Los tanques de la Alianza, a las puertas de Kabul
Los talibanes reconocen que la oposici¨®n "ha roto las l¨ªneas de frente" al norte de la capital afgana.- Las fuerzas opositoras logran otro triunfo con la toma de Herat
La Alianza ha barrido el norte de Afganist¨¢n en una ofensiva rel¨¢mpago y ha colocado sus columnas blindadas a las puertas de Kabul, cuyo asalto parece ya imparable. Los propios talibanes han reconocido que la oposici¨®n "ha roto" las l¨ªneas de frente al norte de la capital afgana, aunque aseguran que siguen controlando la ciudad y que han logrado detener su avance. Los opositores han logrado adem¨¢s otro triunfo en el oeste de Afganist¨¢n: la toma de la ciudad de Herat, cercana a la frontera iran¨ª.
"Hemos alcanzado pr¨¢cticamente las puertas de Kabul", ha declarado el portavoz de la oposici¨®n, Waisudin Salik, quien ha asegurado que la oposici¨®n ha decidido parar temporarlmente los ataques en todos los frentes "para dar un descanso a las tropas".
La Alianza del Norte ha lanzado al mediod¨ªa una ofensiva masiva desde sus posiciones a unos 50 kil¨®metros al norte de la capital. Salik ha precisado que las tropas opositoras han conquistado los distritos de Qara Bagh, Nejrab y Tagab y se han acercado a una decena de kil¨®metros de la capital.
Seg¨²n el embajador en Tayikist¨¢n del Gobierno afgano en el exilio, Said Ibrahim Jikmat, las fuerzas de la Alianza est¨¢n a apenas 12 kil¨®metros de la capital, pero otras fuentes se?alan que la distancia a Kabul no es menor de 25 kil¨®metros.
"Los talib¨¢n est¨¢n evacuando sus posiciones, con lo que no quedan grandes obst¨¢culos", ha explicado Salik, quien ha precisado que la oposici¨®n no tiene intenci¨®n de entrar en la ciudad "por el momento".
Sin embargo, las amenazas veladas de Estados Unidos no han amainado las ansias b¨¦licas de los entre 10.000 y 20.000 guerrilleros de la Alianza que se aprestan a las puertas de Kabul. Tras conquistar Mazar-i-Sharif, Jairat¨¢n, Pul i Jumr¨ª, Taluk¨¢n, Kunduz y Herat, en una ofensiva que ha barrido en menos de 72 horas las defensas de los talibanes, la Alianza tiene ya sus ojos en Kabul para romper la columna vertebral del integrismo afgano.
Una parada militar
Ni siquiera los temidos voluntarios musulmanes extranjeros que luchan junto a los talibanes han podido hacer nada, aunque algunas fuentes les atribuyen el ataque contra una columna opositora en el norte en el que murieron al menos tres periodistas occidentales.
Evitando los campos de minas de la llanura de Shomal¨ª, justo al norte de Kabul, los carros de combate y veh¨ªculos blindados de la Alianza han avanzado hoy por carreteras cercanas a la capital como si participaran en una parada militar.
Por primera vez se observan los efectos reales de semanas de bombardeos estadounidenses que han martilleado a conciencia las colinas erizadas de ca?ones talib¨¢n que defend¨ªan como un rompeolas Kabul.
Esas bater¨ªas han puesto en jaque hasta ahora a los escarceos de la Alianza para atacar la capital, cuya toma significar¨ªa el comienzo del fin para el r¨¦gimen integrista que la conquist¨® en 1996.
La Alianza tambi¨¦n ha anunciado la captura de la localidad de Nejrab, a unos 50 kil¨®metros al noreste de Kabul, en la provincia de Kapisa, lo que parece indicar que los tayikos, uzbekos y hazaras opositores esperaban lanzar una ofensiva m¨²ltiple aprovechando la carretera que pasa por esta aldea hacia Kabul.
Tambi¨¦n lo indican as¨ª las versiones sobre un avance desde el oeste de las tropas de Ismail Jan, el tayiko que conquist¨® hoy Herat y que ha dado as¨ª v¨ªa libre al previsible incremento de ayuda procedente de Ir¨¢n, su protector y el de los chi¨ªtas hazaras, que tambi¨¦n avanzan desde las irreductibles monta?as de Bami¨¢n hacia Kabul.
La postura de Washington
En las pr¨®ximas horas los aliados opositores podr¨ªan resolver la duda que ahora acecha a las puertas de Kabul: ?tomar¨¢ la Alianza la capital afgana o segur¨¢ el consejo de EE UU, que ha pedido retrasar su captura?.
Washington es partidario de un acuerdo entre las etnias y tribus que integran el pa¨ªs para formar un gobierno provisional antes de que los hombres de la Alianza -tayikos, uzbekos y hazaras, entre otras minor¨ªas ¨¦tnicas- se lancen, puede que a deg¨¹ello, sobre Kabul, de mayor¨ªa past¨²n.
Rusia apoya desde hace a?os a la Alianza y hoy se ha mostrado partidaria de una soluci¨®n r¨¢pida desde este conflicto, sobre todo si favorece a sus aliados norte?os. "Corresponde a los afganos decidir qu¨¦ liberan primero o si entran o no en Kabul", ha se?alado Maxim Peshkov, embajador ruso en Tayikist¨¢n.
El propio ministro de Exteriores de la Alianza, Abdal¨¢ Abdal¨¢, ve necesario sopesar muy bien las consecuencias de la captura de Kabul. Pero la cercan¨ªa del invierno y del Ramad¨¢n pueden impulsar a los opositores a aprovechar una oportunidad que puede que no se vuelva a presentar, sobre todo si priman las condiciones de Pakist¨¢n, su segundo peor enemigo tras los talib¨¢n y ahora convertido en aliado de EE UU.
Los paquistan¨ªes aseguran que el asalto de Kabul dar¨¢ paso a una masacre de la poblaci¨®n past¨²n, pero la opini¨®n de los jefes militares del norte es que Islamabad s¨®lo quiere impedir que se reduzca al sureste su esfera de influencia futura en Afganist¨¢n.
La Alianza ha indicado que avanzar¨¢ sobre Kabul si advierte "un vac¨ªo de poder" pero nadie descarta que, ante los rumores sobre una divisi¨®n de facto del pa¨ªs, los opositores pretendan tener bajo su control las mejores plazas para unas negociaciones que se vaticinan tan duras como esta guerra.
Mientras tanto, la aviaci¨®n estadounidense, que interrumpi¨® sus bombardeos de la l¨ªnea de frente de los talib¨¢n al mediod¨ªa local (las 8.30 en Espa?a), momentos antes de la ofensiva terrestre de la oposici¨®n, ha reanuado al atardecer sus ataques contra la capital.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.