Un grupo de presos retiene a m¨¢s de cien personas en una c¨¢rcel brasile?a
El l¨ªder de la acci¨®n organiz¨® las revueltas ocurridas en 29 prisiones de Sao Paulo el pasado febrero
La mayor parte de los rehenes son familiares que visitaban a los reclusos al estallar la rebeli¨®n el jueves por la tarde.
El l¨ªder de la acci¨®n, Jos¨¦ Carlos Nascimento, dice ser miembro del grupo Primer Comando de la Capital (PCC), la banda que controla el tr¨¢fico de drogas dentro de las prisiones de Sao Paulo y que el pasado febrero protagoniz¨® la mayor rebeli¨®n colectiva del pa¨ªs, en 29 c¨¢rceles de Sao Paulo, con miles de rehenes. En aquella ocasi¨®n, los presos tomaron a miles de familiares como rehenes, una t¨¢ctica hasta hace poco inusual entre los presos brasile?os.
Integrantes de la c¨²pula de Seguridad P¨²blica de Mato Grosso se encuentran reunidos desde primera hora de la ma?ana del viernes para encontrar una salida a la rebeli¨®n, en reivindicaci¨®n de asistencia m¨¦dica y jur¨ªdica.
Los amotinados han denunciado al director del presidio, Elp¨ªdio Onofre Claro, por malos tratos y corrupci¨®n, hecho que ¨¦ste ha negado en una entrevista a la TV Globo, al alegar que est¨¢ "cumpliendo la ley". Los presos exigen la destituci¨®n de Claro, adem¨¢s de revisiones de penas y una mejor alimentaci¨®n.
Seg¨²n el teniente coronel de la polic¨ªa militar Antonio Moraes, que hace las veces de negociador, entre los rehenes hay 107 mujeres, 50 menores, siete hombres y cuatro guardias.
"La filosof¨ªa de la negociaci¨®n es no usar la fuerza y mucho menos una acci¨®n violenta", ha dicho el teniente coronel. De acuerdo con el sitio de Internet del "Diario de Cuiab¨¢", el mot¨ªn en verdad estall¨® porque los carceleros descubrieron el mi¨¦rcoles un t¨²nel y frustraron la fuga de Jos¨¦ Carlos do Nascimento.
Con el penal en sus manos y en pleno Viernes Santo, los reclusos cocinaron un asado en el patio principal de la c¨¢rcel. La carne se la llevaron los visitantes, tal y como ha dicho la prensa.
La c¨¢rcel de Carumb¨¦ tiene capacidad para unos 200 reclusos pero alberga a 368. El hacinamiento es habitual en las prisiones brasile?as y seg¨²n los especialistas estimula y facilita los disturbios.
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