La democracia espa?ola no es perfecta, pero no est¨¢ en crisis irremediable
A pesar de los excesos y desahogos ret¨®ricos, el sistema espa?ol sale muy bien parado en los ¨ªndices y estudios internacionales m¨¢s prestigiosos
La evidencia de una emergencia democr¨¢tica se ha manifestado con toda su crudeza la ¨²ltima semana, cuando Trump ha comenzado a instrumentar sus medidas. Es una emergencia que recorre el planeta. Cuando el instituto Idea de Estocolmo estudia el estado de la democracia en el mundo muestra que la calidad democr¨¢tica desciende este a?o por octava vez consecutiva y esto afecta tanto a las democracias d¨¦biles como a las aparentemente m¨¢s fuertes: la democracia se degrada en casi la mitad de los 173 pa¨ªses que ha auditado y solo se fortalece en el 25%.
Esta tendencia general no es exactamente la misma que se da a nivel nacional. Una cosa es una crisis pol¨ªtica y otra, una crisis democr¨¢tica. Una cosa es un Gobierno en dificultades y otra, una democracia en dificultades. El expresidente Aznar dice que Espa?a se est¨¢ deslizando vertiginosamente hacia lo que ahora se llaman democracias iliberales. Sus compa?eros del Partido Popular Europeo expresan su preocupaci¨®n por la situaci¨®n de las instituciones en Hungr¨ªa, Eslovaquia, Eslovenia ¡°y en la Espa?a que preside Pedro S¨¢nchez¡±, y se comprometen a tomar todas las medidas necesarias si no cesa esa erosi¨®n.
Se pueden tomar estas expresiones como parte de un desahogo ideol¨®gico, como esas intervenciones pol¨ªticas o medi¨¢ticas que se hacen por los intereses que defienden (en alg¨²n caso, por sincera creencia), pero no se corresponden con la realidad. Todos los institutos que se dedican a vigilar y puntuar la calidad de la democracia de nuestro pa¨ªs coinciden en calificarla como una ¡°democracia plena¡±, en el primer grupo de los pa¨ªses m¨¢s avanzados del mundo en este terreno. La democracia no es una ideolog¨ªa ni una medida de satisfacci¨®n personal o de parte; es un instrumento para vivir en libertad y para procurar el bien com¨²n en sociedades desiguales y pol¨ªticamente plurales.
V-Dem elabora en la Universidad de Gotemburgo el ¨ªndice de la democracia liberal (posiblemente la medici¨®n internacional de mayor fiabilidad cient¨ªfica), y sit¨²a a Espa?a con 76 puntos sobre 100, un poco por encima de Italia y Portugal y un poco por debajo de Francia. Por supuesto, Europa es la regi¨®n con democracias m¨¢s consolidadas y con la evoluci¨®n menos negativa del planeta. Quiz¨¢ la limitaci¨®n principal de todas estas mediciones es que se refieren al a?o 2023, pero poco pueda haber cambiado; incluso algunas de ellas ya analizan la amnist¨ªa a los l¨ªderes del proc¨¦s catal¨¢n.
Freedom House, la casa americana que publica desde mediados de los a?os setenta las calificaciones que dividen a los pa¨ªses entre ¡°libres¡±, ¡°parcialmente libres¡± y ¡°sin libertad¡±, da a Espa?a 90 puntos sobre 100 (a partir de los 70 puntos se tiene el estatus de pa¨ªs libre). Aunque nuestro pa¨ªs se mantiene entre los valores muy altos, la clasificaci¨®n tambi¨¦n ha descendido un poco con respecto a 2019, en que dispon¨ªa de 94 puntos.
El m¨¢s medi¨¢tico de los sistemas de medici¨®n es el que elabora The Economist: Espa?a tiene una valoraci¨®n cercana al 8,1, lo que sit¨²a al pa¨ªs en el l¨ªmite de las ¡°democracias plenas¡± (aquellas que tienen una puntuaci¨®n superior a 8). Es un grupo de 24 pa¨ªses en los que solo vive un 7,8% de la poblaci¨®n mundial, lo que sirve para subrayar la rara avis que es una democracia plena en el mundo de hoy. La medici¨®n m¨¢s cercana ¡ªy m¨¢s exhaustiva¡ª sobre la calidad de la democracia en Espa?a es la que elabora la Fundaci¨®n Alternativas desde hace 11 a?os, con la participaci¨®n de casi 500 expertos de ideolog¨ªa transversal, que responden adem¨¢s a un cuestionario de opini¨®n y caracter¨ªsticas personales que permiten avaluar el potencial sesgo de su propio papel. Espa?a saca un aprobado alto (6,4) que atempera tanto el catastrofismo como el triunfalismo: ni la democracia espa?ola es perfecta ni est¨¢ en crisis irremediable.
A estudiar en este caso el papel de los medios de comunicaci¨®n, que han pasado de ser uno de los aspectos m¨¢s positivos de la democracia espa?ola en 2014, cuando se empez¨® a elaborar el Informe sobre la Democracia en Espa?a, a uno de los m¨¢s d¨¦biles.
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