨®venes que han pensado en suicidarse alguna vez que j¨®venes que no lo han pensado nunca? Pues lo mismo que do?a Letizia: no podemos hacer nada.
¡°Se me ocurre¡±, explic¨® do?a Letizia, ¡°que quiz¨¢ si alg¨²n medio de comunicaci¨®n esta tarde o ma?ana titula: ¡®La Reina rapea por la salud mental¡¯ (¡) creo que ser¨ªa una buena manera de dirigir la atenci¨®n hacia un tema tan serio y tan importante como ¨¦ste¡±. Y, por supuesto, lo consigui¨®. La prensa nacional obedeci¨® (sin excepci¨®n) el regio mandato. Y, una vez ejecutada la orden, a los titulares se los llev¨® el viento. En Espa?a, despu¨¦s de que la Reina rapeara sigui¨® habiendo miles de adolescentes enfrent¨¢ndose al dolor ps¨ªquico sin auxilio institucional. J¨®venes a los que hemos etiquetado como ¡°generaci¨®n de cristal¡±, reprochando sin decoro su fragilidad. ?Con qu¨¦ derecho sufre una juventud que lo tiene todo? Hablamos de ni?as y ni?os de 12, 13, 14 a?os que se han enfrentado a los estragos de una pandemia, la crueldad salvaje de la guerra retransmitida en directo a diario y la ansiedad clim¨¢tica en el aire irrespirable de sus ciudades. ?Acaso no se dan cuenta de que ¡°lo tienen todo¡±? A lo mejor sufren justo por eso, porque se han enterado.
La prensa est¨¢ harta de decirlo: en nuestro pa¨ªs cada vez son m¨¢s los adolescentes que se autolesionan y el suicidio es un problema de salud p¨²blica con una alta carga entre los j¨®venes. Mientras tanto seguimos ofreciendo seis psic¨®logos cl¨ªnicos por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media europea, y se sigue tapando con f¨¢rmacos la falta de especialistas. As¨ª las cosas, cabe pensar que si los adolescentes sufren y se cortan m¨¢s que los mayores es porque los drogamos menos. A los adultos nos da mal rollo medicarlos tan peque?os. As¨ª que los abandonamos a su ansiedad, castigados sin psic¨®logos ni ansiol¨ªticos. Y despu¨¦s nos preguntamos, ?pero qu¨¦ les pasa? Les pasa que son los protagonistas de un drama tan sangrante que lo ha rapeado hasta la Reina. Un canto tr¨¢gico el suyo. Porque en Espa?a ser joven y padecer dolor ps¨ªquico se parece mucho a ser reina: su impotencia mueve titulares, nada m¨¢s.
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