?C¨®mo reaccionar¨¢n los ¡®halcones¡¯ si se produce una refundaci¨®n de la Uni¨®n Europea?

A partir del pr¨®ximo mes de junio, cuando haya nuevas instituciones ¡ªEuroparlamento y Comisi¨®n¡ª, la Uni¨®n Europea no tendr¨¢ que empezar de cero o inventarse con rapidez un relato con el que ocupar los pr¨®ximos a?os. Dispondr¨¢ de un cuaderno de bit¨¢cora, el que les habr¨¢ legado el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, a petici¨®n de la presidenta, Ursula von der Leyen. Sobre la competitividad europea: si Europa quiere seguir pintando en el mundo tendr¨¢ que mejorar r¨¢pidamente su competitividad, que es como decir aumentar su seguridad y el bienestar de sus 450 millones de ciudadanos.

Curioso el papel de este personaje, Mario Draghi, que antes de ascender a las principales actividades p¨²blicas europeas y de su pa¨ªs, Italia, tuvo que purgar un pecado de juventud: su vicepresidencia europea de Goldman Sachs, el cuarto banco de inversi¨®n del mundo apodado el ¡°calamar vampiro¡±, cuando esta entidad ayud¨® al Gobierno conservador griego a buscar los procedimientos para ocultar la verdadera magnitud del d¨¦ficit p¨²blico de ese pa¨ªs, que condujo a la hist¨®rica crisis de la deuda y a su intervenci¨®n por la troika formada por la Comisi¨®n Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional, en medio de grandes sufrimientos ciudadanos. Draghi no ha pasado a la historia por ello, sino por ser, justamente, el salvador del euro con aquella hist¨®rica intervenci¨®n verbal de julio de 2012 que calm¨® la especulaci¨®n de los mercados: ¡°El BCE est¨¢ dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro y, cr¨¦anme, ser¨¢ suficiente¡±.

Con su documento sobre la competitividad, Draghi parece querer repetir la historia y resumirlo en algo as¨ª como ¡°Europa har¨¢ todo lo necesario para conservar su ventaja competitiva y, cr¨¦anme, ser¨¢ suficiente¡±. Quiz¨¢ por ello es por lo que un ciudadano tan peculiar como Matteo Renzi (que por un d¨ªa crey¨® representar a las fuerzas de salvaci¨®n socialdem¨®cratas europeas a trav¨¦s de Italia, y hoy es un pol¨ªtico residual por su representatividad, aunque no por su presencia) haya declarado a este peri¨®dico que propone a Draghi para cualquier puesto significativo de la UE, incluyendo la presidencia del Consejo o de la Comisi¨®n.

El contexto en que se har¨¢ p¨²blico el documento de Draghi se conoce: una especie de somnolencia europea por las dificultades de sus pa¨ªses miembros para ponerse de acuerdo ante asuntos tan centrales como la guerra de Ucrania (evasi¨®n o victoria), la constituci¨®n de una fuerza europea de defensa, y las transiciones verde y digital. Y todo ello sin olvidar la esencia de Europa, el mantenimiento de las ideas por las que se cre¨® como el mayor ¨¦xito de integraci¨®n del mundo: la convivencia en paz entre sus Estados y la protecci¨®n social, verdaderas claves de b¨®veda para sus ciudadanos. Lo que los reconoce como tales. Y todo ello bajo la amenaza de que poco tiempo despu¨¦s gane las elecciones Donald Trump en el pa¨ªs m¨¢s importante del mundo, un sujeto que ¡ªya lo sabemos, lo hizo durante su primera legislatura¡ª desprecia todo lo que significa Europa y sus instituciones.

Por los avances que Draghi ha hecho de su paper, y que se han filtrado a la opini¨®n p¨²blica, su mensaje es claro: el orden econ¨®mico mundial experimenta cambios profundos y habr¨¢ transformaciones a¨²n m¨¢s hondas: Europa va a tener que invertir una enorme cantidad de dinero (p¨²blico y privado) en muy poco tiempo si quiere protagonizar ese gran salto adelante. Con una caracter¨ªstica que ya se ha repetido bastantes veces: si no avanza, retrocede. No queda como est¨¢. Ni siquiera hay juego de suma cero. Entre otros aspectos, el italiano propone la creaci¨®n de unos mercados de capitales aut¨¦nticamente unidos, que acaben con la fragmentaci¨®n financiera y protagonicen la segunda gran emisi¨®n de eurobonos de la historia para estos fines.

La gran pregunta es c¨®mo reaccionar¨¢n los pa¨ªses halcones y los halcones dentro de todos los pa¨ªses ante esta refundaci¨®n de la Uni¨®n Europea. Teniendo en cuenta que muchos de ellos se esconden en las sentinas de la Uni¨®n e incluso dentro de los pa¨ªses m¨¢s europe¨ªstas.

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