Doce meses de incertidumbre: nadie, ni S¨¢nchez, conoce el calendario pol¨ªtico
La primera inc¨®gnita es si el PSOE es capaz de aprobar la ley de Amnist¨ªa sin nuevas concesiones a Junts
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, afirm¨® esta semana que no tiene intenci¨®n de adelantar las elecciones generales, previstas para 2027. Ning¨²n gobernante dir¨ªa otra cosa nueve meses despu¨¦s de haber acudido a las urnas, pero la decisi¨®n final sobre la duraci¨®n de esta dif¨ªcil legislatura no depender¨¢ exclusivamente de su voluntad, dado que no dispone de mayor¨ªa absoluta en el Congreso de los Diputados, sino que est¨¢ a expensas de amplios acuerdos de izquierdas y nacionalistas. Todo depender¨¢ de un c¨²mulo de circunstancias a¨²n por definir. Es dif¨ªcil que nadie, incluido S¨¢nchez, tenga hoy claro el calendario pol¨ªtico de los pr¨®ximos 12 meses. El margen de actuaci¨®n para unos y otros es muy estrecho, y la incertidumbre, incluido el caso Garc¨ªa/?balos, muy grande.
La primera de todas las inc¨®gnitas, inmediata, es saber si el PSOE es capaz de sacar adelante, antes del pr¨®ximo 7 de marzo, la ley de Amnist¨ªa, sin ninguna nueva concesi¨®n a Junts. Carles Puigdemont dispone de un nuevo dato para aumentar la presi¨®n sobre los necesitados socialistas. Repentinamente, el Partido Popular le ha ofrecido el indulto para todos aquellos independentistas catalanes a los que no alcanz¨® la medida de gracia aprobada por el Gobierno de S¨¢nchez en junio de 2021. Es decir, incluido el propio expresident, huido de la justicia espa?ola. En mitad del debate sobre la ley de Amnist¨ªa, el PP ha hecho suyo el espacio de los indultos.
La decisi¨®n de Alberto N¨²?ez Feij¨®o se dio a conocer en mitad de la campa?a electoral gallega y el ¨¦xito indiscutible alcanzado por el Partido Popular en esos comicios convalid¨® la sorprendente maniobra. Al revalidar la mayor¨ªa gallega, el presidente popular puede ya acudir a unas futuras elecciones generales ¡ªo presentar una moci¨®n de censura¡ª con los indultos plenamente incorporados a su programa y sin debate interno alguno.
En cualquier caso, la oferta de indultos acerca, sobre el papel, la posibilidad de que el Partido Popular se plantee, tras las elecciones europeas del pr¨®ximo mes de junio, una moci¨®n de censura contra Pedro S¨¢nchez. Sobre todo, si esos comicios europeos vuelven a dejar en una posici¨®n de debilidad al PSOE. Los acuerdos que mantienen a S¨¢nchez en La Moncloa son fr¨¢giles y lo ser¨¢n a¨²n m¨¢s tras las elecciones vascas, en las que los riesgos no dependen tanto del resultado que obtenga el Partido Socialista de Euskadi, sino de las alianzas posteriores. Se supone que el PSE apoyar¨¢ antes un Gobierno vasco con el PNV que con su principal oponente, Bildu. Pero los votos de Bildu son tambi¨¦n necesarios para el PSOE en el Congreso y, en ese momento, quiz¨¢s subir¨¢n de precio.
Seg¨²n el an¨¢lisis que hizo el propio presidente en la reuni¨®n de la Ejecutiva Federal de esta semana, tanto los malos resultados de las ¨²ltimas elecciones municipales y auton¨®micas, que dejaron reducido a su m¨ªnima expresi¨®n el poder territorial del PSOE, como el de las elecciones gallegas se deben a la debilidad de la estructura del partido, carente de ¡°liderazgos fuertes¡± en las comunidades aut¨®nomas. Es un an¨¢lisis seguramente correcto, pero, de alguna forma, debilita su propio liderazgo interno por no haber sabido atajar el problema en los seis a?os que lleva al frente del PSOE. Sus detractores, incluso, le responsabilizan de haberlo profundizado al imponer candidatos en algunas de esas federaciones.
En el mejor de los casos, el Gobierno entrar¨ªa en oto?o con un presupuesto aprobado y con muy dif¨ªciles negociaciones para sacar adelante cualquier otra ley. En el peor, haciendo frente a una moci¨®n de censura que Feij¨®o tendr¨ªa que negociar con Junts (dando por seguro que Vox no podr¨ªa negarse a echar a S¨¢nchez del Gobierno). El presidente tiene en su mano algunas herramientas para reforzar su liderazgo, como la remodelaci¨®n del Gobierno dando por fin entrada a voces socialistas potentes. Tiene un amplio margen porque, tras las ¨²ltimas elecciones, mantuvo sin tocar a los 12 ministros que ocupaban las carteras m¨¢s importantes. Pero tiene tambi¨¦n en contra el creciente ataque de socialistas a los que s¨®lo su ciego rechazo visceral a S¨¢nchez les est¨¢ impidiendo aflorar dentro de su partido una cr¨ªtica verdaderamente eficaz.
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