Una generaci¨®n que solo ha conocido las crisis se dispone a comenzar a votar
Los j¨®venes que nacieron en 2008 y que, seg¨²n los soci¨®logos, son m¨¢s individualistas, votar¨¢n, si se consuma toda la legislatura, en 2026
Si se consuma toda la legislatura, como pretende Pedro S¨¢nchez, en 2026 votar¨¢n por primera vez los j¨®venes nacidos cuando comenz¨® la Gran Recesi¨®n, en 2008. Ciudadanos que siempre han vivido bajo el concepto de ¡°crisis¡±. ?C¨®mo votar¨¢n?, ?determinar¨¢n una corriente de fondo, susceptible de modificar las tendencias generales? Los soci¨®logos hablan de cambios en direcci¨®n a un mayor individualismo; seg¨²n esta tesis, esos j¨®venes son m¨¢s individualistas que los anteriores y toman las decisiones teniendo en cuenta un juego de suma cero: para que yo gane algo, alguien tiene que perderlo.
?Y si no es as¨ª? Esta gente es una excepci¨®n hist¨®rica, pues en su corta vida han visto desarrollarse dos grandes crisis del sistema; han nacido con la financiera a partir de finales de la d¨¦cada de los dos mil, y han crecido con la pandemia de la covid y sus consecuencias, y durante el Gran Confinamiento, cuando el mundo se detuvo del todo durante tres meses, lo que no tiene precedentes. Muchos de ellos podr¨ªan gritar con los Sex Pistols No future!, pues apenas han conocido la idea de progreso.
En cada una de estas crisis se han aplicado medidas paliativas opuestas. Cabe pocas dudas de que la Gran Recesi¨®n dio lugar a una redistribuci¨®n negativa de la renta y la riqueza. La ¡°expansi¨®n cuantitativa¡± ha sido valorada como una estafa, como un enga?o, con enormes sufrimientos para la mayor parte de la poblaci¨®n. Fue cuando se consider¨® a la austeridad como una idea peligrosa que se aplicaba con pocos l¨ªmites. En algunos aspectos, los pa¨ªses todav¨ªa no han logrado salir de aquella coyuntura y de una pol¨ªtica econ¨®mica en la que la imagen de los ¡°hombres de negro¡± fue determinante. Una docena de a?os despu¨¦s, cuando llega la covid, la pol¨ªtica fue, en general, muy otra: bloques de compras de emergencia para la pandemia, liquidez en expansi¨®n, expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo, l¨ªneas de cr¨¦dito subvencionadas, gesti¨®n de tipos de inter¨¦s negativos, preocupaci¨®n por la deflaci¨®n, programas multimillonarios de inversi¨®n tanto en Estados Unidos como en la Uni¨®n Europea, reducci¨®n de impuestos en los productos m¨¢s sensibles, etc¨¦tera. La discusi¨®n ha sido si los escudos sociales han llegado a todos los que los necesitaban, no sobre los mismos escudos sociales.
Economistas Frente a la Crisis (EFC) es una organizaci¨®n impulsada en 2011 por un grupo de profesionales preocupados por el diagn¨®stico y los principios sobre los que se gestionaba la crisis originada en 2008. Desde el principio se enfrent¨® al mainstream de los economistas de entonces, los que hab¨ªan avalado las respuestas a la Gran Recesi¨®n. Ahora, EFC publica una reflexi¨®n sobre las dos crisis y sus distintos tratamientos, y demanda una serie de reformas estructurales para una d¨¦cada de progreso (Econom¨ªa, pol¨ªtica y ciudadan¨ªa, editorial Catarata). El libro tiene valor no solo por la calidad de cada uno de los cap¨ªtulos que lo conforman, sino porque en conjunto es otra forma de entender la econom¨ªa pol¨ªtica de la ¨¦poca que, en muchas ocasiones, es oscurecida e ignorada por los altavoces del poder. En muchas facultades de Ciencias Econ¨®micas se sigue ense?ando lo mismo de siempre como si el mundo no hubiera vivido dos crisis mayores como la Gran Recesi¨®n y el Gran Confinamiento.
Una de las cuestiones que recorren transversalmente el texto de EFC es si el neoliberalismo ha muerto, si s¨®lo est¨¢ en estado de hibernaci¨®n, o si ha fracasado desde el punto de vista econ¨®mico pero sigue siendo hegem¨®nico culturalmente. Seg¨²n uno de los autores, el neoliberalismo se ha convertido en una doctrina indemostrable y, como dir¨ªa Popper, ¡°no falsable¡±, esto es, que sus principios no son contrastables con la realidad. El neoliberalismo (un t¨¦rmino en el que nadie se reconoce; nadie dice ¡°yo soy neoliberal¡±) ha dejado de ser una corriente de pensamiento para convertirse en la peor versi¨®n de una ideolog¨ªa.
Se trata de averiguar si aquella generaci¨®n de j¨®venes crecidos bajo el concepto permanente de ¡°crisis¡± lo resucitan o lo hibernan. Depender¨¢ de si funciona o no en relaci¨®n con sus intereses.
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