Cinco a?os del Gran Confinamiento global que cambi¨® el mundo para siempre
La magnitud del confinamiento, aunque doloroso, contuvo el n¨²mero de muertos de la covid
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Apenas hab¨ªa pasado un lustro desde el final de la Gran Recesi¨®n, el trastazo monumental de la econom¨ªa mundial, el golpe m¨¢s duro que hab¨ªa sufrido el capitalismo desde el crash del 29 que solo termin¨® con la Segunda Guerra Mundial. Entonces apareci¨® la pandemia de la covid, que ya no era un fen¨®meno econ¨®mico, pero que llev¨® a que el planeta se paralizase totalmente durante el segundo trimestre de 2020. Se cumplen ahora cinco a?os de aquella experiencia in¨¦dita.
Entonces, la que era economista jefe del Fondo Monetario Internacional (y hoy subdirectora gerente de la instituci¨®n), la indoamericana Gita Gopinath, calific¨® el confinamiento de toda la poblaci¨®n como un desastre ins¨®lito en el que la magnitud y la rapidez de la paralizaci¨®n de la actividad fue algo que nunca se hab¨ªa experimentado. El enorme recorte del crecimiento econ¨®mico en un periodo tan corto hizo que el Gran Confinamiento se convirtiese en la peor recesi¨®n desde la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta del siglo pasado, superando a la crisis financiera de los a?os 2008 a 2014. Por primera vez, tanto las econom¨ªas avanzadas como las de los pa¨ªses en desarrollo y mercados emergentes sufr¨ªan una estrepitosa ca¨ªda.
?Hab¨ªamos aprendido algo? Al rev¨¦s que en la Gran Recesi¨®n anterior se lanzaron al agua todos los salvavidas del Titanic: intervenciones de los gobiernos y de los bancos centrales, garant¨ªas de cr¨¦ditos, servicios de liquidez, periodos de gracia para los pr¨¦stamos, ampliaci¨®n del seguro de paro, expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo, ingresos m¨ªnimos vitales, protecciones reforzadas, exoneraciones fiscales, etc¨¦tera. En suma, creaci¨®n de escudos sociales y empresariales para sobrevivir a los efectos de la pandemia. Medidas gubernamentales que afectaron severamente a las econom¨ªas de los pa¨ªses y al estilo de vida de los ciudadanos, por ejemplo con el teletrabajo, solo posible en sociedades digitales.
Ello supuso un cambio de paradigma, en muchos casos por necesidad y no por convencimiento. Pues la ideolog¨ªa neoliberal (que cada palo aguante su vela o, como lo ha denominado alguien, el desencanto de la pol¨ªtica por la econom¨ªa) est¨¢ muy arraigada en la sociedad desde la d¨¦cada de los ochenta del siglo pasado, por lo que demasiadas personas han crecido con ella y creen en ella. La vuelta al intervencionismo estatal trat¨® de sustituir a la bomba de neutrones del neoliberalismo. Hab¨ªa que combatir el incremento del paro, los colapsos de industrias como las del turismo, la aviaci¨®n o la hosteler¨ªa¡, el cierre masivo de las escuelas y las universidades, la suspensi¨®n de todo tipo de actos colectivos, el abandono de miles de tiendas y peque?as y medianas empresas, la desaceleraci¨®n del consumo, la ruptura de la cadena de suministros con una escasez generalizada de productos farmac¨¦uticos, electr¨®nicos y manufactureros que pusieron delante de nuestros espejos la vulnerabilidad de una econom¨ªa que se estaba construyendo con la deslocalizaci¨®n permanente. Y por encima de todo, el desbordamiento hospitalario y los l¨ªmites del Estado de bienestar en las sociedades en el que este exist¨ªa. Habr¨¢ otras ocasiones para hablar de los problemas que ha dejado esa intervenci¨®n en forma de deuda e inflaci¨®n.
El virus proven¨ªa de China. Quiz¨¢ no se le dio suficiente relevancia hasta que lleg¨® con toda su intensidad a pa¨ªses vecinos como Italia. El 14 de marzo de 2020 un demacrado presidente de Gobierno apareci¨® en las televisiones decretando el estado de alarma para todo el territorio espa?ol ante unas cifras de muertos que no dejaban de crecer; apenas tres d¨ªas despu¨¦s los fallecimientos empezaron a contarse por cientos al d¨ªa, en una tendencia que sigui¨® escalando hasta alcanzar el pico de 950 muertos a causa de la covid el 2 de abril de ese mismo a?o.
Cinco a?os es una fecha recordatoria de tantos ca¨ªdos como otra cualquiera. Y de los a?os peligrosos, yendo hacia atr¨¢s (Gran Recesi¨®n, desplazamientos de centenares de miles de refugiados, el Brexit) o hacia adelante (Ucrania, Gaza).
No, la historia no ha terminado.
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