Elecciones en Catalu?a: lo que importa es saber cu¨¢ntos catalanes quieren mantener vivo el ¡®proc¨¦s¡¯
El resultado electoral definir¨¢ no solo la verdadera fuerza del independentismo, sino tambi¨¦n la estabilidad de la actual legislatura
Si la informaci¨®n es la resoluci¨®n de la incertidumbre, la que proporcionen los catalanes con su voto el pr¨®ximo 12 de mayo va a resolver seguramente muchas inc¨®gnitas del escenario pol¨ªtico, no solo catal¨¢n, sino espa?ol en su conjunto. La primera, y fundamental, saber si una parte minoritaria pero sustancial de los catalanes quiere seguir adelante con lo que signific¨® el proc¨¦s (el intento de lograr la independencia unilate...
Si la informaci¨®n es la resoluci¨®n de la incertidumbre, la que proporcionen los catalanes con su voto el pr¨®ximo 12 de mayo va a resolver seguramente muchas inc¨®gnitas del escenario pol¨ªtico, no solo catal¨¢n, sino espa?ol en su conjunto. La primera, y fundamental, saber si una parte minoritaria pero sustancial de los catalanes quiere seguir adelante con lo que signific¨® el proc¨¦s (el intento de lograr la independencia unilateralmente, rompiendo la legalidad) o si dan por cerrado ese cap¨ªtulo. La segunda, saber hasta qu¨¦ punto el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, puede mantener la legislatura o se ver¨¢ obligado a adelantar las elecciones generales.
De momento, el anuncio realizado por el president de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, llev¨® a S¨¢nchez a renunciar a la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales para 2024, hasta ahora uno de sus objetivos m¨¢s importantes. Quedan prorrogados los de 2023, lo que nunca es bueno para la solvencia de un gobierno, aunque el r¨¦cord se mantiene con los de 2016 del Gobierno del PP, que se prorrogaron durante tres a?os consecutivos (la pr¨®rroga de 2018, obra ya del Gobierno de S¨¢nchez).
S¨¢nchez hace frente a tres procesos electorales obligados: elecciones vascas, el 21 de abril; las catalanas, el 12 de mayo, y las europeas, el 9 de junio. Ser¨¢ muy dif¨ªcil que pueda seguir adelante si en las catalanas el PSC no consigue la mayor¨ªa, no solo de votos (eso ya pas¨® en las auton¨®micas precedentes: 625.000 votos frente a 603.000 de ERC y 568.000 de Junts per Catalunya), sino de apoyos para alcanzar la presidencia de la Generalitat. Cuenta con un buen candidato, Salvador Illa, un socialista que conecta con el modelo m¨¢s cl¨¢sico de pol¨ªtico socialista, licenciado en Filosof¨ªa y alcalde de su pueblo, que fue inesperadamente ministro de Sanidad durante la pandemia y que sali¨® razonablemente bien del cometido (por mucho que ahora pueda sufrir alg¨²n desgaste por el caso Koldo). S¨¢nchez le ha ofrecido todo su apoyo, aunque algunos de los responsables del PSC preferir¨ªan que el presidente se mantuviera alejado: un sector de los militantes est¨¢ muy irritado con la ley de amnist¨ªa y lo estar¨¢ a¨²n m¨¢s si Puigdemont consigue regresar a Catalu?a en esas fechas.
Para el PSC es mucho mejor activo Josep Borrell, que mantuvo una brillante oposici¨®n a los independentistas en 2017 y que ahora, como responsable de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea, critica duramente la masacre israel¨ª en Gaza, algo que le aproxima a muchos j¨®venes. Illa afronta un reto dif¨ªcil: movilizar el electorado a la izquierda y a la derecha del voto cl¨¢sico del PSC. En Com¨² ha provocado el adelanto electoral porque cree que puede mejorar sus expectativas, ara?ando a los socialistas, pero est¨¢ por ver que sus votantes aprecien el movimiento. En cualquier caso, todo va a depender de Salvador Illa. Si alcanza la Generalitat, el resultado de las inmediatas elecciones europeas, presumiblemente discretas o malas para el PSOE, tendr¨¢ menos impacto y S¨¢nchez tendr¨¢ mejores expectativas de cumplir la legislatura. A sus ojos, la ley de amnist¨ªa quedar¨¢, por fin, justificada. Si Illa no lo consigue, la ley estar¨¢ todav¨ªa m¨¢s tocada y las elecciones generales ser¨¢n una opci¨®n cre¨ªble.
El Partido Popular no aspira a ser un actor importante en estas elecciones, aunque tiene en su mano un elemento que s¨ª lo es. El calendario de puesta en marcha de la ley de amnist¨ªa y del posible regreso a Espa?a, en libertad, de Carles Puigdemont. El Congreso envi¨® el texto ya al Senado, donde el PP tiene mayor¨ªa absoluta y donde los populares han modificado el reglamento para poder retrasar el tr¨¢mite dos meses. Si fuera as¨ª, impedir¨ªa el regreso de Puigdemont antes de las elecciones o antes de la investidura. Pero algunos dirigentes del PP creen ahora que cuanto antes regrese Puigdemont a Catalu?a y m¨¢s espectacular sea el recibimiento, m¨¢s se desmovilizar¨¢ el sector del PSC que ha seguido todo el desarrollo de la ley de amnist¨ªa con profundo desagrado. No comparte esa teor¨ªa su candidato en Catalu?a, Alberto Fern¨¢ndez, que no pertenece al c¨ªrculo de Feij¨®o y que abomina de los contactos furtivos del PP con el dirigente de Junts. Fern¨¢ndez, que estaba en la cuerda floja como dirigente del PP, es, sin embargo, el mejor candidato posible para los populares en estos momentos y aspira a atraer voto procedente del casi desaparecido Ciudadanos y de Vox.
Los independentistas llegar¨¢n, como es habitual, enfrentados. Aragon¨¦s ya ha recordado que Junts qued¨® tercero en las pasadas auton¨®micas. En el fondo, lo ¨²nico que de verdad importa es saber cu¨¢ntos de ellos quieren mantener vivo el proc¨¦s. Entonces sabremos tambi¨¦n qu¨¦ ha estado pasando.
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